Resulta bochornoso observar como la política institucional en Navarra está diseñada y dirigida por los sectores más retrógrados sin oposición alguna. En un tema de tanto calado como el del reconocimiento y la reparación a todas las victimas del conflicto, la derecha y socialdemocracia española han pretendido una vez más desvirtuar las bases del conflicto.
Lo novedoso en este caso es el apoyo público e institucional de formaciones como IUN y Batzarre e incluso la abstención del resto de cargos de NaBai. Que la enmienda “in voce” ni siquiera recoja realidades tan espeluznantes como las torturas, encarcelamientos injustos, sabotajes y desapariciones de personas de Euskal Herria concuerda con lo mencionado anteriormente: “la Ley tiene como preocupación prioritaria reconocer a las víctimas del terrorismo de ETA, sin menospreciar otras realidades como el terrorismo internacional u olvidar situaciones de violencia terrorista afortunadamente desaparecidas hoy en día como la del GAL y grupos de extrema derecha”.
Tal vez habría que preguntar a Ioseba Eceolaza a IUN y al resto de formaciones políticas, si consideran situaciones desaparecidas hoy en día actuaciones como las impulsadas por el Estado español y la Audiencia Nacional en contra de Egunkaria.
Es vergonzoso observar la deriva ideológica de ciertos personajes y formaciones. La izquierda abertzale considera que el tema de la reparación de daños a las victimas es una cuestión imprescindible a resolver. Pero para ello debe existir voluntad política de reconocimiento de derechos a una parte de la población.
La resolución del conflicto debe facilitar y poner los medios necesarios para una reconciliación entre las partes. Para todo ello el debate sobre las víctimas deberá desarrollarse con absoluta neutralidad y exquisitez y alejado de los intereses partidistas de unos y otros.