El trovador Silvio Rodríguez afirmó tener «muchas más razones para creer en la Revolución que para creer a sus detractores», al presentar ayer en la Casa de las Américas su más reciente álbum, Segunda cita.
En conferencia de prensa en a Sala Che Guevara de la Casa de las Américas que acaba de concluir, el autor de “El Necio” y de “Ojalá” aseguró que cualquier disco que hubiera hecho por esta época en que se cumplen 50 años de la Revolución cubana, se lo habría dedicado a ese acontecimiento.
“Me parece muy bien que el mundo hable y nosotros también, y muy bien que se abra la crítica, las opiniones, el debate… Creo que este es un momento en que la Revolución, la vida nacional, el país, pide a gritos una revisión de montones de cosas, de montones de conceptos, hasta instituciones… y pareciera que hay un consenso superior contra Cuba, pero aún así, sigo teniendo muchas más razones para creer en la Revolución que para creer en sus detractores“, dijo.
Añadió que Cuba “no es un país normal, normal entre comillas, tanto por lo que ha pretendido ser como por el tratamiento que se nos ha dado… El bloqueo hay que terminarlo“.
“O sea que muchas anormalidades nos rodean, propias y externas”, enfatizó contra el bloqueo de Estados Unidos y su política hacia Cuba. Pero “no podemos echarle toda la culpa a ellos porque es mentira, nosotros tenemos culpa también y creo que vamos a ser mejores y más grandes si las enfrentamos sin miedo”, aseguró.
Dijo que el nuevo CD se llama Segunda cita, porque cuando hizo su disco “Cita con Ángeles” se dio cuenta que tendría que dedicarle otros “a los ángeles de mi tierra”, aunque en el interín hizo un disco intermedio.
“Quizás este disco no es tan controversial internacionalmente como Cita con Angeles, pero sí lo será aquí adentro. Son las ideas que un cantautor lanza para participar en el debate”, añadió.
Medio en serio y medio en broma, dijo que su próximo disco en esta trilogía quizás se llame Cita en el infierno.
Segunda Cita contiene 12 temas entre los que destaca uno dedicado a la ya fallecida trovadora chilena Violeta Parra y otro al escritor colombiano Gabriel García Márquez, con una sonoridad diseñada para un trío acústico.