Desde Iturrama nos envían una nota para denunciar los hechos acaecidos el jueves 3 de mayo en su barrio, donde un vecino fue encañonado y detenido por la Guardia Civil.
Según relatan, el joven fue sorprendido poniendo una pegatina a favor de la repatriación de los presos políticos vascos en una señal, momento en que aparecieron dos patrullas de la Guardia Civil y se inició una persecución por la avenida de Navarra.
El joven fue abordado por un agente pistola en mano, que le obligó a tirarse al suelo apuntándole con el arma a su cabeza. Acto seguido, el vecino de Iturrama fue detenido y trasladado a la comandancia, amenazándole constantemente con frases como “¿Lo llevamos al Perdón o a la comandancia?” “¡Va! Llévalo a la comandancia que no me apetece meterle un tiro en la nuca”.
Desobediencia, resistencia a la autoridad y 3.000 euros por cada pegatina
Tras 24 horas detenido y después de pasar ante el juez, este «atropello» se saldó con sendas denuncias de 3.000 euros por cada pegatina (le acusaron de poner dos) y una denuncia de desobediencia y resistencia a la autoridad.
Ante estos hechos, desde Iturrama denuncian la «desproporcionada actuación de la Guardia Civil, que continúa anclada en el pasado, utilizando todas las herramientas violentas a su alcance». También se reafirman en la voluntad mayoritaria de la sociedad «que está por que nuestros presos vuelvan a casa» y aseguran que estos como éste «no podrán parar la ola de solidaridad en favor de los derechos de los presos políticos vascos».