El pasado 21 de mayo, el presidente del Banco Central de Venezuela, informó que la economía creció 5.6% en el primer trimestre del 2012, al respecto afirmó:
“Casi ningún país ha ofrecido su PIB para este trimestre todavía; sin embargo nosotros estamos haciendo la comparación con lo que algunos organismos internacionales dicen que crecerá la región, ellos estimaban que el crecimiento será de alrededor 3%, es decir, que nosotros estamos casi duplicando las estimaciones internacionales”.
Estos datos vienen a sumarse a la tendencia positiva que durante el año 2011 permitió un crecimiento del producto interno bruto de 4%, crecimiento que significó la superación del ciclo recesivo vivido en el 2010 con un crecimiento del ‑1.5% y en el 2009 del ‑3.2%.
Recordemos que en 1999, comenzando el gobierno revolucionario, la economía cerró con un crecimiento negativo de ‑6%, esto como producto de la crisis mundial capitalista originada en Asia, la cual de ser una crisis regional, terminó denominándose como la “primera crisis de la globalización”. Una política de orientación nacional de la economía y de recuperación del precio de la cesta petrolera a partir del fortalecimiento de la OPEP, permitió que la economía venezolana iniciara un ciclo de crecimiento, dándose un 3.7% para el 2000 y un 3.4% para el 2001, la vitalidad de este ciclo fue detenidapor las acciones golpistas de la oposición, las cuales generaron una caída en la economía de ‑8.9% en el 2002 y de ‑7.8% en el 2003.
Del 2004 hasta el 2008, se genera un nuevo ciclo de crecimiento y vitalidad, siendo interrumpido por la crisis financiera mundial iniciada en el 2008. El impacto negativo fue inmediato, para el 2009 la economía cae ‑3.2% y para el 2010 un ‑1.5%, de nuevo fue la política de inversión y no de austeridad monetarista la que permite la revitalización de la economía durante el 2011 y este primer trimestre del 2012.
El crecimiento o decrecimiento de la economía venezolana en cada ciclo, podría verse de manera simplista, como la variación positiva o negativa en la cesta petrolera; sin embargo un análisis más detallado permite comprender el papel de la política económica del gobierno bolivariano como un factor fundamental en la protección frente a las crisis y en el rápido inicio de los procesos de crecimiento después de cada crisis.
No es gratuito que un año después del crecimiento negativo del 2002 y 2003, la economía haya crecido 18.3% en el 2004, o que después del decrecimiento del 2009 y 2010, se haya dado el crecimiento de 4 % en el 2011. Tampoco es gratuito que durante esta última crisis económica que derrumbó el precio del petróleo, llevándolo de un techo de 130 dólares hasta 30 dólares, el empleo en la sociedad venezolana se haya protegido, manteniéndose durante toda la crisis, hasta hoy, en un dígito.
Mientras en sociedades como España el desempleo llegó y se mantiene en 22% y en Colombia llegó a 14%, Venezuela durante el 2009 tuvo un desempleo de 7.3% y 8.1% en el 2010, es decir, durante la crisis, el gobierno revolucionario a diferencia de los gobiernos neoliberales, no descargó la crisis en los hombros de los trabajadores. En lugar de recurrir a las recetas fondo monetaristas de congelamiento o reducción de salarios, el gobierno obrerista del presidente Chávez ha garantizado el ingreso de la población venezolana con aumentos sustanciales y permanentes.
Todo este cuadro de políticas revolucionarias comprometidas con los trabajadores y de nueva vitalidad en la economía nacional, viene a ser complementado con la política decidida de control de precios, la cual ha arrojado importantes resultados, dándose desde el mes de enero de 2012 una desaceleración en el índice de precios al consumidor: para enero se ubicó en 1.5, para febrero en 1.1, para marzo en 0.9 y para abril en 0.8. El gobierno de Hugo Chávez, a pesar de los desafíos golpistas y macroeconómicos globales, ha mantenido durante todo su gobierno, un promedio de 22.2% en el índice de precios al consumidor, mientras que el gobierno de Carlos Andrés Pérez mantuvo un promedio de 45.3% y el de Rafael Caldera de 59.6%.
Todo lo anterior ilustra el trazado y realización de una política económica revolucionaria que supera la lógica del individualismo capitalista, una política económica que recupera el real sentido de la palabra “economía, la cual tiene su origen en la palabra casa, en el sentido de patrimonio y en la palabra administrar, de tal suerte que la economía está ligada al problema de producir para la vida, tiene que ver con los procesos de producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios como medios de satisfacción de las necesidades humanas.
El filósofo griego Aristóteles, proponía una diferencia entre economía y crematística, por economía entendía la ciencia que se ocupa de la manera en que se administran unos recursos o el empleo de los recursos existentes con el fin de satisfacer las necesidades que tienen las personas y los grupos humanos, mientras que crematística la entendía como el arte de hacerse rico, de adquirir riquezas, una actividad que busca acumular por acumular, la riqueza desde este enfoque es un fin y no un medio.Aristóteles veía la crematística como una perversión de los valores pues la persona es poseída por la sed de dinero, de oro; pero no encuentra satisfacción, es una práctica que deshumaniza.
La revolución Bolivariana ha restituido el sentido ético de la economía, la operación de las diversas variables de crecimiento y productividad están direccionadas a la construcción de la vida buena y a la superación de la desigualdad. Los resultados así lo demuestran, hoy Venezuela es la sociedad menos desigual de toda América latina, de un índice de gini de 0.4874 en 1997 paso a 0.3900 en el 2011. Así mismo, la política económica de la revolución bolivariana ha logrado llevar a la sociedad Venezolana a un desarrollo humano alto, pasando de 0.699 en 1995 a 0.756 en el 2011.
Este próximo 07 de Octubre los venezolanos escogeran entre dos módelos: Uno que utiliza la economia como medio para alcanzar la sastifacción de las necesidades de la población, rompiendo con la dicotomia entre crecer y distribuir, liderado por el presidente Chavez y otro que ve la economia con un fin, solo orientado a la acumulación de riqueza por un grupo privilegiado de la sociedad, liderado por los grupos economicos que dirigen la campaña de Enrique Capriles.