
Hace un tiempo estuvimos comentando en el blog el cambio de paradigma ideológico que llevó a cabo el PPK de cara a la lucha en el Kurdistan. Recientemente lo he hecho también con un compañero argentino, Facundo Guillén, que además me envió una entrevista que más abajo se puede leer y que había realizado a un periodista kurdo que nos explica como se está desarrollando la situación política por esas latitudes.
Hace unos años, el movimiento por la liberación nacional de Kurdistan tuvo un cambio de paradigma profundo que le hizo cambiar ejes ideológicos fundamentales. Abandonaron la idea de crear un Estado independiente (opción clásica de la izquierda socialista) y optaron por lo que llamaron confederalismo democrático.
Alegaban que el derecho de autodeterminación de las naciones siempre se ha interpretado como el derecho a establecer un Estado-nación pero que los Estados no funcionan y son un obstáculo para el desarrollo. No hay que olvidar que el Kurdistan está ocupado y dividido por cuatro estados diferentes y es la mayor nación del mundo sin Estado propio.
Ese confederalismo democrático por el que optaron es un movimiento que no interpreta el derecho de autodeterminación para establecer un Estado, sino el desarrollo de una democracia propia a pesar de fronteras políticas impuestas. Una estructura kurda a través de la federación de los kurdos de dentro de Irán,Turquía, Siria e Irak. Estructura comunal democrática de su sociedad natural donde las asambleas de pueblo, villa y ciudad mediante sus delegados decidirán y se coordinaran desde abajo hasta nivel confederal o nacional.
Creen que la tendencia a crear un Estado está basada en el nacionalismo y en una anticuada comprensión del Estado-nación y que eso no resolverá la cuestión kurda. Piensan que no solo Kurdistan sino que un mundo nuevo a escala global es posible bajo el paraguas del confederalismo democrático.
Básicamente se podría decir que el movimiento por la liberación nacional kurda se situó en una perspectiva libertaria y cercana al anarquismo en relación a la función del Estado. En el ámbito institucional y salvando las distancias recuerda algo a la perspectiva de la que se quería dotar a Udalbiltza en Euskal Herria.
Sin embargo, ese confederalismo democrático afirma también que tres leyes serán aplicadas dentro de Kurdistan. La ley de la UE, la ley del gobierno y la del confederalismo democrático siempre y cuando la ley del gobierno (ya sea de Irán,Turquía, Siria o Irak) respeten las leyes confederales. Y ahí está el problema. Sin un Estado, improbablemente los estados ocupantes van a respetar las leyes confederales sin en algún momento contradicen el interés estatal del gobierno de turno.
El espíritu del confederalismo democrático en teoría y en un mundo sin Estados tiene mucho potencial pero dada la actual configuración de las cosas difícilmente se pueda abrir paso de cara a un proceso de liberación nacional sin el surgimiento de un Estado propio. De la misma manera cuesta creer que se pueda alcanzar una fase comunista sin los Estados socialistas. El anarquismo y más concretamente el anarco-independentismo, en mi opinión, en este caso tienen un gran vacio teórico a nivel estratégico, pero en ningún caso significa que pueda estar equivocado.
Es posible que Turquía, interpretando a su favor el confederalismo democrático, ya que no pone de entrada en entredicho sus fronteras, busque en la negociación que se asiente el Kurdistan como territorio propio y como una de las tantas comunidades indígenas y pueblos originarios ninguneados en diferentes Estados de América del norte y del sur. Ese peligro me resulta bastante obvio y evidente.
En cualquier caso, no queda más que desear la mayor suerte del mundo al pueblo kurdo en su justa, noble y heroica lucha. BGD!