El 18 de Marzo del 2015 el Banco Central Europeo abrió sus nuevas oficinas centrales en Frankfurt. Se gastaron la vertiginosa suma de 1.3 billones de euros para construir un edificio de 185 metros de alto con aspecto de fortaleza, rodeado por una cerca y una fosa tal cual “castillo”. Esta intimidante estructura de poder es un símbolo perfecto que refleja la distancia entre las elites políticas y financieras y el resto de la gente. El equipo y sus oficinas ya han comenzado a mudarse a la nueva sede, la gran gala inaugural contó con la presencia de varios líderes de estados europeos e importantes personajes de la oligarquía financiera.
No hay nada que celebrar cuando se está en la austeridad y la pobreza! Por esta razón, miles de personas descontentas e indignadas y decididos activistas provenientes de toda Europa intentaron bloquear las principales vías adyacentes al BCE e interrumpir esta celebración de poder y capital, en esta fecha que coincide precisamente con el 144° aniversario de la comuna de París. Convirtiendo esa “fiesta” en una articulación trasnacional de Resistencia en contra de las medidas tomadas en el marco de la crisis europea y sus catastróficas consecuencias, que han sido especialmente devastadoras para las personas de Europa del sur.
El BCE juega un rol fundamental en la infame Troika, responsable por los duros recortes, el creciente desempleo. Conjuntamente a la comisión y el consejo de la UE, el BCE ha promovido austeridad, privatización y precariedad.
¡Ellos quieren el capitalismo sin democracia, pero nosotros queremos democracia sin capitalismo!
Al mismo tiempo, tenemos que ser muy conscientes de los peligros que supone la creciente ola de racismo y el ascenso de la extrema derecha, que son el terrible producto de la crisis capitalista. Mientras que es su intención de ensanchar las fronteras tanto alrededor como dentro de Europa, nuestro objetivo es justamente lo contrario: a derribar los muros de la fortaleza Europea.
Alemania es uno de los principales impulsores de esta política de austeridad. En cierto modo, es el corazón de la bestia del régimen de la crisis europea y al mismo tiempo el relativamente tranquilo ojo del huracán. Pero la limitación de los derechos sociales, la creciente precariedad y la pobreza también existen en Alemania. Las personas que viven en Alemania tienen muchas razones por las que demandar una vida digna, en igualdad de derechos, y por una democracia real para todo el mundo. Las acciones contra la gala de apertura del Banco Central Europeo en Frankfurt es la ocasión perfecta para enviar una clara señal de solidaridad, junto a todos los activistas presentes de otros países.
Por todas estas razones se convocó una fuerte participación internacional en las acciones el 18 de marzo en Frankfurt. No sólo habrá una acción de resistencia masiva el 18 de marzo, sino también una diversidad de manifestaciones, bloqueos y otras formas de acción directa asociadas en los alrededores.