Entre los 250.000 cables de la diplomacia estadounidense que el portal de Wikileaks viene filtrando durante la última semana, ayer se conoció otro que versa sobre algo relacionado con el conflicto político vasco. En este caso, con la situación que vivió el ex preso Iñaki de Juana entre 2005 y 2007, cuando forzaron su mantenimiento en prisión. Algo que reconoce Alfredo Pérez Rubalcaba, según Wikileaks.
El ministro del Interior y vicepresidente del Gobierno español, Alfredo Pérez Rubalcaba, habría reconocido en 2007 ante el entonces embajador de EEUU en Madrid, Eduardo Aguirre, que habría sido mejor dejar que el ex preso político donostiarra Iñaki de Juana hubiera quedado en libertad en 2005, una vez cumplida de forma íntegra la condena impuesta, en vez de forzar su mantenimiento en prisión. Esto ocurrió tras presentar el Ejecutivo «un cargo adicional» en su contra, como lo fue la imposición de una condena por dos artículos de opinión.
Wikileaks colgó ayer en uno de sus portales digitales uno de los pocos cables, atribuido a la diplomacia estadounidense, sobre el conflicto político y que la agencia Europa Press difundió, traducido al español. Se trataría de un cable fechado el 3 de marzo de 2007 y remitido a la Secretaría de Estado de Washington, en la que se relata la conversación entre Rubalcaba y el embajador de EEUU en Madrid sobre porqué el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero acordó mantener en arresto domiciliario a De Juana tras realizar sendas huelgas de hambre de larga duración.
«Habría sido mejor…»
Rubalcaba alegó, informa Wikileaks, que la intención del Gobierno era evitar el fallecimiento del donostiarra, para que no se convirtiera «en un mártir para la juventud radical de ETA durante décadas».
Sin embargo, la información más valiosa de ese cable de la diplomacia sería que Rubalcaba reconoció, «en confianza», al embajador Aguirre que, cuando la condena impuesta a De Juana estaba a punto de agotarse en 2005, el entonces ministro de Justicia, Fernando López Aguilar ‑el mismo que afirmó públicamente que el Gobierno «construirá imputaciones» para evitar la puesta en libertad de presos políticos vascos‑, no quiso «que un asesino convicto quedara en libertad». Por ello, presentó «un cargo adicional, si bien es cierto que poco claro y de méritos poco sólidos, para que el miembro de ETA siguiera en la cárcel».
Según el cable, el ministro de Interior y vicepresidente español reconoció que, «visto con perspectiva, habría sido mejor» permitir que De Juana fuese puesto en libertad en 2005, y que en 2007 el Gobierno del PSOE estaba «pagando el precio» por aquella decisión.
En otro punto del cable, atribuido al embajador de EEUU por Wikileaks, también reconoció que el Ejecutivo español no había explicado bien a la opinión pública española que Iñaki de Juana había cumplido de forma íntegra la condena impuesta por los tribunales españoles.