Discurso de apertura pronunciado en 1954 por el camarada Mao Tsetung ante la I Sesión de la I Asamblea Popular Nacional de la República Popular China.
Estimados diputados:
Hoy se inaugura en Pekín, capital de nuestro país, la I Sesión de la I Asamblea Popular Nacional de la República Popular China. El número total de diputados es de 1.226, de los cuales 1.211 se inscribieron en la lista de asistentes y quince se excusaron de hacerlo por enfermedad u otras razones; a su vez, setenta de los inscritos se hallan hoy ausentes debido a parecidas circunstancias. En la reunión de hoy están presentes 1.141 diputados, número que hace quórum.
A la I Sesión de la I Asamblea Popular Nacional de la República Popular China le corresponden trascendentales tareas.
Las tareas de la presente sesión son:
- Adoptar la Constitución;
- Adoptar algunas leyes importantes;
- Aprobar el informe sobre la labor del Gobierno, y
- Elegir el nuevo personal dirigente del Estado.
La presente sesión reviste gran significación histórica. Constituye un hito que marca las nuevas victorias y progresos obtenidos por el pueblo chino desde la fundación de nuestra República en 1949. La Constitución que va a adoptarse promoverá enormemente la causa del socialismo en el país.
Nuestra tarea general consiste en unir a todo el pueblo y ganar el apoyo de todos los amigos extranjeros y, con ello, bregar por construir un gran país socialista, por defender la paz mundial e impulsar la causa del progreso de la humanidad.
Los chinos debemos trabajar tenazmente, aprender con ahínco las experiencias avanzadas de la Unión Soviética y de otros países hermanos, ser honestos y laboriosos, estimularnos y ayudarnos mutuamente, guardarnos de toda vanagloria y engreimiento, y prepararnos para transformar nuestro país, actualmente atrasado en lo económico y cultural, en un gran país industrializado y de elevada cultura moderna, en el curso de varios planes quinquenales.
Nuestra causa es justa, y una causa justa es invulnerable ante cualquier enemigo.
La fuerza-núcleo que dirige nuestra causa es el Partido Comunista de China.
La base teórica que guía nuestro pensamiento es el marxismo-leninismo.
Tenemos plena confianza en que superaremos todas las dificultades y penalidades y haremos de nuestro país una gran república socialista.
Estamos marchando adelante.
Estamos empeñados en una causa extraordinariamente gloriosa y grande, que nunca emprendieron nuestros antepasados.
Nuestro objetivo debe ser logrado.
Nuestro objetivo sin duda será logrado.
¡Unámonos los seiscientos millones de chinos y luchemos con energía por nuestra causa común!
¡Viva nuestra gran patria!
Mao Tse-tung
15 de septiembre de 1954