Según informó el periódico GARA, Regina Maiztegi, detenida en la mini redada, quedó ayer en libertad porque la condena en su contra estaba recurrida; por tanto su apresamiento era ilegal, además se ha confirmado que se presentaba regularmente en dependencias judiciales para firmar ¿Eso no lo sabían ni el juez ni el ministro Rubalcaba? No me hagan reír.
Por su parte Zugaitz Izagirre, no recurrió en su día el fallo condenatorio; sin embargo estaba controlado porque también acudía a firmar al Juzgado, donde como ya dije, pudo haber sido retenido sin desarrollar un espectáculo mediático-policial, donde llegó a decirse, entre otras burradas, que estaban huidos, para a continuación añadir- en flagrante contradicción- que habían violado las condiciones de su libertad provisional. ¿Huidos de la justicia y, al mismo tiempo, en libertad vigilada por aquella? Por favor…
El régimen de Juan Carlos tiene una necesidad imperiosa: ejercer una continua represión para amedrentar (máxime en tiempo de crisis) a los más díscolos. Dicha necesidad, que hace tiempo califiqué como “estrategia de contrarrevolución preventiva”, trabaja a todo vapor en el País Vasco y en el Estado español, no porque exista una situación prerrevolucionaria sino para evitar que surja. Esa estrategia sólo demuestra la extrema debilidad del Sistema.