No. No aceptes lo habitual como cosa natural.
Porque en tiempos de desorden,
de confusión organizada,
de humanidad deshumanizada,
nada debe parecer natural.
Nada debe parecer imposible de cambiar. (B. Bretch)
Llevamos a nuestras espaldas el dolor silencioso del que muere de frío tirado en la calle, del asesinado en el andamio, del que muere en las prisiones de los ricos, de la expulsada de su casa e inducida al suicidio.
Llevamos a nuestras espaldas el alma de los que cayeron el 3 de marzo, las de los mil y un Albertias, las de todos y todas las que se alzaron y murieron para vivir siempre con nosotras.
Esa carga a nuestra espalda no ralentiza, son espaldas cargadas de futuro, precisamente es y será la fuerza de empuje que hará derribar el muro. Llegará el día en el que la calle temblará ante los pasos de los que ya no son, de los nadie y de las sin rostro.
Lo firme no es firme. Todo no seguirá igual. El capital arderá en el fuego que él mismo ha prendido.
Tuvimos muchos señores,
tuvimos hienas y tigres,
tuvimos águilas y cerdos.
Y a todos los alimentamos.
Mejores o peores, era lo mismo:
la bota que nos pisa es siempre una bota.
Ya comprendéis lo que quiero decir:
no cambiar de señores, sino no tener ninguno.(B. Bretch)
Las conquistas sociales arrancadas por nuestra gente en años de dura pelea , asamblea en la calle, tiragomas y huelgas se están perdiendo. Algo habremos hecho mal para que así sea. De todos modos no cabe la desesperanza pues esta lucha está bendecida y podemos encararla con todo el espíritu que poseamos a sabiendas de que el enemigo no puede parar el tiempo.
Vendrán a Bilbo los que cegados por la codicia, la avaricia y el odio al débil pretenden certificar el sufrimiento y la desigualdad como algo natural. Y serán bien recibidos por los que buscan exactamente lo mismo y educan a sus hijos para que sean nuestros dueños.
Para dar la vuelta a esta situación podemos hablar de sindicalismo, movimiento popular, alternativas, cambio político, lucha en la calle y todo lo que queramos. Y además es necesario.
Sin embargo la necesidad mas acuciante es dejar de adoptar la actitud del vencido, recuperar y reforzar el arte de la rebelión, la solidaridad humana y el orgullo del pueblo trabajador vasco. Solo por esa vía cambiaremos la historia. Pues las vencidas de hoy son las vencedoras de mañana. Y nuestro mañana será el estado socialista vasco independiente.
Frente a la bestia, Todxs a Bilbo.