Existe un alto grado de subjetivismo entre cierto número de miembros del Partido, lo cual perjudica gravemente el análisis de la situación política y la orientación del trabajo. Pues el análisis subjetivista de la situación política y la orientación subjetivista del trabajo conducen inevitablemente o al oportunismo, o al putchismo. Y la crítica subjetivista, las habladurías infundadas y la sospecha mutua dentro del Partido engendran a menudo disputas sin principios y minan su organización.
Con relación a la crítica en el seno del Partido, es preciso mencionar otro punto: al hacer críticas, algunos camaradas pasan por alto las cuestiones importantes y limitan su atención a las mezquinas. No comprenden que la tarea principal de la crítica es indicar los errores políticos y de organización. Por lo que respecta a los defectos personales, a menos que estén vinculados a errores políticos o de organización, no hay que censurarlos demasiado para no sumir a los camaradas en el desconcierto. Además, si este tipo de crítica se desarrolla, la atención de los miembros del Partido se concentrará exclusivamente en los defectos de poca importancia, y todos se volverán tímidos y cautelosos y olvidarán las tareas políticas del Partido, lo que implica un grave peligro.
Métodos de rectificación: Principalmente, educar a los miembros del Partido de modo que un espíritu político y científico impregne su pensamiento y la vida interna del Partido. A fin de alcanzar este objetivo, es preciso: 1) enseñar a los militantes a aplicar el método marxista-leninista en el análisis de la situación política y en la apreciación de las fuerzas de clase, en vez de analizar y apreciar en forma subjetivista; 2) orientar la atención de los miembros del Partido hacia las investigaciones y estudios socio-económicos, para que sobre esa base determinen las tácticas de lucha y los métodos de trabajo; hacer comprender a los camaradas que sin investigar las condiciones reales, caerán en el pozo de la ilusión y el putchismo, y 3) evitar el subjetivismo, los juicios arbitrarios y la trivialidad en la crítica dentro del Partido; toda afirmación debe fundarse en hechos y toda crítica debe tener sentido político.