Algu­nos apun­tes sobre la situa­ción en El Sal­va­dor des­pués del triun­fo del FMLN- Luciano Alzaga

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Intro­duc­ción

Según los aman­tes de las teo­rías cons­pi­ra­ti­vas, un sec­tor emer­gen­te de la bur­gue­sía sal­va­do­re­ña deci­dió hace un par de años que había lle­ga­do la hora del FMLN. Se tra­ta del pode­ro­so gru­po cono­ci­do como «Los ára­bes», liga­do al gran comer­cio y la ban­ca, que bus­ca des­pla­zar a la oli­gar­quía tra­di­cio­nal. Sea como sea, lo cier­to es que el des­pres­ti­gio de ARENA, el par­ti­do de la oli­gar­quía que gober­nó las dos últi­mas déca­das, era impa­ra­ble. Suma­do a esto el impac­to de la cri­sis eco­nó­mi­ca en la mayo­ría pobre de la pobla­ción, no es impro­ba­ble que al menos un sec­tor de la bur­gue­sía haya pen­sa­do que se nece­si­ta­ban bom­be­ros para apa­gar el fue­go de la posi­ble revuel­ta popu­lar (según la feliz defi­ni­ción de James Petras).

El caso es que, bien sea por nego­cia­cio­nes pre­vias con ese sec­tor bur­gués o por el ejem­plo de otras anti­guas gue­rri­llas lati­no­ame­ri­ca­nas, que para lograr el triun­fo elec­to­ral se incli­nan cada vez más hacia el “cen­tro”, el FMLN ofre­ció la can­di­da­tu­ra pre­si­den­cial del 2009 a Mau­ri­cio Funes, ex-corres­pon­sal de CNN en El Sal­va­dor por muchos años. Duran­te la cam­pa­ña elec­to­ral, para con­tra­rres­tar la posi­ble con­ta­mi­na­ción de su ima­gen con el color rojo del FMLN y al mis­mo tiem­po per­mi­tir que el perio­dis­ta tuvie­ra una base de apo­yo fren­te al apa­ra­to del par­ti­do, ese sec­tor de la bur­gue­sía mon­tó un gru­po de apo­yo que se lla­mó «Los ami­gos de Mau­ri­cio», com­pues­to por empre­sa­rios y pro­fe­sio­na­les libe­ra­les. Des­pués de las elec­cio­nes, con el apo­yo de los her­ma­nos Cáce­res (gran­des empre­sa­rios, líde­res del gru­po de apo­yo y según esos cons­pi­ra­ti­vos el ver­da­de­ro poder en la som­bra) Funes implan­tó des­de el ini­cio de su man­da­to una espe­cie de monar­quía cons­ti­tu­cio­nal. El rey Mau­ri­cio I osten­ta la jefa­tu­ra del esta­do y tie­ne a un «pri­mer minis­tro», el secre­ta­rio de la pre­si­den­cia, que es el que reci­be y fil­tra a los minis­tros del FMLN.

Y para que que­de cla­ro des­de el prin­ci­pio quién man­da, el gabi­ne­te eco­nó­mi­co que­dó en manos de los «Ami­gos de Mau­ri­cio» y del par­ti­di­to de cen­tro-dere­cha Cam­bio Demo­crá­ti­co, alia­do del FMLN en las elec­cio­nes: Hacien­da, Eco­no­mía, Medio Ambien­te, Turis­mo, así como la mayo­ría de ins­ti­tu­cio­nes esta­ta­les. Al FMLN le toca­ron los minis­te­rios del área social: Edu­ca­ción, Salud, Obras Públi­cas, Tra­ba­jo, Agri­cul­tu­ra, Gober­na­ción, Segu­ri­dad (para que se encar­gue dela posi­ble repre­sión). Y le die­ron un supues­to carác­ter de neu­tra­li­dad a los minis­te­rios de Rela­cio­nes Exte­rio­res (un dipu­tado del FMLN) y Defen­sa Nacio­nal (un gene­ral), aun­que en reali­dad ambos están cer­ca­nos a Funes.

Con estos ante­ce­den­tes qui­zás se pue­dan enten­der mejor algu­nas de las luces y som­bras del pri­mer año de gobierno de cen­tro-izquier­da, que asu­mió el 1 de junio de 2009.

Los desas­tres “natu­ra­les”

En los «Acuer­dos de paz» de 1992 se inclu­ye­ron repar­tos de tie­rra, pero se otor­ga­ron las peo­res tie­rras a los gue­rri­lle­ros des­mo­vi­li­za­dos, nor­mal­men­te cam­pe­si­nos pobres, y se difi­cul­tó la obten­ción de cré­di­tos y la for­ma­ción en tec­no­lo­gías agra­rias. Al mis­mo tiem­po los gran­des empre­sa­rios han debi­li­ta­do el sue­lo al uti­li­zar gran­des exten­sio­nes para urba­ni­zar­las o para edi­fi­car enor­mes cen­tros comer­cia­les. Ade­más el exce­si­vo uso de pes­ti­ci­das y otros pro­duc­tos quí­mi­cos por los terra­te­nien­tes hizo que la tie­rra y las aguas estén tan con­ta­mi­na­das que casi no es posi­ble pro­du­cir en ellas. A esto súme­se las polí­ti­cas de dola­ri­za­ción y TLC, que lle­va­ron a decla­ra­cio­nes como las de un minis­tro de agri­cul­tu­ra de Are­na, que dijo que «es más efec­ti­vo y eco­nó­mi­co impor­tar ali­men­tos que pro­du­cir­los en el país”.

El medio ambien­te nun­ca for­mó par­te de las estra­te­gias de desa­rro­llo del país, dejan­do el camino libre para que el mer­ca­do explo­ta­ra los recur­sos natu­ra­les sin nin­gún tipo de regu­la­ción. Como dice Dago­ber­to Gutié­rrez, en El Sal­va­dor se hizo labo­ra­to­rio pla­ne­ta­rio del mode­lo neo­li­be­ral, apli­cán­do­lo de for­ma orto­do­xa, sin anes­te­sia, por eso en Irak al mode­lo apli­ca­do se le lla­ma remem­ber El Sal­va­dor. Esto ha pro­vo­ca­do que el país, y la región, se encuen­tre muy vul­ne­ra­ble fren­te a los fenó­me­nos natu­ra­les que trae con­si­go el cam­bio cli­má­ti­co. El terri­to­rio ha per­di­do sus defen­sas y, por su mala situa­ción eco­nó­mi­ca y social, la mayo­ría de la pobla­ción vive en alto riesgo.

Pero sal­vo en el tema de la mine­ría, gran con­ta­mi­nan­te, el res­to de los pro­ble­mas medioam­bien­ta­les no ha mere­ci­do has­ta aho­ra mayor aten­ción por par­te del Gobierno de cen­tro-izquier­da, y en el caso de las repre­sas, estas son apo­ya­das por Funes. La mayor par­te de lo des­cri­to aquí no se pue­de, evi­den­te­men­te, atri­buir al Gobierno de cen­tro-izquier­da. El pro­ble­ma es que tan­to Funes como el FMLN de momen­to sólo se dedi­can a tapar agu­je­ros (que son muchos y es nece­sa­rio tapar­los), y no se ven polí­ti­cas que posi­bi­li­ten algu­na mejo­ra de la situa­ción ambien­tal o la pre­ven­ción de desastres.

La vio­len­cia

Los medios casi todos los días insis­ten en que aumen­ta la cifra de muer­tos dia­rios (13, 14), y la com­pa­ran con las cifras de los gobier­nos ante­rio­res. Es una tác­ti­ca equi­va­len­te al 11‑S en EE.UU. o a ETA en Espa­ña, la mane­ra de que la pobla­ción se dis­trai­ga de los pro­ble­mas reales y con­si­de­re que las “maras” o pan­di­llas son el prin­ci­pal pro­ble­ma del país. Como resu­me el Equi­po Maiz, las pan­di­llas son un fenó­meno social sur­gi­do hace 20 años como pro­duc­to de las polí­ti­cas eco­nó­mi­cas y socia­les de los gobier­nos de Are­na, que pro­vo­ca­ron la emi­gra­ción de millo­nes de per­so­nas hacia las ciu­da­des y hacia el exte­rior. Las pan­di­llas sur­gie­ron en EE.UU. y fue­ron traí­das a Cen­troa­mé­ri­ca por jóve­nes depor­ta­dos de ese país.

A prin­ci­pios de sep­tiem­bre de este año, ante la inmi­nen­te apro­ba­ción de una nue­va ley «anti­ma­ras» (apo­ya­da por el FMLN) que pena­li­za has­ta la mem­bre­sía en estas agru­pa­cio­nes, las maras lan­za­ron un paro de tres días que para­li­zó bue­na par­te de la acti­vi­dad del país. Ame­na­za­ron a due­ños de empre­sas de trans­por­tes y a comer­cian­tes, con el obje­ti­vo de que no se aprue­be la ley y de ser escu­cha­dos, ya que, como ellos dicen, quie­ren «que se bus­quen solu­cio­nes a la pro­ble­má­ti­ca de la vio­len­cia, la cual es sim­ple­men­te una expre­sión por la injus­ti­cia social».

Ana­li­zan­do esto, Dago­ber­to Gutié­rrez con­si­de­ra que la socie­dad sal­va­do­re­ña vive un perio­do de gue­rra social. La gue­rra civil se rin­dió polí­ti­ca­men­te a las ape­ten­cias elec­to­ra­les de los líde­res del FMLN, y no hubo post­gue­rra, se pasó arti­fi­cial­men­te a la paz. Así, la gue­rra civil se con­vir­tió len­ta­men­te en gue­rra social, que es la que se está vivien­do. Las pan­di­llas, a pesar de que no conec­tan con nin­gu­na de las orga­ni­za­cio­nes de izquier­da, hicie­ron un plan­tea­mien­to polí­ti­co al gobierno, lo que impli­ca­ría que esas orga­ni­za­cio­nes, que tie­nen mucha fuer­za, pasan a otra eta­pa, a dis­cu­tir el poder. Como par­te del pue­blo pobre que son, las pan­di­llas piden un diá­lo­go y pre­sen­tan un lis­ta­do de peti­cio­nes simi­lar a lo que los movi­mien­tos socia­les están pidien­do: tra­ba­jo, salud, edu­ca­ción. Y el gobierno de cen­tro-izquier­da, al igual que los ante­rio­res de dere­cha, sólo tie­ne una polí­ti­ca ante el fenó­meno: la represión.

Tan­to el pre­si­den­te Funes como los minis­tros y dipu­tados del FMLN siguen con la visión de que el pro­ble­ma es de delin­cuen­cia, y que es fun­ción de la poli­cía y el ejér­ci­to con­tra­rres­tar­lo. Por lo tan­to no tie­nen una polí­ti­ca inte­gral fren­te al mis­mo. El FMLN votó hace unos meses a favor de la pro­pues­ta de incre­men­tar la pena máxi­ma de sie­te a 15 años, a los jóve­nes entre 16 y 18 años. Y se man­tie­ne la edad de impu­tabi­li­dad del menor, que es de 12 (doce) años. Ade­más Funes, con el aplau­so de todos los gru­pos polí­ti­cos, hizo algo que ni Are­na se atre­vió: sacó al Ejér­ci­to a la calle, para “com­ba­tir a las maras”, y con auto­ri­za­ción para dete­ner y disparar.

Los movi­mien­tos sociales

En El Sal­va­dor, qui­zás con más inten­si­dad que en otros paí­ses de Amé­ri­ca lati­na, los movi­mien­tos socia­les asu­men la rebe­lión con­tra la des­truc­ción del medio ambien­te. Al pun­to que las dos prin­ci­pa­les ban­de­ras de los movi­mien­tos socia­les en este momen­to son la lucha con­tra la repre­sa hidro­eléc­tri­ca El Cha­pa­rral y con­tra la mine­ra can­dien­se Paci­fic Rim.

En el caso de la repre­sa, más de 60 mil cam­pe­si­nos serían afec­ta­dos por inun­da­cio­nes, pér­di­das de sus cul­ti­vos y de sus vivien­das o des­truc­ción de las tie­rras. Los cons­truc­to­res y el Gobierno defien­den la pre­sa argu­men­tan­do que pro­du­ci­rá 66 mega­watts (MW) de ener­gía, nece­sa­rios para “el desa­rro­llo del país”. Sin embar­go, el Equi­po Maiz infor­ma que en el país se gene­ran actual­men­te, sin la repre­sa El Cha­pa­rral, 1.422 MW, y solo se con­su­men 924 MW. Des­de que asu­mió el Gobierno de cen­tro-izquier­da, los movi­mien­tos socia­les se han movi­li­za­do a la casa de gobierno en al menos tres opor­tu­ni­da­des pero no han sido reci­bi­dos por Funes. El pre­si­den­te ha sido con­tun­den­te: El Cha­pa­rral sigue; y el FMLN mayor­men­te no se ha opues­to a la obra.

La otra ban­de­ra de lucha es la opo­si­ción a la mine­ría de oro, tris­te­men­te céle­bre por la gran con­ta­mi­na­ción que pro­du­cen las tone­la­das de cia­nu­ro usa­das para lavar el oro, y por los desas­tres eco­ló­gi­cos que deja al ago­tar­se los yaci­mien­tos. Des­de el 2005 la empre­sa cana­dien­se Paci­fic Rim pre­ten­de ins­ta­lar­se en el depar­ta­men­to nor­te­ño de Caba­ñas. La empre­sa inten­tó pri­me­ro com­prar volun­ta­des, dan­do gene­ro­sas «ayu­das» a los alcal­des de los pue­blos y a cam­pa­ñas polí­ti­cas. Ante el fra­ca­so de esta y otras ini­cia­ti­vas, des­ató una ola de terror que con­ti­núa. Los cri­mi­na­les ope­ran con total impu­ni­dad, pese a que tan­to Funes como el FMLN se han decla­ra­do en con­tra. Ya se han pro­du­ci­do 4 ase­si­na­tos de acti­vis­tas y varios inten­tos más, así como secues­tros y palizas.

Ade­más de las dos luchas ya comen­ta­das, hubo mucha soli­da­ri­dad popu­lar con la rebel­día hon­du­re­ña, tan­to antes de las elec­cio­nes frau­du­len­tas como aho­ra. Esto se tra­du­jo en cor­tes de rutas, mani­fes­ta­cio­nes, ayu­da mate­rial y otras medi­das. Sin embar­go Funes sir­vió de arie­te esta­dou­ni­den­se, y lide­ró la pro­pa­gan­da favo­ra­ble a la far­sa elec­to­ral en Hon­du­ras y el reco­no­ci­mien­to de Por­fi­rio Lobo, aun­que en este caso el FMLN se opu­so claramente.

Las orga­ni­za­cio­nes popu­la­res conec­tan mayo­ri­ta­ria­men­te con el FMLN o con la Ten­den­cia Revo­lu­cio­na­ria (orga­ni­za­ción que salió del FMLN lue­go de los Acuer­dos de Paz y la con­ver­sión del Fren­te en apa­ra­to elec­to­ral) y algu­nas orga­ni­za­cio­nes peque­ñas de izquier­da. Hoy deman­dan mayo­res sala­rios, con­trol de pre­cios, refor­ma agra­ria y asis­ten­cia agrí­co­la al cam­pe­si­na­do, com­ba­te a la eva­sión de impues­tos, mayor impues­to a las ganan­cias de las gran­des empre­sas y más inver­sión social. Tam­bién hay movi­li­za­cio­nes a favor de la adhe­sión al ALBA, apo­ya­das por el FMLN ya que gran par­te del finan­cia­mien­to par­ti­da­rio pro­vie­ne de la empre­sa mix­ta que esta­ble­ció PDVSA con algu­nas alcal­días de cen­tro-izquier­da para ven­der petró­leo venezolano.

Luces y som­bras del FMLN

Entre los aspec­tos posi­ti­vos del gobierno de cen­tro-izquier­da está el res­ta­ble­ci­mien­to de las rela­cio­nes con Cuba; la eli­mi­na­ción de las cuo­tas «volun­ta­rias» en cen­tros de salud y hos­pi­ta­les públi­cos; algu­nas escri­tu­ras de tie­rras a fami­lias cam­pe­si­nas; la pro­pues­ta de ley de medi­ca­men­tos; la reac­ción rápi­da y sin sín­to­mas de corrup­ción ante las catás­tro­fes natu­ra­les y sobre todo la entre­ga de 1,3 millo­nes de uni­for­mes (ves­ti­do, cal­za­do) y úti­les esco­la­res a estu­dian­tes del sis­te­ma público.

Atrás que­da­ron en el FMLN los repro­ches por el cabil­deo del man­da­ta­rio con las empre­sas tele­fó­ni­cas, o por no hacer una refor­ma fis­cal dura, o por con­ver­tir­se en el ada­lid del reco­no­ci­mien­to del nue­vo gobierno de Hon­du­ras. Aún así, el FMLN se decla­ró satis­fe­cho: «Nun­ca hemos roto la comu­ni­ca­ción, por no decir las rela­cio­nes. Lo que ha habi­do son baches … en la comunicación».

Tam­bién fue lla­ma­ti­va la inter­na del FMLN, que ha impe­di­do par­ti­ci­par en las elec­cio­nes para la direc­ción polí­ti­ca a la mayo­ría de los mili­tan­tes; inclu­so los guar­da­es­pal­das de algun dipu­tado saca­ron pis­to­las para impe­dir que los acti­vis­tas del par­ti­do entren a los loca­les de vota­ción. Fuen­tes bien infor­ma­das ase­gu­ran que esto tie­ne que ver con la modi­fi­ca­ción a la ley elec­to­ral, que aho­ra per­mi­ti­ría lis­tas abier­tas y can­di­da­tu­ras inde­pen­dien­tes. El Fren­te está hacien­do una enor­me depu­ra­ción para garan­ti­zar que sólo los más fie­les siguen den­tro del par­ti­do, así se ase­gu­ran de que los can­di­da­tos de siem­pre que­den en los pri­me­ros luga­res de las listas.

Esas fuen­tes opi­nan que la recien­te reso­lu­ción (inape­la­ble según la Cons­ti­tu­ción) del tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal favo­ra­ble esas can­di­da­tu­ras inde­pen­dien­tes y lis­tas abier­tas, es para sal­var al sis­te­ma polí­ti­co sal­va­do­re­ño, que está dema­sia­do podri­do y cada vez goza de menos cre­di­bi­li­dad. Sin embar­go, ni el FMLN ni los par­ti­dos de dere­cha acep­tan la reso­lu­ción, y esto podría lle­var a un gol­pe de estado.

El falle­ci­do Scha­fik Han­dal, gran revo­lu­cio­na­rio y líder his­tó­ri­co del FMLN, decía en 1991 que un futu­ro Gobierno del Fren­te «cam­bia­rá favo­ra­ble­men­te la vida de una gran par­te de la pobla­ción al rea­li­zar la refor­ma agra­ria pro­fun­da y aten­de­rá de mane­ra prio­ri­ta­ria los pro­ble­mas ali­men­ta­rios, de salud, edu­ca­ción y vivien­da, incor­po­ran­do al pue­blo al esfuer­zo por resol­ver­los.» Hoy no se ve que la opción de incor­po­rar al pue­blo ten­ga pre­di­ca­men­to den­tro del par­ti­do FMLN.

Por últi­mo, aho­ra que el humo se ha disi­pa­do, es posi­ble ver algu­nos aspec­tos del FMLN que la gue­rra ocul­ta­ba. Por ejem­plo la visión de la igle­sia cató­li­ca (la de aho­ra, que no es como la de mon­se­ñor Rome­ro) como por­ta­do­ra de lide­raz­go moral, que algu­nos minis­tros ex-coman­dan­tes lle­van a ran­go de polí­ti­ca de esta­do. O el fes­te­jo del ani­ver­sa­rio de la «inde­pen­den­cia» de Espa­ña el 15 de sep­tiem­bre, que no difie­re en nada de las cele­bra­cio­nes de los ante­rio­res gobier­nos de dere­cha (a pesar de que en el acta en que se pro­cla­ma la “inde­pen­den­cia” en 1821 se acla­ra que es, cito lite­ral­men­te, “para pre­ve­nir las con­se­cuen­cias que serían temi­bles, en el caso de que la pro­cla­ma­se de hecho el mis­mo pue­blo”). O la fal­ta de apo­yo, ampa­ra­da en las «tra­di­cio­nes sal­va­do­re­ñas», a la direc­to­ra del Ins­ti­tu­to de la Mujer, que pre­ten­de que las estu­dian­tes de cole­gios públi­cos no vis­tan fal­das cor­tí­si­mas cuan­do des­fi­lan en actos ofi­cia­les (a imi­ta­ción de los des­fi­les esta­dou­ni­den­ses). Cosa que orga­ni­za­cio­nes femi­nis­tas defi­nen como «una prác­ti­ca sexis­ta, que gene­ra dis­cri­mi­na­ción y vio­len­cia en con­tra de las mujeres».

Con­clu­sión

El ana­lis­ta polí­ti­co Dago­ber­to Gutié­rrez ha acu­ña­do una fra­se que se popu­la­ri­zó: en El Sal­va­dor hay un Gobierno sin par­ti­do y un par­ti­do sin Gobierno. Según esto, el FMLN es el par­ti­do que ganó la vota­ción pero per­dió el Gobierno, y el Gobierno es un equi­po de gen­te que no ganó las elec­cio­nes, pero gobierna.

Para enten­der esto, por un lado hay que empe­zar dicien­do que en los últi­mos tiem­pos de la gue­rra, la mayo­ría de los coman­dan­tes insur­gen­tes se pre­pa­ra­ba para aban­do­nar la lucha polí­ti­ca y alis­tar­se para la lucha elec­to­ral, aca­tan­do sus reglas bur­gue­sas. Este dise­ño impli­có la diso­lu­ción de hecho de todas las orga­ni­za­cio­nes que inte­gra­ron al FMLN (inclui­do el PC) al crear el ins­tru­men­to elec­to­ral lla­ma­do par­ti­do FMLN. En estos casi 20 años des­de la fir­ma de los Acuer­dos de Paz, lo ante­rior se tra­du­jo en car­gos: alcal­des, dipu­tados y des­de el 2009 minis­tros, direc­to­res y altos car­gos ins­ti­tu­cio­na­les. Des­de esta base, el FMLN segu­ra­men­te aspi­ra­ba a rea­li­zar un gobierno «pro­gre­sis­ta», como los de Nica­ra­gua o Ecua­dor, sin lle­gar al «radi­ca­lis­mo» de Chá­vez. Y en su inge­nui­dad, el FMLN supu­so que podría gober­nar «para todos» y mani­pu­lar a su con­ve­nien­cia al pre­si­den­te Funes. Hoy se ve que a pesar de que Are­na fue derro­ta­da elec­to­ral­men­te, la dere­cha no fue derro­ta­da políticamente.

Por otro lado, Funes es un pre­si­den­te que apli­ca un mode­lo eco­nó­mi­co de dere­cha, que res­pal­da los pro­yec­tos polí­ti­cos y eco­nó­mi­cos de la dere­cha y que se ali­nea inter­na­cio­nal­men­te con la dere­cha. El y sus «Ami­gos» hacen y des­ha­cen y el FMLN tie­ne que estar todo el tiem­po jus­ti­fi­cán­do­lo y jus­ti­fi­cán­do­se. Debi­do a esto, como dice Gutié­rrez, la carac­te­rís­ti­ca deter­mi­nan­te de la acción guber­na­men­tal en este pri­mer año ha sido la inde­fi­ni­ción. El zig zag guber­na­men­tal se ha tor­na­do insos­te­ni­ble y el FMLN debe­ría enten­der que gober­nar es el rei­no de la par­cia­li­dad, expre­sa siem­pre los intere­ses de una par­te y nun­ca los intere­ses del todo. Aho­ra el FMLN corre el rie­go de tener que pagar todos los cos­tos del fra­ca­so de este Gobierno. Para evi­tar­lo ten­dría que pasar a la opo­si­ción, y no pare­ce estar dis­pues­to a hacerlo.

Ha lle­ga­do la hora de que el movi­mien­to popu­lar entien­da que debe dispu­tar el nue­vo Gobierno a la bur­gue­sía. Esto supo­ne un com­pli­ca­do pro­ce­so de con­fron­ta­ción y con­cer­ta­ción, por­que el pue­blo, que has­ta aho­ra con­fia­ba en el FMLN, debe saber que depen­de de sus pro­pias fuer­zas, de su pro­pia orga­ni­za­ción, de su pro­pio pro­yec­to, de sus alian­zas y de su uni­dad. Los temas de la lucha con­tra las repre­sas y la mine­ría, con­tra los trans­gé­ni­cos, por el empleo y el sala­rio digno, por la defen­sa del ambien­te, por la sobe­ra­nía, por la demo­cra­cia par­ti­ci­pa­ti­va, son algu­nos pun­tos pro­gra­má­ti­cos irre­nun­cia­bles y des­de allí el movi­mien­to popu­lar ha de apren­der a ser suje­to polí­ti­co y no sólo actor político.

Fuen­tes: CEPAL, Equi­po Maíz, Dia­rio CoLa­tino, www​.ten​den​cia​re​vo​lu​cio​na​ria​.org, www​.lahai​ne​.org, revis­ta Envío, El Faro, La Pren­sa Grá­fi­ca, Ban­co Cen­tral de Reserva

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