Por enésima vez el debate de las pensiones vuelve a estar sobre la mesa. Por enésima vez el debate será un fraude.
La permanente ofensiva del Banco de España y de la banca privada respecto al agotamiento del sistema público de reparto trata de sacar provecho de una situación como la actual en la que los presupuestos públicos se reducen como consecuencia de la fiscalidad desigual e injusta y el vaciamiento de las arcas públicas como consecuencia del dinero entregado para el recate de la cuenta de resultados de los bancos.
Estas cuestiones sin embargo tratan de ser eludidas cuando se habla del sistema público de pensiones; los problemas de la financiación se trasladan automáticamente a la parte del gasto y como consecuencia a la reducción de las partidas presupuestarias y las prestaciones.
Hoy con un sistema financiero en crisis, con una exigencia de liquidez por parte de los bancos para evitar el apalancamiento financiero, no es extraño que un día si y otro también nos hablen del negro futuro de las pensiones públicas y se anuncie revisión del Pacto de Toledo.
Cuando se habla en el estado español de reformas del sistema de pensiones, de una manera o de otra se concluye que hay que aumentar los requisitos para el acceso a una pensión, aumento del período de cotizaciones o reducir la cuantía.
Pero el problema, no es básicamente un problema de viabilidad del sistema público, es y aquí está la trampa un problema provocado por la voracidad del sistema financiero que reclama el control del ahorro público y el salario diferido en forma de pensiones, para poder seguir disponiendo de un caudal financiero que poder invertir otra vez en los mercados especulativos. Es en definitiva arruinar el modelo público, meter el miedo en el cuerpo para privatizar el sistema.
Ya el Pacto de Toledo dejó abierta la puerta de par en par a los sistemas mixtos y a partir de ahí se han ido dando diferentes reformas para empeorar el sistema de reparto y favorecer el de capitalización. Las sucesivas reformas han incidido en ello:
- 2001.- Separación de las fuentes de financiación. Sistema contributivo y no contributivo.
- 2003.- Incorporación del argumento fundamental de los privatizadores. Poner el acento en el crecimiento demográfico.
- 2006.- Retrasar la edad jubilación (reforma contrato de relevo). Ampliar la oferta de la reducción de las cotizaciones empresariales. Ampliar el período para el cálculo de la pensión.
- 2007. Ofensiva en toda escala contra el sistema de reparto de la mano del BE, del BBVA y la Federación de Cajas, entre otros.
- El sistema es insostenible por cuestiones demográficas.
- Hay que reducir la cuantía de las pensiones y fortalecer el sistema complementario privado.
- Aplicar criterios financieros en la gestión del fondo de reserva
- Ampliar la edad jubilación a los 70 años.
Pero toda esta batería de argumentos se basan en una enorme mentira que no tiene en cuenta:
- Que las previsiones a 50 años en el neoliberalismo es una falacia. BBVA y BE se atreven a pronosticar el colapso del sistema, cuando no tienen ni idea de cuales serán sus resultados económicos en el 2010.
- ¿Por qué el concepto de déficit se aplica a las pensiones y no se aplica por ejemplo al ejército, a la casa del rey, a las infraestructuras…?. Aquí cuando hay déficit se compensa con dinero público. ¿Porqué las pensiones no?.
- En los cálculos de los expertos no incluyen los incrementos de productividad que harán que aunque haya un mayor porcentaje de preceptores los avances tecnológicos y de mejora de la productividad harán perfectamente factible el sistema de reparto público.
- Cuando el sistema financiero está en crisis se saca dinero de debajo de las piedras en los últimos dos años nada menos que 150.000 millones de euros. Si el sistema de pensiones estuviera en crisis porqué no se puede sacar.
- El estado español es uno de los pocos cuyo sistema de pensiones no se financia también con prosupuestos públicos.
- Y lo más esperpéntico de todo es que los Fondos de Pensiones propuestos como alternativa por los expertos financieros han demostrado antes y ahora especialmente con la crisis su imposibilidad para garantizar las pensiones.
Nuestra posición ante este nuevo falso debate y ante la reforma del Pacto de Toledo es clara y rotunda:
- No vamos a aceptar mas recortes.
- Pero además de eso hay que superar una estrategia de resistencia y marcar objetivos propios en esta materia. El debate social es un debate que sobre todo incumbe a las trabajadoras y trabajadores vascos y a la capacidad de decisión de nuestras mayorías.
- Exigimos a los gobiernos de la CAV y de Navarra el blindaje de las pensiones públicas de las trabajadoras y trabajadores vascos y que la ordenación y gestión de las mismas se realicen bajo control de nuestras instituciones.
- Exigimos que las decisiones que haya que tomarse en esta materia se hagan desde la voluntad de las mayorías reales en nuestro territorio.
- Exigimos la negociación de un modelo propio de sistema de seguridad social desde las necesidades de nuestro tejido económico y social.
- Exigimos un plan de choque para que se deje de jugar con el miedo y la alarma social para beneficio de unos pocos.
- El sistema de reparto es viable, factible y necesario y se tiene que construir partiendo de nuestra realidad económica y socio-laboral. Las pensiones, nuestro salario diferido, lo tenemos que gestionar las trabajadoras y trabajadores vascos aquí y ahora.