Tras las hue­llas del algo­rit­mo capi­ta­lis­ta- Kar­lo Raveli

El tra­ba­jo de Jon Kere­je­ta sobre alie­na­ción, publi­ca­do hace unos días en Pintxo­go­rria y LaHai­ne (1) hun­de el bis­tu­rí a fon­do en el cuer­po del Moloch capi­ta­lis­ta: hacía la base éti­ca e inte­lec­tual de la explo­ta­ción del tra­ba­jo humano.

Vamos así res­que­bran­do poco a poco ese virus labo­ris­ta ino­cu­la­do por toda cla­se de ideo­lo­gía del sis­te­ma (ideo­lo­gías del STS, Sagra­do Tra­ba­jo Sala­ria­do, de izquier­da inclu­si­ve por supues­to) pro­du­ci­do para que las luchas obre­ras, tra­ba­ja­do­res asa­la­ria­dos inclu­si­ve, no se plan­teen como un hecho real­men­te revo­lu­cio­na­rio: el fin del sis­te­ma de la explo­ta­ción del hom­bre por el hombre.
Por eso se pue­de decir que nos acer­ca­mos tam­bién a la supera­ción del algo­rit­mo fun­da­men­tal de la era capi­ta­lis­ta: alie­na­ción + explo­ta­ción X pro­pie­dad pri­va­da capitalista.

Antes de empe­zar una crí­ti­ca cons­truc­ti­va sobre el enri­que­ce­dor tra­ba­jo de Jon, quie­ro recor­dar que tam­bién otros com­pa­ñe­ros saca­ron aquí mis­mo, hace un par de años, la lama de la fun­da, a pro­pó­si­to de la mis­ma cues­tión (2), tra­tan­do jus­ta­men­te de alie­na­ción, reifi­ca­ción y lei­fi­ca­ción. Digo esto para apun­tar que no es nin­gu­na casua­li­dad que en estas tie­rras, rebel­des des­de hace siglos, nos vamos acer­can­do jus­ta­men­te aho­ra al núcleo de la ins­ti­tu­ción capi­ta­lis­ta: la pato­lo­gía de la alie­na­ción, una enfer­me­dad que corroe has­ta el fon­do los cere­bros de la huma­ni­dad glo­ba­li­za­da. Des­de dos mil años en sus pro­ce­sos ori­gi­na­rios, pero des­de hace cin­co siglos en una fase muy avan­za­da de pan­de­mia social gene­ral, con el domi­nio gene­ral del sis­te­ma capi­ta­lis­ta sobre la super­fi­cie terres­tre de Gaia, Pacha mama, Ama Lurra.

Alie­na­ción fun­da­men­tal y alie­na­cio­nes específicas.

Como decía el Gran Sabio de Tre­vi­ris, el opues­to de la eman­ci­pa­ción es la alie­na­ción. Pero, des­de que el sis­te­ma capi­ta­lis­ta se ha glo­ba­li­za­dos por un lado, y se ha exten­di­do hacia todos los aspec­tos de la vida per­so­nal por el otro ? lo que se lle­ga a lla­mar bio­ca­pi­ta­lis­mo, nom­bre que no se mere­ce un Sis­te­ma de la Muer­te, des­de lue­go ?, ya no pode­mos hablar úni­ca­men­te de:
* eman­ci­pa­ción de la explo­ta­ción (labo­ral) y la correspondiente
* alie­na­ción del trabajador.

Hay algo mucho más pro­fun­do en jue­go, y es esta la cues­tión cen­tral, hoy en día. La alie­na­ción se des­cu­bre como cla­ve gene­ral de todo el embru­te­ci­mien­to social capi­ta­lis­ta, mucho más allá de la cues­tión de la ena­je­na­ción del pro­duc­to de nues­tro tra­ba­jo, de nues­tro tiem­po pro­duc­ti­vo y de nues­tra fun­ción y vida labo­ral asalariada.

Por empe­zar, como dice Ver­ce­llo­ne en el mag­ní­fi­co tra­ba­jo publi­ca­do por Tra­fi­can­tes de sue­ños (3) hace poco: hoy el bene­fi­cio, como la ren­ta, se apo­yan cada vez más sobre meca­nis­mos de apro­pia­ción del valor que ope­ran a par­tir de una rela­ción de exte­rio­ri­dad res­pec­to de la orga­ni­za­ción de la pro­duc­ción (Pági­na 69).
Es decir: des­cu­bri­mos que la clá­si­ca for­ma de enten­der la alie­na­ción (labo­ral) escon­de en reali­dad algo mucho más gene­ral y pro­fun­do. Envuel­ve toda la vida, y sur­ge en noso­tros mucho antes que cru­ce­mos el por­tal de la ofi­ci­na, de la fábri­ca, del taller…

Alie­na­ción labo­ral en acto y alie­na­ción obre­ra general.

La alie­na­ción con­cre­ta e inme­dia­ta del tra­ba­jo, que no es sino la alie­na­ción de la acti­vi­dad pro­duc­ti­va del ser humano y por ende la alie­na­ción de una par­te deter­mi­nan­te de su pro­pia vida, no es que UNA PARTE o un aspec­to de la alie­na­ción fun­da­men­tal: la dis­po­si­ción (pasi­va o acti­va) hacia el meca­nis­mo pro­duc­tor capi­ta­lis­ta, a sus leyes, valo­res y prin­ci­pios. Lo que gran­des masas jus­ta­men­te alie­na­das han asu­mi­do como NORMALIDAD vital, el tener que entrar físi­ca y men­tal­men­te, con toda o par­te de su pro­pia vida, en el meca­nis­mo de valo­ri­za­ción capi­ta­lis­ta. Ya des­de que se toma como se sue­le decir con­cien­cia de la reali­dad, cuan­do uno se hace mayor, res­pon­sa­ble, como ha sido edu­ca­do y for­ma­do, for­ma­tea­do, por los meca­nis­mos repro­duc­to­res del mode­lo impe­ran­te. La fami­lia clá­si­ca y la escue­la en pri­mer lugar.

Esto sobre todo aho­ra, por­que, como obser­va otra vez Ver­ce­llo­ne, ya hemos entra­do de for­ma defi­ni­ti­va en una diná­mi­ca his­tó­ri­ca a tra­vés de la cual la par­te de capi­tal lla­ma­do intan­gi­ble ( I+D, soft­wa­re, pero sobre todo edu­ca­ción, for­ma­ción y sani­dad ), que están incor­po­ra­dos esen­cial­men­te en los hom­bres, en su cere­bro, ha supe­ra­do la par­te de capi­tal mate­rial en el stock gene­ral de capi­tal, y ha deve­ni­do el fac­tor prin­ci­pal del cre­ci­mien­to (p.88). Es decir: los meca­nis­mos repro­duc­to­res del sis­te­ma se han inte­gra­do de for­ma muy pro­fun­da con el capi­tal como medio de pro­duc­ción en sen­ti­do clá­si­co. En el cere­bro colec­ti­vo ade­más, eso que en tér­mi­nos mar­xia­nos lla­ma­mos gene­ral inte­lect, inte­li­gen­cia global.
Se ha esta­ble­ci­do una dia­léc­ti­ca mucho más com­ple­ja entre lo que podría­mos sim­pli­fi­car lla­man­do­le cul­tu­ra, y lo que ante­rior­men­te se deno­mi­na­ba lla­na­men­te producción.

Ade­más, some­tien­do así los espa­cios y terri­to­rios socia­les de for­ma muy inte­gra­da a estas leyes y pro­ce­sos repro­duc­to­res del sis­te­ma que no han sido atra­ve­sa­dos por un desa­rro­llo clá­si­co del capi­ta­lis­mo (indus­trial, para enten­der­nos). En todo el pla­ne­ta Tie­rra (por aho­ra). Por supues­to, a par­tir de un domi­nio metro­po­li­tano férreo y cre­cien­te sobre las que deno­mi­nan o deno­mi­na­ban peri­fe­rias, y el cam­po, sub­yu­ga­dos ade­más a estos meca­nis­mos tam­bién como base de extrac­ción, de saqueo ali­men­ta­rio o como reser­va de obre­ros, como poten­cia­les tra­ba­ja­do­res para deter­mi­na­das fun­cio­nes pro­duc­ti­vas, vía migra­cio­nes hacia las metrópolis.

La for­ma­ción capi­ta­lis­ta de la alienación.

Por lo tan­to, vemos como la alie­na­ción se pro­du­ce ya de for­ma gene­ral y pro­fun­da, en muchos nive­les de nues­tra exis­ten­cia, por ejem­plo a tra­vés de la difu­sión media­ti­ca masi­va de la cul­tu­ra mer­can­til cos­mo­po­li­ta, que injer­ta en nues­tro pen­sa­mien­to los valo­res, es decir la éti­ca fun­da­men­tal del sis­te­ma, com­ple­tan­do el tra­ba­jo trans­mi­sor de la fami­lia y de la escue­la. Trans­mi­sor, for­ma­dor y for­ma­tea­dor sobre todo para esto: ser­vir al sis­te­ma. A su cla­se domi­nan­te, en realidad.
Tan­to que, como escri­be Jon, todo esto se pre­sen­ta como un velo que tapa la iden­ti­dad huma­na en una eco­no­mía que redu­ce la reali­dad del ser humano a mer­can­cía en el pro­ce­so de pro­duc­ción. Esta es la cla­ve de la repro­duc­ción per­ma­nen­te del sis­te­ma sobre la inte­li­gen­cia gene­ral de la huma­ni­dad, aho­ra glo­ba­li­za­da sobre la base de los prin­ci­pios y cul­tu­ra del capitalismo.

De ahí que los que limi­tan o cen­tran úni­ca­men­te la alie­na­ción al sec­tor tra­ba­ja­dor asa­la­ria­do de la cla­se obre­ra, no con­si­guen ver la reali­dad gene­ral de la cla­se. Es toda la cla­se que pade­ce la ena­je­na­ción capi­ta­lis­ta, des­de el momen­to que está for­ma­da, asu­me y has­ta acep­ta e inte­gra en su éti­ca y cos­tum­bres los valo­res y prin­ci­pios sobre los que se basa este modo de desa­rro­llo humano.
Estos com­pa­ñe­ros, no sólo no reco­no­cen la impor­tan­cia fun­da­men­tal de todo el pro­ce­so de alie­na­ción per­so­nal y social, que se for­ma mucho antes de cru­zar el puen­te hacia la explo­ta­ción direc­ta, pro­duc­ti­va y más o menos asa­la­ria­da, mucho antes de aca­tar un con­tra­to labo­ral con cual­quier tipo de patrono, SINO QUE LIMITAN GRAVEMENTE EN EL RECONOCIMIENTO DE LA CLASE OBRERA EN SU CONJUNTO, con todos sus sec­to­res, for­mas y figuras.
Y tam­bién con todas sus exten­sio­nes nacio­na­les, que no nece­sa­ria­men­te con­tem­plan en su seno un sec­tor tra­ba­ja­dor asa­la­ria­do. Véa­se por ejem­plo la lucha nax­ta­li­ta en la India. U otras de nacio­nes ori­gi­na­rias, obje­ti­va­men­te alia­das o inte­gran­tes del com­ple­jo obre­ro mun­dial sin que se apre­cie en ellas impor­tan­tes sec­to­res tra­ba­ja­do­res asalariados.

Has­ta el pun­to de con­fun­dir cla­se obre­ra, todo el aba­ni­co social que repre­sen­ta, con su sec­tor explo­ta­do en la rela­ción sala­rial explí­ci­ta y direc­ta. Que lle­gan a deno­mi­nar cla­se tra­ba­ja­do­ra, al col­mo de su …alie­na­ción labo­ris­ta. Sec­tor que no exis­te en sí como cla­se, pues­to que no es el hecho de tra­ba­jar de for­ma asa­la­ria­da lo que carac­te­ri­za a la cla­se obre­ra, en tér­mi­nos materialistas.

Cla­se como con­cep­to crí­ti­co materialista.

Pero cuan­do deci­mos cla­se obre­ra, es inú­til que bus­que­mos con­cre­cio­nes socia­les como nos acos­tum­bra la socio­lo­gía o el mar­xis­mo vul­gar. No hay corres­pon­den­cia físi­ca con unas masas estruc­tu­ra­das y deli­mi­ta­das por pro­ce­sos (pro­duc­ti­vos) y arma­zo­nes fijos, como la fábri­ca por ejem­plo, o refle­ja­das ? y has­ta repre­sen­ta­das ? por/​en super­es­truc­tu­ras del sis­te­ma (par­ti­dos, corrien­tes de opi­nión). Pues­to que el con­cep­to mar­xis­ta de cla­se es sobre todo una herra­mien­ta crí­ti­ca que defi­ne una carac­te­rís­ti­ca común en este modo de desa­rro­llo. No pre­ci­sa­men­te el hecho de tra­ba­jar y de pade­cer la alie­na­ción direc­ta y explí­ci­ta (del pro­duc­to del tra­ba­jo, del tiem­po y de la mis­ma per­so­na), sino el hecho de:

* ser alie­na­do como per­so­na en el pro­ce­so de desa­rro­llo por estar some­ti­do a valo­res impuestos
** ser alie­na­do con rela­ción a la socie­dad y a la natu­ra­le­za por estar pri­va­do de la posi­bi­li­dad de ele­gir, vivir y pro­du­cir fue­ra de las leyes del sis­te­ma (fun­ción prin­ci­pal de la pro­pie­dad pri­va­da capitalista)
*** ser alie­na­do en la pro­pia con­cien­cia y liber­tad vital, al depen­der de meca­nis­mos cul­tu­ra­les, psi­co­ló­gi­cos, éti­cos tan NORMALES (nor­ma­li­za­dos y nor­ma­li­za­do­res) como inna­tu­ra­les, arti­fi­cia­les, impues­tos. Lo que en otra oca­sión se ha deno­mi­na­do tam­bíen lei­fi­ca­ción: some­ti­mien­to cons­cien­te o incons­cien­te a leyes impues­tas y con­tra­rias o con­tra­dic­to­rias con un desa­rro­llo natu­ral de la per­so­na y de toda la sociedad.

Por lo tan­to para con­cluir, la cla­se en sen­ti­do mar­xiano es un con­cep­to crí­ti­co, total­men­te crí­ti­co con los valo­res capi­ta­lis­tas. No defi­ne un gru­po homo­gé­neo den­tro del sis­te­ma, sino una rela­ción, una situa­ción gene­ral, colec­ti­va y común de, jus­ta­men­te, ALIENACIÓN, ENAJENACIÓN de cara a la reali­dad huma­na: esen­cial­men­te los nece­si­ta­dos, con­di­cio­na­dos, ins­trui­dos, obli­ga­dos, for­za­dos a la rela­ción sala­rial para vivir (4).
Lue­go, cuan­do sere­mos inte­gra­dos en la pro­duc­ción, en el sis­te­ma de valo­ri­za­ción capi­ta­lis­ta, sí sere­mos tra­ba­ja­do­res, es decir OBREROS TRABAJADORES, como sec­tor asu­mi­do, inte­gra­do, explo­ta­do y casi diría­mos doble­men­te ena­je­na­dos (de nues­tro pro­duc­to, tiem­po y vida, ade­más de la alie­na­ción psi­co­ló­gi­ca y cul­tu­ral general).

Lo que es muy impor­tan­te y deter­mi­nan­te para esta­ble­cer ver­da­de­ras rela­cio­nes de soli­da­ri­dad y lucha con todos los sec­to­res y exten­sio­nes nacio­na­les de la cla­se obre­ra mun­dial. Mucho más allá del labo­ris­mo de muchos tra­ba­ja­do­res inte­gra­dos, de muchos sin­di­ca­tos (del sis­te­ma), y tam­bién de no pocos comu­nis­tas que miran a doc­tri­nas (del pasa­do y erró­neas, si se dicen mar­xis­tas) más que a la reali­dad de este siglo XXI.

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(1)
Pintxo­go­rria: http://​www​.mun​du​rat​.net/​p​i​n​t​x​o​g​o​r​r​i​a​/​i​n​d​e​x​.​p​h​p​?​o​p​t​i​o​n​=​c​o​m​_​c​o​n​t​e​n​t​&​t​a​s​k​=​v​i​e​w​&​i​d​=​3​7​4​2​&​I​t​e​m​i​d​=​100
LaHai­ne: http://​www​.lahai​ne​.org/​i​n​d​e​x​.​p​h​p​?​b​l​o​g​=​4​&​p​=​4​4​453

(2)
Aur­pe­gi Gunea: http://​eus​kalhe​rria​.indy​me​dia​.org/​e​u​/​2​0​0​8​/​0​6​/​5​0​5​6​1​.​s​h​tml
Alie­na­ción Rote­ta I 2008: http://​eus​kalhe​rria​.indy​me​dia​.org/​e​u​/​2​0​0​8​/​0​6​/​5​0​6​3​5​.​s​h​tml
II: http://​eus​kalhe​rria​.indy​me​dia​.org/​e​u​/​2​0​0​8​/​0​6​/​5​0​6​7​5​.​s​h​tml
Sobre reifi­ca­ción (Sara): http://​eus​kalhe​rria​.indy​me​dia​.org/​e​u​/​2​0​0​7​/​0​9​/​4​1​5​9​8​.​s​h​tml
Lei­fi­ca­ción (S.): http://​eus​kalhe​rria​.indy​me​dia​.org/​e​u​/​2​0​0​7​/​0​9​/​4​1​7​1​1​.​s​h​tml

(3)
La gran cri­sis de la eco­no­mía glo­bal, dis­po­ni­ble en Pdf como Crea­ti­ve Com­mons, en esta URL de la edi­to­rial Tra­fi­can­tes d.s.: http://​www​.tra​fi​can​tes​.net/​i​n​d​e​x​.​p​h​p​/​t​r​a​f​i​s​/​e​d​i​t​o​r​i​a​l​/​c​a​t​a​l​o​g​o​/​c​o​l​e​c​c​i​o​n​_​m​a​p​a​s​/​l​a​_​g​r​a​n​_​c​r​i​s​i​s​_​d​e​_​l​a​_​e​c​o​n​o​m​i​a​_​g​l​o​b​a​l​_​m​e​r​c​a​d​o​s​_​f​i​n​a​n​c​i​e​r​o​s​_​l​u​c​h​a​s​_​s​o​c​i​a​l​e​s​_​y​_​n​u​e​v​a​s​_​e​s​c​e​n​a​r​i​o​s​_​p​o​l​i​t​i​cos

(4)
En El capi­tal, Marx iro­ni­za­ba sobre la liber­tad del tra­ba­ja­dor de ven­der su pro­pia fuer­za de tra­ba­jo, escri­bien­do: «Su pro­pie­ta­rio no es sólo libre de ven­der­la, sino que está tam­bién y sobre todo obli­ga­do a hacer­lo. ¿Por qué? Para vivir». Cita extraí­da de C. Ver­ce­llo­ne, «Il prez­zo giusto
della vita», Il Mani­fes­to, 24 de noviem­bre de 2006: http://multitudes.
samiz​dat​.net/​I​l​-​g​i​u​s​t​o​-​p​r​e​z​z​o​-​d​i​-​u​n​a​-​v​ita

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