Un nuevo ejemplo de ello fue la V Cumbre Caricom-Cuba que se escenifico este lunes en la capital de la mayor de las Antillas, en la cual todos los dignatarios presentes coincidieron y reiteraron la necesidad de fortalecer su unión ante los complejos retos que tiene el mundo en la actualidad.
Cuba ha desafiado el aislamiento al que ha pretendido someterla Estados Unidos, las continuas agresiones y el bloqueo que le ha impuesto Washington durante más de 50 años, y no ha cesado de librar batallas por la integración de Nuestra América, la que soñaron José Martí y Simón Bolívar, y por la que el líder histórico Fidel Castro apostó, seguido de los desaparecidos mandatarios Hugo Chávez, de Venezuela, y Néstor Kirchner, de Argentina, además de otros actuales presidentes y personalidades de Latinoamérica y el Caribe.
Hoy se puede decir, sin duda alguna, que los Estados caribeños y de América Latina transitan por el sendero que los llevará a la irreversible materialización de una Patria Grande soberana e independiente, fuerte económicamente, y capaz de resolver los graves problemas sociales heredados del colonialismo y del dominio imperial estadounidense.
Como señaló la presidenta argentina, Cristina Fernandez, en la Cumbre Extraordinaria de la Unión de Naciones del Sur (Unasur) en Ecuador la pasada semana: La nueva y bella sede de esa organización subregional en Quito, en el centro del planeta tierra, tiene sus cimientos y estructuras solidas porque fue construida desde la historia.
Unasur, Caricom, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) han sido edificadas a través de la historia, con encomiables esfuerzos y sacrificios; sorteando innumerables obstáculos, conspiraciones, golpes suaves y duros, y continuos ataques de las sucesivas administraciones de la Casa Blanca.
El camino hacia la definitiva integración de los pueblos del Río Bravo hasta la Patagonia seguirá siendo aun escabroso porque Washington se niega a admitir el hecho real de que la Patria Grande ha dejado de ser ya su traspatio.
Claro que la cada vez más compacta Latinoamérica y el Caribe es una coraza invencible ante las pretensiones del imperio de frenar los procesos autóctonos unitarios de la región, que constituyen actualmente un verdadero ejemplo para el mundo.
El Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara diría hoy con toda certeza que la Patria Grande ha dicho basta y ha echado a andar, y su marcha, de gigantes, ya no se detendrá…