El juicio que se esta desarrollando en la Audiencia Nacional en relación con los atentados cometidos por los GAL en los bares Batxoki y Consolation en 1986 ha vuelto a poner de manifiesto lo que era evidente a ojos de la ciudadanía vasca: Que los GAL fueron creados y dirigidos por el Gobierno del PSOE presidido por Felipe González.
Los GAL son un ejemplo más del «todo vale» contra el independentismo vasco, ya que todos los Gobiernos españoles se han valido de la guerra sucia, en ocasiones ejecutada por unas siglas (GAL, BVE, AAA…) y en otras efectuada directamente por las diferentes fuerzas policiales.
Sin embargo, no se le puede restar gravedad a que altos cargos del Gobierno del PSOE que organizo el GAL, como Rubalcaba o Jáuregui, continúen hoy en día ejerciendo importantes responsabilidades de Gobierno.
Es más grave aún que el Gobierno español se mantenga inmóvil en su trinchera política frente a los evidentes cambios que se están produciendo en la situación política de Euskal Herria y que para ello Rubalcaba o Jáuregui se escuden en la supuesta «falta de credibilidad» de la Izquierda Abertzale, ¿Acaso tienen alguna credibilidad ante la sociedad vasca Rubalcaba o Jáuregui? ¿Tiene alguna credibilidad democrática un Estado que no solo ampara sino que premia la guerra sucia?
Con los pasos dados y las iniciativas puestas en marcha la Izquierda Abertzale, además de generar una nueva situación política, ha puesto las bases para un proceso resolutivo definitivo. El Estado español debería dejar de lado intereses y perspectivas cortoplacistas y mostrar de una vez la talla que el momento político exige.
Ezker Abertzalea
2011ko apirilak 5