Las personas que nos hemos reunido hoy aquí, somos los familiares de los presos y presas con enfermedades graves e incurables, y conocemos de primera mano la realidad que viven nuestros familiares. Entre ellos se encuentra Iosu Uribetxebarria, que hay que recordar que sigue preso. Y es que el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional Jose Luis Castro aprobó la semana pasada la libertad condicional de Iosu. Pero, todavía no se ha efectuado.
En abril de 2005 el urólogo le detectó un tumor de gran tamaño en el riñón izquierdo y en mayo de ese mismo año le diagnosticaron una neoplasia renal izquierda. El 9 de junio de 2005, se le realizó una nefrectomía redical del riñon izquierdo; intervención por la que precisaría de control y tratamiento de por vida. En diciembre de 2006, solicitaron al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria la concesión de la Libertad Condicional de Iosu por enfermedad grave e Incurable, que se le deniega en 2007. Han esperado 6 largos años, para valorar y conceder una libertad condicional que, sin embargo no evita que siga preso cuando debería ser liberado de inmediato: una nueva medida de excepción en una de las más sangrantes situaciones.
Las condiciones de vida de la prisión han influido, sin ninguna duda, en la salud de Iosu. Manteniendo a Iosu en prisión, sujeto a la falta de condiciones para el tratamiento y seguimiento adecuados, ha aumentado la posibilidad de que su enfermedad se reavive. Una posibilidad que estando en libertad ya es de un 51%.
La actitud que muestra el gobierno español ante la situación de Iosu Uribetxebarria y los otros trece presos y presas gravemente enfermos demuestran que lo único que buscan es la venganza. Esas personas que hablan con tanto orgullo de derechos humanos, nos dan clases de moral a nosotros y a nuestros familiares, y hablan de leyes y justicias, no muestran el mínimo pudor en decir públicamente que lo que les suceda a los presos vascos les importa un bledo. Por eso, nos dirigimos a esas personas tan puras moralmente y tan democráticas, porque exigimos que se respeten los derechos que nos son inherentes, tanto a nosotros como a nuestros familiares. Y creemos que tenemos derecho a exigirlo, porque, como muchas otras familias en este país, nosotros también sufrimos. Lo hacemos todos los días en primera persona, mientras que la vida de nuestros familiares se nos escapa poco a poco de las manos. Ante esto, qué pensais hacer para terminar con el sufrimiento de todos? Cuando empezareis a respetar los derechos humanos de todos?
No podemos olvidar que otros trece presos y presas con enfermedades graves e incurables siguen en prisión, cuando deberían de estar en sus casas. Merece una especial mención el caso de Txus Martin. Txus sufre un trastorno esquizo-afectivo. Tiene aplicado el Protocolo de acompañamiento. Aun así el 28 de agosto la prisión de Zaballa no respetó, y Txus estuvo solo durante unas horas. En efecto, Txus ha estado completamente aislado durante 8 años en las diversas cárceles por donde ha pasado, y este hecho ha sido determinante para explicar su situación actual. Por ello, Txus no puede estar solo de ninguna manera! Y tiene aplicado el Protocolo de acompañamiento, porque hay un riesgo real de suicidio!
Iosu Uribetxebarria, Txus Martin, Gotzone Lopez de Luzuriaga, Josetxo Arizkuren, Inmakulada Berriozabal, Iñaki Etxeberria, Jesus Mª Mendinueta, Jose Angel Biguri, Jose Migel Etxeandia, Iñaki Erro, Garikoitz Arruarte, Aitzol Gogorza, Jose Ramon Lopez de Abetxuko e Isidro Garalde no son solo los nombres de catoce personas. Son nuestros catorce familiares, a los que queremos con nosotros en casa y además los queremos vivos!