La sobreexposición mediática y en actos Públicos del presidente Rafael Correa en su campaña por el SÍ, al parecer ya no es la varita mágica de los publicistas oficiales para alzarse con el triunfo electoral. Otros eran los tiempos en los que la llegada del primer mandatario a las distintas localidades significaba un acontecimiento que concentraba a miles de esperanzados ecuatorianos. Otros eran los tiempos en que su nombre, su imagen, su palabra representaban soberanía, combate a la corrupción, defensa de los derechos de los trabajadores, democracia y construcción de una patria nueva. Ahora, cada nueva aparición pública de Rafael Correa está acompañada de la presencia de gente que, de manera espontánea u organizada, le expresa su desilusión, su rechazo o su desdén.
Fue él mismo quien se puso esta soga al cuello. Fue él mismo quien, a través de una consulta mañosa, cuyo contenido no conoce el 80% de la población y que en el fondo pretende abrir el paso a un control absoluto de los poderes del Estado, convirtió esta disputa electoral en un referéndum de aprobación o de rechazo a su gestión. Ahora, el escenario político ha dado un giro: el gran respaldo que va adquiriendo el NO en todo el país, que ha puesto a esta alternativa a poquísima distancia del SÍ, pese a todo el aparataje estatal que respalda a la opción oficial, lo cual plantea desde ya una derrota política para Rafael Correa.
Recordemos que los índices de aprobación o popularidad del Presidente en estos cinco años siempre se han mantenido muy elevados respecto a otros gobiernos. Ahora son muy pocos los puntos de diferencia entre quienes lo respaldan y quienes lo rechazan. Es más, en el escenario existe la seria posibilidad deque Correa pierda las elecciones. Las fuerzas democráticas,progresistas y de izquierda, unificadas en la Coordinadora Plurinacional “Esta vez NO”, mantienen una intensa actividad en cada rincón de país, y, al tiempo de explicar el contenido de las preguntas y su significado, desenmascaran la acción mañosa del primer mandatario, y lo hacen a través de mítines, marchas, vistas casa a casa, foros, etc., además de sus mensajes en los medios masivos, que han tratado de ser obstaculizados por parte del Consejo Nacional Electoral pero que por lo bien logrados han llegado a la conciencia de la gente.
Indigna la posición desafiante del primer mandatario ante sus rivales políticos y ante el pueblo que no cree en su palabra. En la ciudad de Latacunga, el pasado 12 de abril, el Presidente ordenó que la caravana que lo transportaba en su recorrido por varias parroquias y cantones de esa provincia pase por frente a la Universidad Técnica de Cotopaxi, donde existe un movimiento estudiantil que por varias ocasiones ha levantado al pueblo contra la desatención del régimen a la educación superior. Pasó únicamente para provocar, para desafiar a los jóvenes y profesores universitarios, que no dudaron en levantar ante él carteles a favor del NO. Pasó ante ellos haciendo señas, como un niño malcriado.
Debe ser irritante para alguien que ha perdido el control sobre su vanidad y arrogancia, mirar que las concentraciones que su movimiento político organiza no son de la masividad como las que él quisiera. Y más aún ver que en todo lado hay quienes le han perdido el miedo y le gritan “NO
Es que en esta polarización política, en el lado del SÍ están solo “su majestad” y un puñado de esbirros que aún se sirven del paraguas de la “revolución ciudadana” para mantener cargos burocráticos o prebendas para su grupo. Mientras que del lado del NO está el resto del país, es decir: la mayoría. El crecimiento del NO es desde ya una derrota política para Correa.