
Aníbal Garzón, es un sociólogo catalán, militante de la contra información, pluma conocida en varias paginas webs, entre ellas la nuestra Boltxe.
Ha vivido en diversos lugares, entre ellos Euskal Herria, periodo en el cual tuvimos ocasión de conocerle y desde el cual, se puede decir que Boltxe y Aníbal, mantenemos amistad y en los últimos tiempos colaboración en forma de escritos y artículos de opinión. También ha vivido en Angola y actualmente en Bolivia.
B- Aníbal, dinos…Ya casi un año en Bolivia te habrá dado para hacerte una idea del proceso político que se da de la mano de Evo Morales y del MAS ¿Que impresiones nos puedes trasmitir del país sudamericano y de su proceso?
A- Lo que más impresiona del Proceso de Cambio de Bolivia son las contradicciones actuales entre el gobierno y los movimientos sociales. Tras la victoria de Evo Morales en las elecciones de diciembre de 2005 la pugna principal fue la dicotomía tradicional entre la izquierda, sector popular, y la derecha, sector burgués, pero tras el juego sucio de la derecha como el intento de golpe de estado en Pando en Septiembre de 2008 y su vinculación con la injerencia norteamericana, la derecha salió desprestigiada. Así que su estrategia se particularizó en hacer oposición desde varios departamentos que controlaban, como los conocidos orientales de la llamada “Media Luna”; Santa Cruz, Tarija, Pando, y Beni, creando un imaginario falso de nacionalismos periféricos sin cultura propia por sus intereses autonómicos. Tras la reelección de Evo Morales en las elecciones de diciembre 2009, y con la aprobación de la Nueva Constitución Política en febrero del mismo año por referéndum popular, actualmente existen nuevos conflictos amplios entre el estado y las organizaciones sociales que apoyan o apoyaron el Proceso. El sindicato de la Central Obrera Boliviana,organizaciones indígenas como la CONAMAQ, CIDOB, las Bartolina Sisa,… están en constante pugna con el estado por la lucha de intereses. El principal problema que hay de estas contradicciones es que el estado busca un proceso de cambio conjunto de interés amplio y colectivo, y las comunidades y organizaciones buscan el beneficio propio de sus intereses o regiones, es decir, hay pugnas entre las dialécticas particulares de cada actor y la dialéctica general del estado.
B‑Bolivia forma parte de esos países que practican lo que se viene a llamar el socialismo del siglo XXI, ¿Piensas que en Bolivia se esta dando un viraje hacia el socialismo que planteaba Marx?
A- Creo que Bolivia no está caminando hacia el socialismo. Una cosa es la teoría y otra la práctica. Hay discursos gubernamentales que dicen que Bolivia va hacia un “socialismo comunitario” del “Buen Vivir” pero hay autoridades que definen la estrategia del gobierno de Bolivia como un “capitalismo andino”, como lo ha dicho alguna vez el Vicepresidente Álvaro García Linera. Bolivia actualmente intenta superar la dominación colonial histórica y el neoliberalismo que se implantó en los años 80 pero no es un modelo socialista, sino busca acercarse a un modelo de política económica keynesiana donde el estado debe intervenir en economía por encima del mercado aportando ciertos servicios a la población reduciendo la privatización. Pero esto no hace romper con la estructura de clases sociales que existe. Hasta el momento no es una Revolución, sino un reformismo capitalista contra el neoliberalismo. Recordemos que Bolivia en su misma Constitución mantuvo la propiedad privada individual, aunque añadió la propiedad comunitaria y estatal, uno de los principios que se deben suprimir o restringir para caminar hacia el socialismo.
B‑En una reciente entrevista que has realizado al ministro de interior boliviano este afirmaba que Bolivia ha abandonado el neoliberalismo..¿Estas de acuerdo con esa afirmación?
A- Sobre la afirmación del Ministro de Gobierno – Interior – Sacha Llorenti estoy de acuerdo, pero debe quedar claro que abandonar el neoliberalismo no es abandonar el capitalismo. Se puede interpretar como un primer paso importante del Proceso de Cambio de Bolivia pero no es un cambio de sistema económico sino que el estado empezará a hacer simplemente algunas regulaciones mercantiles que antes no hacia, pero la clase privilegiada no perderá sus privilegios. El problema que hay en Bolivia, y creo que en toda Latinoamérica, es que la burguesía nacional, vinculada históricamente a la dependencia del imperio norteamericano, cree que pierde status si las clases bajas empiezan a recibir servicios del estado; educación, sanidad,… En eso fue más inteligente la burguesía europea creando un consumo masivo y unas clases trabajadoras formadas para mejorar la economía capitalista de estos estados y generar un ambiente de consenso y no una estructura de lucha de clases tan bipolar – aunque eso es solo temporal en la ley de acumulación capitalista y la crisis de estado-. Actualmente en Bolivia, Venezuela,… en sus procesos desarrollistas, no socialistas, hay un crecimiento económico elevado que beneficia a una burguesía nacional. La contradicción fuerte sería si estos países finalmente llevan unas reformas socialistas de eliminar también esa burguesía nacional, pero de momento la luchas de clases nacionales esta suprimida por las contradicciones entre las naciones del centro (Estados Unidos y Europa) y periferia (Latinoamérica), como señala la Teoría Económica marxista de la Dependencia.
B-Bolivia es un estado plurinacional en el que viven varias comunidades indígenas diferentes. ¿Cómo ves la relación entre la población más “blanca” por llamarla de alguna manera y las comunidades indígenas? ¿Has visto episodios de racismo?
A- Actualmente están registradas 36 comunidades originarias; quechuas, aymaras,…. Los indígenas históricamente han sido excluidos de las instituciones estatales, y esas comunidades no se sentían parte de las fronteras artificiales bolivianas creadas por los colonos españoles. Por eso una de las estrategias del estado actual es integrar a esas comunidades en el nuevo Estado Plurinacional de Bolivia con símbolos oficiales como la bandera Wiphala – signo de los pueblos indígenas –. El proceso institucional, donde ciertos asambleístas son indígenas, nuevos periodistas oficiales que salen en la televisión pública son indígenas,… no es la clave principal de integración, sino que la cuestión es el contexto social y cultural, igual que sucede en el machismo y el patriarcado. Actualmente actores de la “clase blanca”, sobre todo de los 4 departamentos orientales, siguen presentando acciones racistas. Organizaciones como la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) han ido por las calles con símbolos nazis pegando a indígenas, con la contradicción de que jóvenes de la UJC tenían rasgos indígenas pero han perdido sus valores y tradiciones por la represión de gobiernos anteriores. Para evitar estas acciones, el gobierno aprobó el año pasado una norma, la Ley Contra el Racismo y Todo Tipo de Discriminación, pero todavía hay comunidades que crean esa brecha entre “blancos e indígenas”, no es fácil en poco tiempo, tras más de 500 años de esa separación y dominación de los “blancos”. El problema que puede surgir es que sujetos indígenas no entiendan que el proyecto del estado busca eliminar el racismo, y conseguir la convivencia e igualdad de oportunidades entre todos los bolivianos, por que gente etiquetada de pertenecer a la “raza blanca” y que apoya el Proceso de Cambio me han comentado que hay ciertos sujetos indígenas que se sienten poderosos con este Proceso – el primer Presidente indígena de la historia es Evo Morales– y actúan racistamente contra ellos. Eso no es avanzar, pasando el racismo de un lado a otro, y el estado debe estar atento.
B‑La pregunta va a ser muy directa…¿Qué opinas del llamado socialismo del siglo XXI? ¿Lo consideras una salida revolucionaria para los pueblos de nuestra América?
A- Si soy sincero soy muy crítico con la construcción del llamado socialismo del siglo XXI, primero por que es bastante difuso, y segundo por que creo que no se debe jugar con el etiquetaje temporal. El Socialismo es una base científica que juega con los principios del materialismo histórico y dialéctica, y Marx ya avisó que el proceso no es lineal, pueden haber retrocesos y avances. Por eso el socialismo del siglo XXI no debe romper con los avances a lo que se le llama el “Socialismo del siglo XX” o “Socialismo Real” que existió en los países soviéticos, sino que debe analizarse sistemáticamente de manera constante para corregir los errores cometidos. Una teoría liberadora y de tendencia marxista debe hacer uso de la praxis dialéctica, es decir, salimos de una práctica social (el socialismo del siglo XX), se analiza conjuntamente lo sucedido, errores y aciertos, para formular un avance teórico y seguidamente se aplica una nueva práctica social. Creo que los llamados socialismos del siglo XXI en América Latina no juegan con esa metodología marxista, rompen con todo el pasado como un error completo, idea que ha implementado la socialdemocracia europea y los nuevos partidos de “izquierda” revisionista, y eso lo que hace es crear un camino difuso que no se define dónde ir y cómo dirigir los proyectos para llegar al verdadero socialismo. Por esto en Venezuela, Bolivia, Ecuador,… hay gobiernos de izquierdas muy pragmáticos y poco analíticos con un proyecto muy difuso y que genera decepciones a una parte de la población.
B‑Desde la lejanía, tu que has vivido en Euskal Herria, ¿Qué valoración haces del actual momento político en nuestro país?
A- Seguí desde Bolivia las elecciones municipales de Euskadi y las autonómicas de Nafarroa, es decir de toda Euskal Herria. La verdad es que la victoria electoral de Bildu, como segunda fuerza en votos pero como primera en concejalías, es un indicador de que el pueblo vasco ha resistido a las represiones históricas y actuales del estado español, y sobre todo que el pueblo vasco busca el derecho a decidir por su futuro mediante instrumentos pacíficos. Ahora cabe esperar la legalización de Sortu y su presentación en las elecciones autonómicas vascas de 2013. Creo que todo esto no es solo una victoria del pueblo vasco, sino también del catalán, del gallego, del andaluz,… que miramos ese ejemplo como parte de nuestro futuro. Y no solamente a nivel de lucha nacional sino también a nivel de las reivindicaciones económicas y políticas que los movimientos sociales de la izquierda abertzale lideran, es un modelo que cualquier pueblo dentro del estado español o las fronteras de la Unión Europea debe analizar para aprender de sus luchas.
B‑En Boltxe consideramos al estado español una cárcel de pueblos y creemos en el derecho a la independencia vasca, galega y catalana..Desde el otro lado del charco, ¿Cómo ves esas dinámicas de lucha de los pueblos?
A- Haciendo un análisis objetivo por encima de mis valores, hay que señalar que el derecho de libre determinación de los pueblos o autodeterminación es un derecho recogido en documentos internacionales como la Carta de las Naciones Unidas o los Pactos Internacionales de Derechos Humanos, e incluso en otras resoluciones de la Asamblea General de la ONU. Así la Constitución Española se contradice con estos principios internacionales al afirmar en su artículo 3 que es “indisoluble la unidad de la nación española”. En España hay un problema histórico, intentar elevar la imposición de su nación artificial cultural creada por mecanismos imperiales políticos de invasión. No solamente invadió e hizo barbaridades de imposición cultural en América Latina, sino también en las naciones ibéricas como la catalana, la vasca, la gallega,… Esa imposición de la nación española ha generado un nacionalismo español de índole fascista, por que hay que destacar que los avances institucionales del la liberación de los pueblos catalán, gallego y vasco se dieron en la II República (1931−1936), pero el golpe de estado de Franco y una dictadura de casi 40 años sin un proceso de Transición verdadero ha mantenido esa represión del estado español. Recordemos que el pueblo vasco no votó a favor de la Constitución Española en el referéndum de 1978, eso etiqueta al nacionalismo español como invasor que reprime la decisión popular de Euskal Herria.
B‑Eres una persona que lleva ya mucho tiempo en la contra información ¿Qué valor le das a esta dinámica contra informativa en los procesos liberadores de los pueblos?
A- Primero de todo, me gustaría añadir que no suelo utilizar el concepto de contrainformación sino de contradesinformación. Citamos a los poderes políticos, económicos, militares,… pero muchas veces nos olvidamos del poder de control de los medios de comunicación. Casi el 90% de los medios de comunicación pertenecen a grandes corporaciones que en lugar de informar situando a las mayorías, a los pobres, a los luchadores y naciones contra el imperialismo y dominación,… como actores principales, tergiversan la realidad para desinformar sobre los beneficios de los poderosos. Para los medios de comunicación, Cuba, Venezuela, e incluso Bolivia son dictaduras,… en lugar de democracias populares. La lucha de los pueblos como el campesinado colombiano, el catalán o el vasco,… son etiquetados de terroristas, en lugar de agentes de liberación,…. Hay que saber que uno de los medios de control del capitalismo es imponer su ideología dominante y una de los canales para ello son los medios de comunicación, por eso los medios de contradesinformación son parte de la lucha de los procesos de liberación. No olvidemos que la información es parte de la estrategia de las luchas, y Marx era consciente de ello al fundar el diario Nueva Gaceta Renana o Lenin el Iskra – La chispa – o el Che coordinó el nacimiento de Prensa latina, instrumentos de liberación. Con la Nueva Sociedad de la Información y la Comunicación, Internet es un espacio necesario de uso masivo social a utilizar para luchar contra la desinformación, y sobre todo que los ciudadanos y ciudadanas sean los periodistas con total independencia, no periodistas que están subyugados a la línea editorial de una corporación o empresa a cambio de su salario para poder vivir.
B‑Bueno no te queremos ametrallar a preguntas, sabemos que andas liado y ocupado, solo queremos ofrecerte este espacio para que envíes un mensaje ilusiónante a las personas que en Euskal Herria y en el resto del mundo luchamos por otra realidad y por el socialismo
A- Para mi fue toda una experiencia personal y política conocer de cerca la lucha del pueblo vasco, no solo por su lucha por la independencia sino también por el socialismo. Creo que es parte de la formación política de todo militante de izquierdas aprender del pueblo vasco, de su unidad y su resistencia contra el yugo del imperio español y del capital. Y además, aprender de otros pueblos, como el venezolano, el boliviano, el colombiano,… países que consiguieron su independencia política y buscan su liberación económica también es agenda de todo militante de izquierdas que busca la liberación de su pueblo, como yo del catalán, sin nunca perder la solidaridad internacional. Debemos destacar que las burguesías batallan entre ellas para conseguir el control del mercado pero se unen cuando es necesario reprimir a los movimientos populares, la única estrategia de hacer frente a ello es nuestra unión nacional e internacional entre los pueblos que luchamos por nuestra liberación contra el capitalismo.
Bueno, Aníbal, pues eskerrik asko desde Boltxe por el tiempo que nos has dedicado, congratularnos de que tu firma sea de las habituales en nuestro proyecto informativo, alegrarnos de las afinidades y amistad que mantenemos y saludarte afectuosamente desde Euskal Herria y recordarte que esta, Boltxe es tu casa. Eskerrik asko