El viernes, 17 de febrero, a las 11.00h. de la mañana, en la sede del Gobierno Vasco en Bilbao, representantes de los sindicatos ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e HIRU, registrarán la convocatoria de HUELGA GENERAL para el próximo 29 de marzo en Hego Euskal Herria.
A la misma hora, la convocatoria será formalizada en el registro del Gobierno de Nafarroa en Iruñea. La protesta va en contra de la reforma laboral y de negociación colectiva aprobada la pasada semana por el Gobierno español y en defensa de los derechos sociales y laborales de Euskal Herria.
La huelga general será la duodécima que se registre en Hego Euskal Herria desde la Transición. ELA y LAB han encabezado cuatro en apenas 33 meses: el 21 de mayo de 2009, apenas unos días después de que Patxi López llegara a la Lehendakaritza, contra los recortes en el sector público; el 29 de junio de 2010, en protesta por los drásticos ajustes anunciados por el Gobierno de Zapatero (rebaja del salario de los funcionarios, congelación de las pensiones, supresión de ayudas sociales.…); el 27 de enero de 2011, contra la reforma del sistema de pensiones; y la anunciada hoy.
Las organizaciones convocantes de la huelga general del 29 de marzo ya habían anunciado movilizaciones en el sur de Euskal Herria para el próximo día 25. Esas manifestaciones se convertirán ahora en el arranque de la campaña para la nueva jornada de paro.
Por su parte Ainhoa Etxaide asegura que su sindicato trabaja para que haya «una respuesta conjunta, unitaria y contundente» que «no solo diga no a la reforma, sino a lo que está pasando en esta crisis». La dirigente de LAB lamenta que el Ejecutivo de Rajoy no tiene «ninguna voluntad de cambiar radicalmente las decisiones que está tomando», sino que ha optado por ser «meros transmisores y receptores de las demandas del capital europeo».
En este sentido, anuncia que las empresas «van a seguir cerrando porque la reforma es nefasta para las pymes y autónomos» e insistió en que, mientras no se aborde «el debate sobre el modelo productivo y económico, totalmente agotado y fracasado, «no va a haber quien pare esta sangría en el empleo».