La reaccionaria ofensiva político-religiosa
«Creer que Dios no existe significa que el dolor que he visto en mi familia, y todo el dolor del mundo, no están causados por ninguna fuerza omnisciente, omnipresente y omnipotente a quien le dé pereza ayudar, o que solo nos esté poniendo a prueba, sino que es algo en lo que todos podremos ayudar a los demás en el futuro. Que Dios no exista entraña la posibilidad de menos dolor en el futuro. Creer que Dios no existe me deja