Hay una casta compuesta de banqueros, empresarios y políticos, privilegiada, dominante y explotadora que nos lleva al desastre y la miseria. Pretenden acabar con todas nuestras conquistas sociales, que gracias a décadas de lucha (la de nuestros aitites primero, la de nuestros aitas después y la nuestra en la actualidad), les habíamos conseguido arrancar con un costo muy alto de sangre, sudor y lágrimas.
Sangre, sudor y lágrimas derramadas por la clase obrera para poder tener unas condiciones de vida mínimamente dignas (trabajo regulado por un convenio, seguro de desempleo, seguridad social y al final de nuestra explotación durante toda una vida, poder tener una pensión en la vejez que en la inmensa mayoría de los casos ha sido siempre insuficiente.
Ahora estos delincuentes de guante blanco y desalmados, con sueldos escandalosos y pensiones vitalicias, sintiéndose impunes ante sus propias leyes, nos vienen con el cuento, sin ninguna vergüenza y el menor escrúpulo, de que por culpa de la crisis (una crisis que ellos mismos han provocado, no lo olvidemos nunca) hay un crecimiento del desempleo, que no haya dinero para las pensiones, para las ayudas sociales, para la educación, la sanidad, etc.
Es culpa de la crisis, nos repiten y nosotros les decimos que mienten tanto como hablan, que no falta dinero, que los que sobran son ellos, los ladrones y los especuladores. Que la riqueza que los trabajadores/as generamos se la han apropiado ellos y que la dilapidan ¡ y de qué manera! en llenar los cofres de esas cuevas de Ali Babas que son los bancos, para seguir haciendo negocios en sus proyectos faraónicos, depredadores de la naturaleza (T.A.V., centrales nucleares, super puertos) y cómo no, en sus malditas guerras imperiales de saqueo y rapiña de las riquezas de otros pueblos que llaman del tercer mundo (Afganistan, Irak y ahora Libia. ¿Quién será el siguiente?…¿ Venezuela tal vez?
Nos quieren seguir aplicando sus mismas recetas de siempre, para que su tasa de beneficios no disminuya y siga creciendo. Nos dicen también que debemos trabajar más ganando menos, que nos jubilemos casi a los 70 años, mientras los hijos y los nietos se pudren en el desempleo crónico, la precariedad y la desesperación de una vida sin futuro.
Esta es pues su “fórmula mágica”, y que sus chicos de los recados, los políticos de orden, intentaran vendernos en la próxima obra teatral titulada: “Elecciones municipales”. Con la democracia hemos topado.
Nos darán la chapa con palabras rimbombantes, como democracia, libertad, en fin, “derechos” y obligaciones por aquí y por allá, y no sabemos cuántas cosas más, todas las que se les ocurran.
EDUCAR-FORMAR Y ADIESTRAR CON LA PRAXIS.