Traducido del francés por Boltxe kolektiboa.
Africom ha anunciado que un avión militar de Estados Unidos se ha estrellado en Djibuti. Africom es el Mando África de Estados Unidos, y en su comunicado precisa que el accidente ha tenido lugar durante un «vuelo de rutina». Se debería saber lo que se entiende por «rutina». El avión era un U‑28, un turbo hélice de fabricación suiza, utilizado por las fuerzas especiales; dotado de los sistemas electrónicos más avanzados, capaz de despegar y aterrizar en pistas de hierba o en tierra batida, está particularmente adaptado para las misiones secretas. A bordo del avión estrellado habían tres oficiales de la Escuadra de operaciones especiales de Hurlburt (Florida) y uno de la 25 Escuadra de inteligencia. Operaban a partir de Camp Lemonniers, la principal base militar de Africom en el continente, sede de la Task force conjunta del Cuerno de África. Situada en Djibuti, en una posición geoestratégica de primera importancia sobre el estrecho de Bab el Mandeb donde la costa africana está distante de unos treinta kilómetros de la península arábiga: paso obligatorio de una de las más importantes vías marítimas, en particular para los petroleros que transitan a través del Mar Rojo.
La Task force con base en Djibuti dispone de alrededor de 3.500 especialistas de fuerzas especiales y de servicios secretos, incluso compañías militares privadas, asistidos por servicios logísticos de alrededor de 1.200 empleados originarios de Djibuti o de otros países. Su misión oficial es la de «contribuir a la seguridad y la estabilidad» en la vasta «zona operativa», que comprende diez países africanos ‑entre los cuales Somalia, Etiopía, Eritrea, Kenia, Tanzania, Uganda, Burundi- y en una «zona de interés» de la que forman parte otros países africanos (entre los cuales Madagascar, Mozambique, Chad, Egipto, Sudán y el Congo) así como Yemen, a pesar de estar situado en la península arábiga.
Cómo funciona, no se sabe, puesto que sus operaciones están cubiertas por el secreto de defensa, pero los resultados se ven. Son cada vez más frecuentes las incursiones sobre todo en Somalia y en Yemen, efectuadas también con drones armados Predator, que la CIA ha desplegado en el Camp Lemonnier.
Otro trabajo importante de la Task force es el entrenamiento de tropas africanas, que son empleadas para las operaciones de la Africom. En este marco, con un financiamiento de 7 millones de dólares, ha sido formado y armado un nuevo batallón motorizado de Djibuti, con 850 soldados, escogidos entre la población somalí. Es ahí, siempre bajo la gestión de la Africom que ha financiado la operación con más de 50 millones de dólares, que miles de soldados han sido enviados por Etiopía, Kenia, Uganda y Burundi. Oficialmente para combatir, a petición del «gobierno» somalí, el grupo islámico al-Shabab, que se dice está unido a Al Qaeda (el mítico monstruo tentacular descrito como todavía extremadamente peligroso a pesar de haber sido decapitado por la eliminación de Ben Laden). Es así como la Task force del Cuerno de África contribuye a «desalentar los conflictos y a proteger los intereses estadounidenses». Y, como prueba de los nobles motivos de su misión, la Task force anuncia que este año la base de Lemonnier estará dotada de las tecnologías «amigas del medio ambiente» más avanzadas. «Economizar energía en el campo de batalla ‑asegura el secretario de la defensa Leon Panetta- significa economizar dinero y vidas humanas».
Manlio Dinucci
28 de febrero de 2012