¿Qué hizo, Sr. Jáu­re­gui? – Mikel Arizaleta

El 4 de noviem­bre de 2010 el abo­ga­do y soció­lo­go José Luis Gómez Lla­nos recor­da­ba al lec­tor que ya en 1995 escri­bió en el perió­di­co El Mun­do 10 artícu­los rela­cio­na­dos con el GAL y sus per­so­na­jes ‑los “más impor­tan­tes de los cien­tos que he teni­do la suer­te de poder escri­bir estos años,… por­que enton­ces no fui­mos tan­tos los que denun­cia­mos taxa­ti­va­men­te lo que ocu­rrió en las cloa­cas del Esta­do”-. Hoy reco­jo su rela­to y sus pre­gun­tas y, a 25 años del ase­si­na­to de Mikel Zabal­tza por la Guar­dia Civil y el Gobierno de Feli­pe Gon­zá­lez, las relan­zó de nue­vo al hoy minis­tro de la Pre­si­den­cia del Gobierno espa­ñol, enton­ces dele­ga­do del Gobierno cen­tral en el País Vasco.

Aquel otoño/​invierno de 1985 fue un mes en que Eus­ka­di vivió en su car­ne la sen­sa­ción de estar inva­di­da por un Ejér­ci­to de ocu­pa­ción, que no res­pe­ta­ba la ley y el dere­cho a la vida.

Ramón Jáu­re­gui estu­vo calla­do, abso­lu­ta­men­te calla­do. Su silen­cio lo inte­rrum­pió el 22 de diciem­bre, hacien­do unas esca­lo­frian­tes decla­ra­cio­nes a la Agen­cia EFE, en las que “lamen­ta­ba el retro­ce­so en la con­cien­cia­ción del pue­blo vas­co con­tra el terro­ris­mo”, des­pués de que sus amos de Inte­rior en Madrid con Barrio­nue­vo a la cabe­za, cri­ti­ca­sen la acti­tud de los que no creían la ver­sión de Intxau­rron­do. El 26 de noviem­bre de 1985 fue dete­ni­do Mikel Zabal­tza por la Guar­dia Civil de Intxau­rron­do, días más tar­de apa­re­cía ase­si­na­do en el río.

El gobierno de Feli­pe Gon­zá­lez creó los GAL. La obra y arte de poner­los en acción reca­yó en el minis­tro José Barrio­nue­vo; a José Luis Cor­cue­ra le corres­pon­dió sacar dis­cre­ta­men­te del Minis­te­rio de Inte­rior los escom­bros de las san­grien­tas cha­pu­zas de su ante­ce­sor, en medio del teje­ma­ne­je de miles de millo­nes de los fon­dos reservados.

Los Gru­pos Anti­te­rro­ris­tas de Libe­ra­ción o GAL fue­ron agru­pa­cio­nes arma­das para­po­li­cia­les que prac­ti­ca­ron lo que unos años des­pués de cono­cer­se los hechos nadie dudó en lla­mar terro­ris­mo de Esta­do o gue­rra sucia con­tra ETA y su entorno, duran­te la déca­da de 1980.

Fue­ron crea­dos y diri­gi­dos por altos fun­cio­na­rios del Minis­te­rio del Inte­rior de Espa­ña, duran­te el gobierno del PSOE de Feli­pe Gon­zá­lez, con com­pli­ci­da­des polí­ti­cas des­de la mis­mí­si­ma Mon­cloa, aun­que esto últi­mo no pudie­ra demos­trar­se feha­cien­te­men­te. Aun­que decían com­ba­tir a ETA, en varias oca­sio­nes aten­ta­ron con­tra sim­ples mili­tan­tes de la izquier­da inde­pen­den­tis­ta vas­ca y con­tra eco­lo­gis­tas. Tam­bién rea­li­za­ron accio­nes indis­cri­mi­na­das debi­do a las cua­les falle­cie­ron ciu­da­da­nos fran­ce­ses sin ads­crip­ción polí­ti­ca cono­ci­da. En sus cua­tro años de his­to­ria, los GAL come­tie­ron más de trein­ta accio­nes terro­ris­tas, matan­do e hirien­do a cer­ca de sesen­ta per­so­nas. Entre sus méto­dos habi­tua­les esta­ban la colo­ca­ción de bom­bas en los coches, tiros en la nuca y ame­tra­lla­mien­to en los bares don­de supues­ta­men­te se encon­tra­ban sus víc­ti­mas. Varias de entre ellas no tenían rela­ción nin­gu­na con ETA.

Mien­tras que la auto­ría mate­rial de los ase­si­na­tos per­pe­tra­dos, y demás casuís­ti­cas cri­mi­na­les, fue­ron inves­ti­ga­dos más mal que bien por los jue­ces en Madrid, en Eus­ka­di éra­mos y somos muchos los que nos pre­gun­tá­ba­mos y nos pre­gun­ta­mos si el triun­vi­ra­to socia­lis­ta en fun­cio­nes en 198384, ‑Bene­gas-Jáu­re­gui-Dam­bo­re­nea‑, no tenía asig­na­da “de fac­to” la cober­tu­ra de las ope­ra­cio­nes, por lo difí­cil que es com­pren­der que duran­te los cin­co años que duró esta terri­ble pesa­di­lla, no hubie­ran reu­ni­do ni un solo indi­cio sobre unos mato­nes que ope­ra­ban des­de des­pa­chos cola­te­ra­les a los suyos.

El Sr. Ramón Jáu­re­gui, actual minis­tro de Pre­si­den­cia, era enton­ces el líder de los socia­lis­tas vas­cos y el dele­ga­do del Gobierno en el País Vas­co y, como tal, el jefe polí­ti­co de las Fuer­zas de Segu­ri­dad del Esta­do en Eus­ka­di en el perío­do en que los sal­va­jes y desa­pren­si­vos mato­nes de Intxau­rron­do tor­tu­ra­ban has­ta la muer­te al joven Mikel Zabal­tza. Don Ramón ha teni­do múl­ti­ples oca­sio­nes de demos­trar la cla­se de fibra éti­ca y polí­ti­ca, que posee. Y qui­zá su cobar­día y su fri­vo­li­dad le han impe­di­do has­ta aho­ra reco­no­cer sus erro­res, qui­zá sus crímenes.

El Sr. Ramón Jáu­re­gui se ha mos­tra­do defen­sor de los impli­ca­dos en el GAL, apo­yan­do a Vera y a Barrio­nue­vo. Cuan­do San­cris­tó­bal fue dete­ni­do, R. Jaú­re­gui se atre­vió a excul­par al ex gober­na­dor civil de Biz­kaia, decla­ran­do públi­ca­men­te que este tur­bio per­so­na­je goza­ba de su total con­fian­za, y que las impu­tacio­nes por par­te de Dam­bo­re­nea, Ame­do, Domín­guez, San­cris­to­bal… eran men­ti­ra. ¿Qué tie­ne que decir hoy el enton­ces Con­se­je­ro de Jus­ti­cia del Gobierno Vas­co y actual minis­tro de Pre­si­den­cia? Dam­bo­re­nea denun­ció públi­ca­men­te que altos car­gos del PSOE fue­ron con­vo­ca­dos por el enton­ces minis­tro del Inte­rior, José Barrio­nue­vo y se reu­nie­ron en la sie­rra madri­le­ña su núme­ro dos, Rafael Vera, Ramón Jáu­re­gui Aton­do, dele­ga­do del Gobierno en el País Vas­co; José María Bene­gas, secre­ta­rio gene­ral del PSE-PSOE; los gober­na­do­res civi­les de Gipúz­koa (Julen Elgo­rria­ga), Viz­ca­ya (Julián San­cris­to­bal) y Ara­ba (Jesús Gar­cía Villos­la­da), y los secre­ta­rios del Par­ti­do Socia­lis­ta en esas tres pro­vin­cias (Enri­que Casas, Gar­cía Dam­bo­re­nea y Angel Gavi­lán) para orga­ni­zar, lo que poco más tar­de, se cono­ce­ría como el GAL. Pos­te­rior­men­te aña­dió que Feli­pe Gon­zá­lez y Nico­lás Redon­do Terre­ros esta­ban al tan­to de lo que ocu­rría en el GAL. Rafael Vera decla­ró en Vanity Fair:«Si Gon­zá­lez hubie­ra admi­ti­do su res­pon­sa­bi­li­dad en los GAL habría ido a la cárcel»

Sobre el tenien­te-coro­nel Galin­do, al que alcan­zan las pis­tas de la inves­ti­ga­ción por los horri­bles ase­si­na­tos de Lasa y Zaba­la, acu­sa­do en nume­ro­sos suma­rios por tor­tu­ras, trá­fi­co de dro­gas etc. Jáu­re­gui escri­bió que era el poli­cía más pro­fe­sio­nal y serio que poseía­mos en Eus­ka­di. Esca­lo­frian­te. ¿Lo repe­ti­ría hoy de nuevo?

Hoy, que es minis­tro del actual Gobierno, le pre­gun­ta­mos de nue­vo: ¿en manos de qué cla­se de polí­ti­cos esta­ba la lucha anti­te­rro­ris­ta cuan­do el GAL mata­ba a ros­tro des­cu­bier­to? ¿Qué hizo, su par­ti­ci­pa­ción, su silen­cio res­pec­to al GAL en cali­dad de dele­ga­do del Gobierno duran­te los cua­tro años de su man­da­do? La mis­ma pre­gun­ta que el 19 de enero de 1995 le hacía en un artícu­lo en El Mun­do, Gal y la res­pon­sa­bi­li­dad polí­ti­ca de Ramón Jáu­re­gui (II), el abo­ga­do y soció­lo­go José Luis Gómez Lla­nos y a la que toda­vía sigue sin contestar.

Nos recuer­da Gómez Lla­nos que “la inves­ti­ga­ción perio­dís­ti­ca sobre los GAL se ini­ció en 1987 en el perió­di­co Deia de la mano de los repor­te­ros Ricar­do Arques, Juan Car­los Urrutxur­tu y Ando­ni Ortu­zar. Des­pués, Dia­rio 16 y, sobre todo, el dia­rio El Mun­do siguie­ron las inves­ti­ga­cio­nes. Yo insis­to siem­pre en estos deta­lles para recal­car que los GAL no fue­ron des­cu­bier­tos como con­se­cuen­cia de inves­ti­ga­cio­nes de la Poli­cía o de la jus­ti­cia, ni de los deba­tes en una comi­sión inves­ti­ga­ción par­la­men­ta­ria, sino que fue obra de la teme­ri­dad de unos perio­dis­tas que actua­ron con tesón en algún caso con­tra las direc­tri­ces de las cúpu­las de sus pro­pios periódicos”.

Cabe seña­lar que en el Sena­do se cons­ti­tu­yó una comi­sión de inves­ti­ga­ción que no lle­gó a apro­bar infor­me final alguno de con­clu­sio­nes y que duran­te el gobierno de Aznar recla­ma­ron los anti­guos car­gos socia­lis­tas, enca­be­za­dos por Feli­pe Gon­zá­lez, la libe­ra­ción de Vera y Barrio­nue­vo con­de­na­dos por el Caso Marey, obte­nien­do un indul­to par­cial para ambos el año 1998. Y que tras la inves­ti­du­ra del gobierno de Zapa­te­ro en 2004 ‑que supu­so la vuel­ta al poder del PSOE- nue­va­men­te diri­gen­tes socia­lis­tas, otra vez con Gon­zá­lez a la cabe­za, exi­gie­ron el indul­to total para Vera y otros con­de­na­dos, aun­que sin éxito.

Hoy segui­mos tan nece­si­ta­dos como enton­ces de que una comi­sión hono­ra­ble y veraz nos acla­re la res­pon­sa­bi­li­dad real que Don Ramón Jáu­re­gui, como dele­ga­do del Gobierno cen­tral en el País Vas­co, tuvo y sigue tenien­do en la tra­ma de los GAL y en los crí­me­nes lle­va­dos a cabo en nues­tro pueblo.

El gene­ral de la Guar­dia Civil Enri­que Rodrí­guez Galin­do ‑fue ascen­di­do por la cúpu­la de Inte­rior del feli­pis­mo, que tam­bién aca­bó sien­do con­de­na­da por su vin­cu­la­ción a los GAL, cuan­do ya había indi­cios de su impli­ca­ción en aque­llos hechos‑, el ex gober­na­dor civil de Gipúz­koa Julen Elgo­rria­ga y los agen­tes Ángel Vaque­ro, Feli­pe Bayo y Enri­que Dora­do Villa­lo­bos fue­ron los pro­ta­go­nis­tas de aque­llos hechos que situa­ron los valo­res demo­crá­ti­cas y garan­tis­tas de un Esta­do de dere­cho en las cloa­cas de la gue­rra sucia. No sólo tuvie­ron un jui­cio jus­to y oca­sión de defen­der­se, sino que, pese a la gra­ve­dad de las acu­sa­cio­nes y el alcan­ce de las con­de­nas ‑la Audien­cia Nacio­nal, el Tri­bu­nal Supre­mo y el Tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal aca­ba­ron sen­ten­cián­do­les a penas de entre 71 y 75 años de prisión‑, todos ellos fue­ron excar­ce­la­dos tras haber cum­pli­do unos pocos años de cár­cel, nos recuer­da Jose­ba San­ta­ma­ría en su artícu­lo Memo­ria de cal viva.

Ha pasa­do mucho tiem­po, pero la mayo­ría de los ase­si­na­tos de aquel perio­do de terro­ris­mo de Esta­do no han sido acla­ra­dos. Aho­ra se cum­plen 25 años del ase­si­na­to de Mikel Zabal­tza. Como José Luis Cano, Aniano Jimé­nez, Ricar­do Gar­cía Pelle­je­ro, Ger­mán Rodrí­guez, Gladys del Estal, Tomás Alba… y otros muchos ase­si­na­dos por el terro­ris­mo dere­chis­ta o las actua­cio­nes parapoliciales.

Zabal­tza es una víc­ti­ma que tie­ne dere­cho a la ver­dad, la jus­ti­cia y la memo­ria. La mis­ma que sus fami­lia­res y los ciu­da­da­nos, y más aho­ra que usted exi­ge des­de el gobierno y los medios de comu­ni­ca­ción a otros pos­tu­ras cla­ras ante la vio­len­cia. ¿Qué hizo, Sr. Ramón Jáu­re­gui? Espe­ra­mos su respuesta.

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