Ahora, con la derrota de Clinton, quedan en suspenso sus planes para recrudecer peligrosamente la guerra contra Siria con el riesgo añadido que suponían de una conflagración mundial de consecuencias imprevisibles.
La batalla de Alepo
La batalla de Alepo sigue su curso con la perspectiva bastante probable de la derrota de los EEUU y sus aliados terroristas en un plazo más o menos breve. Una derrota que los EEUU parece que la tienen asumida por lo que tratan de compensarla con las ofensivas paralelas de Mosul y Raqqa.
La no intervención de la aviación rusa y siria en Alepo durante dos semanas ha hecho acallar la algarabía mediática contra las supuestas matanzas de civiles realizadas por la aviación rusa y siria –la recurrente mentira utilizada sistemáticamente por la mayoría de los medios occidentales – .
Se ha mostrado con evidencia que quienes realizan las matanzas de civiles son los mercenarios terroristas, los que además utilizan a la población como escudos humanos y no le permiten la utilización de los corredores humanitarios puestos a su disposición, matando con morteros y misiles a quienes pretendan poner a salvo sus vidas, a menos que paguen 300 $ por persona, en cuyo caso tampoco tienen asegurado el salir con vida de los ataques yihadistas.
Han sido dos semanas en las que se ha demostrado por enésima vez, que los supuestos «rebeldes moderados» no pueden separarse de Al Nusra, porque no existen, porque todos los grupos son parte consustancial de la misma amalgama, porque todos son lo mismo al servicio de sus patrocinadores, los EEUU y sus aliados-vasallos.
Y también ha sido un período en el que se ha evidenciado más si cabe, el tratamiento intoxicador y diferente de los media entre, Alepo, sitiada por el ejército sirio y aliados –los malos, los enemigos de EEUU– y Mosul y Raqqa. Mosul, sitiada por fuerzas capitaneadas al menos virtualmente por los EEUU, lo que justifica una actitud benevolente y considerada por parte del monopolio de los media a su servicio.
El proclamado inicio de la ofensiva contra Raqqa por parte básicamente de los kurdos pero patrocinada también por los EEUU, tiene al igual que con Mosul, un tratamiento entusiasta por parte de los medios.
Por otra parte, durante estos días se han desarrollado también nuevas e importantes ofensivas de miles de yihadistas en el Suroeste de Alepo para tratar de abrir vías de escape y de envío de refuerzos a las fuerzas mercenarias sitiadas en Alepo Este. Las contraofensivas lanzadas por el Ejército sirio y Hezbola han contrarrestado dichas ofensivas y recuperado más territorios circundantes de Alepo, manteniendo el sitio de Alepo Este y avanzando en barrios del mismo. Asimismo han destruido la red de túneles que servía de aprovisionamiento a los mercenarios del este de Alepo.
Los fracasos de las ofensivas yihadistas como parte de la llamada Gran Operación Épica para romper el sitio de Alepo, en las que el Frente Al Nusra ha perdido a unos 2.500 combatientes y la derrota electoral de Clinton –con la consiguiente pérdida de apoyos que eso va a suponer– está conduciendo a una desmoralización de los yihadistas y a fuertes tensiones internas dentro del grupo.
Es de reseñar asimismo, que según señaló el periódico The Washington Post, el presidente todavía en vigor de los EEUU, Barack Obama, ha ordenado al Pentágono eliminar a los líderes del grupo terrorista Fatah al Sham (Frente al Nusra). El hecho es que tras la derrota de Hillary Clinton, varios oficiales yihadistas han sido asesinados no solamente en Alepo Este, sino que también en Idleb y Raqqa, asi como en Irak. Por el momento no está claro si se trata de ajustes de cuentas entre grupos rivales o si la administración Obama está borrando huellas de sus crímenes antes de la toma de posesión de Trump.
Dada la presencia de importantes unidades de la Armada rusa en la costa siria, se supone que en un breve plazo se van a producir una ofensivas de gran envergadura por parte del Ejército sirio y aliados y de la Armada y aviación rusa sobre el área de Alepo, que pudieran suponer un avance muy decisivo en la zona, preludiando avances en otras zonas.
La toma de Mosul
La toma de Mosul no tiene el mismo significado para los irakíes, que pretenden expulsar y destruir al ISIS y recuperar su soberanía sobre la ciudad, que para los EEUU, que siguen jugando a dobles juegos, en los que el ISIS no es su enemigo, sino un instrumento dentro de su estrategia de ruptura de Irak y Siria.
En el contexto de la ofensiva de Mosul, los EEUU están manifestando una vez más, que contrariamente a lo que proclaman, su objetivo no es destruir el ISIS, sino instrumentalizarlo para sus fines. El ISIS, creado por los EEUU y sus aliados, no lo olvidemos, responde a muchos fines. Y entre ellos, el de ocupar las zonas suníes de Irak y Siria, arrebatándoselas a sus gobiernos legítimos, con el objeto de fragmentar y debilitar ambos países.
La presión de las fuerzas irakíes más activas, especialmente chiíes, ha obligado al gobierno irakí a activar una lucha más o menos seria contra el ISIS en Irak, ante la que los EEUU han tenido que amoldarse a regañadientes y tener que guardar las apariencias, aunque saboteando las ofensivas todo lo posible –con bombardeos en el desierto, lanzándoles armas, alimentos y medicamentos en paracaídas, pasándoles información de inteligencia sobre los movimientos de las tropas irakíes, tratando de que las ofensivas dañen lo menos posible al ISIS y puedan fugarse los dirigentes y militantes con sus familias, etc – . En el propio Mosul, los EEUU han seguido lanzándole armas al ISIS desde helicópteros, según confirman diversos testimonios.
En Mosul, la estrategia de los EEUU, acordada con Arabia Saudi y Turquía, consistía en ralentizar la ofensiva para permitir que los mercenarios del ISIS y especialmente sus líderes puedan ir fugándose –el líder del ISIS por ejemplo, Abu Bakr al Baghdadi, se ha podido fugar con su familia a Raqqa, utilizando 150 familias de Mosul como rehenes para evitar ataques aéreos – .
Así, han querido dejar una salida de Mosul abierta, en la parte oeste, una parte no sitiada, para que los terroristas del ISIS puedan escaparse hacia Siria, hacia la zona del sudeste y a Raqqa, engrosando y reforzando las fuerzas terroristas anti-Assad y perpetuando la guerra neocolonial contra Siria. En la toma de Faluya, los EEUU también permitieron igualmente una fuga masiva de terroristas del ISIS, dejando vías de salida, cosa que fue contrarrestada parcialmente con los ataques aéreos del Ejército irakí contra los convoyes en fuga.
Un segundo elemento esencial en la estrategia de los EEUU para la toma de Mosul –al igual que en el enfrentamiento con el ISIS en Irak – , es el tratar de impedir o reducir al mínimo la participación de las milicias chiíes de Hashid al Shaabi. La supuesta razón es el «peligro de venganzas chiíes sobre la población suni». Otra gran mentira.
La razón fundamental es que los chiíes no entren en las zonas suníes, en el Sunistán que quieren crear los EEUU mediante su ocupación primero por el ISIS, y después, cuando no tengan más remedio, siendo sustituidos por otros mercenarios a su servicio, Al Qaeda, en cualquiera de sus franquicias, Al Nusra, ELS, etc, o incluso por los turcos.
Los EEUU han estado presionando al Gobierno irakí para que las milicias chiíes no intervengan en ninguna parte, tampoco en Mosul, o al menos que no entren en la ciudad y que hagan de apoyo. Pero estas milicias a pesar de los impedimentos estadounidenses han jugado un papel esencial en la lucha contra el ISIS y en defensa de la soberanía de Irak con el apoyo del gobierno irakí.
La respuesta norteamericana ha sido el bombardearlos «por error», el lanzar ataques masivos de guerra cibernética contra ellos para que queden descoordinados y el frenar o paralizar los bombardeos como medida de chantaje –en concreto en Mosul por ejemplo – .
Frente a la apertura de vías de fuga, las milicias chiíes de acuerdo con el gobierno irakí, pretenden bloquear esa salida para impedir que tal fuga de los mercenarios del ISIS se haga realidad. Los rusos también, conscientes de ese peligro, han redoblado la vigilancia de la zona fronteriza con Siria mediante drones. Con ese objetivo Hashid al Shaabi ha liberado más de 45 pueblos al oeste de Mosul y ha cortado las carreteras que unen Mosul con el oeste del país y Siria, pudiendo perseguir al ISIS por Siria según acuerdo entre Damasco y Bagdad. Con esa misma intención se han dirigido hacia Tal Afar, cercana a la frontera siria.
Pero aquí intervienen una vez más los EEUU, esta vez en connivencia con los turcos. Los turcos, como sabemos, pisoteando con todo descaro la soberanía de Siria a pesar de las protestas del Gobierno sirio –al igual que lo hacen con total impunidad y prepotencia los EEUU y sus aliados– y con el beneplácito e incluso apoyo de los EEUU entraron en el norte de Siria , supuestamente para echar al ISIS, en realidad para alejar a los kurdos de la frontera y hacia el este del Eufrates. Y pisoteando la soberanía de Irak y contra las protestas de su gobierno, entraron en Irak, y se instalaron cerca de Mosul, en Bashiqa.
Es más, en un ejercicio de prepotencia y de locura expansionista que quiere emular al Imperio otomano, Turquía ha reclamado Alepo, Mosul y Raqqa, como partes de su territorio y de su cultura, y ha reivindicado su derecho a participar en la reconquista de Mosul y Raqqa de manos del ISIS y a participar en su gestión y administración, reivindicaciones a las que los EEUU no hacen ascos, sino todo lo contrario.
De hecho, el Secretario de Defensa de EEUU, Ashton Carter, viajó ex profeso a Bagdad para tratar de convencer al Primer ministro irakí, Haider al Abadi, de la «conveniencia» de aceptar la participación de los turcos en la toma de Mosul, cosa que fue rechazada. Y en relación con ello, el gobierno irakí ha amenazado a Turquía si interviene en Mosul pisoteando su soberanía.
Recientemente, de común acuerdo con los EEUU, Turquía ha enviado tropas a la frontera de Irak y ha transferido de manera ilegal dos batallones hacia Tel Afar, muy cerca de las milicias de Hashid al Shaabi, para impedir que estas entren en Tal Afar y con la evidente intención de proteger la fuga de las milicias del ISIS hacia Siria dificultando el bloqueo de las milicias chiíes, con lo que es muy probable un enfrentamiento de éstas además de con el ISIS, con los turcos. Turquía retiró hace poco sus tropas de Bashiqa y afirmó que podía desplazarlas a cualquier otra parte del norte de Irak, lugar que podría ser Tal Afar.
Otro objetivo que sigue siendo posible, es que los turcos también intenten de alguna manera participar en la toma de Mosul y en la gestión post-toma de la ciudad. La pretensión de los EEUU probablemente es también que Mosul sea gestionada por suníes díscolos con el gobierno irakí y receptivos a ententes con el ISIS e incluso no es a descartar, que tengan prevista una cierta participación turca. De todas formas la firmeza irakí y con el asesoramiento iraní, hará muy difíciles maniobras de este tipo. Para Irak, estas amenazas turcas suponen provocaciones que intentan salvar al ISIS de una desastrosa derrota en la batalla de Mosul.
En este momento las fuerzas especiales irakíes ya combaten en siete barrios de Mosul y también han avanzado en el frente sur y liberado Hamam al-Alil, a 15 km de la capital del califato y vía de entrada directa al aeropuerto, un punto estratégico. El ejercito irakí en sus avances ha ido encontrando pruebas y restos de las ejecuciones masivas que el ISIS ha realizado en Mosul desde que se hizo con el poder el verano de 2014, sobre todo de miembros chiíes del Ejército. También han matado a decenas de excombatientes de las fuerzas de seguridad y civiles que se negaron a empuñar las armas para defender el califato. Por otra parte también intentaron llevar recientemente a miles de civiles a Mosul desde Hamam al-Alil, como escudos humanos.
Los kurdos y la ofensiva contra Raqqa
Por fin, está la batalla de Raqqa que los EEUU quieren acelerarla para que vaya pareja a la de Mosul, para contrapesar como decíamos, la previsible derrota en Alepo y para tomar Raqqa antes de que las tropas sirias se dirijan a tomarla. Los EEUU han dudado de si utilizar a los kurdos o a los turcos –que también se ofrecieron para ello– como aliados.
Los kurdos sirios y los turcos son aliados de los EEUU que se excluyen y rechazan mutuamente, por lo que los EEUU se ven obligados a hacer juegos malabares para combinar a ambos en sus alianzas. Parece que la opción que han tomado es la de basarse en las Fuerzas Democráticas Sirias con mayoría kurda para tratar de tomar Raqqa, con el apoyo aéreo estadounidense.
Menos de 24 horas después del anuncio de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), alianza de grupos armados liderados por la Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas sobre el inicio de la operación para expulsar al ISIS de Raqqa, el Departamento de Defensa de EEUU comunicó que tiene un acuerdo con Turquia para desarrollar «un plan de gobierno» para la era postcalifato en Raqqa.
Pese a que los kurdos subrayaron que los turcos «no tendrán ningún papel» en la operación, el general Joseph Dunford, jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense se reunió con su contraparte turca, el general Hulusi Akar y aseguró que no se liberará Raqqa sin la incorporación de Turquía. Los primeros militares de EEUU que actuarán de asesores en la operación ya están presentes en el enclave kurdo sirio de Kobani.
En lo que se refiere a los kurdos lo más grave es que están siendo utilizados por los EEUU como fuerza de choque, como infantería para enfrentase al ISIS y hacerse con territorios del norte de Siria que no son kurdos, de los que luego serán obligados a abandonarlos para que sean gestionados por los turcos y grupos mercenarios diversos de la familia de Al Qaeda. Es lo que les sucedió en Manbij.
Están siendo utilizados dentro de una alianza anti-natura, las Fuerzas Democráticas Sirias( (FDS) creada a instancias de EEUU entre kurdos y grupos sirios reaccionarios y pronorteamericanos con el objeto de dar coartada a la ocupación territorial del norte de Siria, más allí del Kurdistán, dentro de la estrategia de los EEUU y sus aliados de desmembramiento de Siria y de creación de un territorio fuera del control del gobierno sirio y ocupado por el ISIS y otros grupos terroristas, que iría desde Alepo en principio, hasta Abu Kamal –en la frontera con Irak– pasando por Raqqa y Der Ezzor.
Los kurdos están haciendo dejación de la defensa incluso de partes de su territorio ocupados por los turcos –el comprendido entre Jarablus y Azaz – , sin enfrentarse a ellos ni a los patrocinadores norteamericanos, obedeciendo sumisamente a la exigencia de permanecer al este del Eúfrates si quieren seguir recibiendo armas y apoyo aéreo. Pero resulta que el apoyo aéreo que reciben es para avanzar en territorio sirio que no es el suyo en favor de los planes del imperialismo norteamericano.
Es realmente lamentable que algunos dirigentes traidores de los kurdos hayan podido arrastrar al movimiento a esta deriva al servicio de los intereses de los EEUU, rompiendo con la unidad de lucha contra el imperialismo en defensa de la soberanía de los pueblos de Siria y por tanto de su propia soberanía como kurdos, a cambio del caramelo envenenado de una autonomía de la mano de los EEUU que no se va a dar, que se va a reducir en el mejor de los casos a un protectorado controlado por aquellos, nada que ver con el «Confederalismo democrático».
La derrota de Hillary Clinton y su incidencia en la política imperialista
Hillary Clinton ha sido derrotada. La que ha ido de feminista y demócrata, cuando es una genocida asesina, asesina de mujeres, niños, ancianos y hombres de todas las razas, pueblos, colores y religiones, farsante, tramposa y manipuladora, incluso en contra de candidatos de su propio partido como fue Sanders.
La corrupta, sionista, traidora a su país en favor de Israel, traidora al propio Obama, su tutor, con la cuestión siria y en connivencia con Erdogan y Francia, aunque ahora parece que aquél lo haya olvidado, una de las principales inductoras de los bombardeos y matanzas de Libia, de Siria y de tantos países, estrecha colaboradora de Obama en el montaje de criminales golpes de Estado contra los pueblos.
La candidata del poder real de los EEUU y del mundo, de Wall Street, de las grandes multinacionales, del gran conglomerado financiero — armamentístico que controla el poder de los EEUU y que es el núcleo del imperialismo, gran amiga de los «demócratas» y «feministas» de Arabia Saudita y beneficiaria de ingentes fondos procedentes de sus arcas, íntimamente relacionada con los criminales Hermanos Musulmanes, tronco del que surgen todos los terrorismos islamistas, tanto del ISIS como las diversas variantes de Al Qaeda y financiadora de estos mismos terrorismos.
Y al mismo tiempo apoyada sin fisuras por el gigantesco monopolio intoxicador de los medios de comunicación controlados por los sionistas y el imperialismo y que opera en todos los rincones del mundo. Su derrota ha creado un tremendo desconcierto entre todas las elites del poder, de esas mismas que le han estado denigrando al vencedor Trump, ridiculizándolo, y tratando de marginarlo día sí y día también, fundamentalmente porque ha puesto en cuestión la política asesina de los EEUU en el mundo, las internacionales del terrorismo creadas y alimentadas para controlar y destruir todos los países, la política militarista cuyo eje nuclear es la OTAN, las políticas suicidas de acoso brutal a China y Rusia, las políticas intervencionistas en el mundo, y los tratados comerciales expoliadores de los continentes y países al servicio de las multinacionales, es decir porque ha puesto en cuestión a los grandes poderes que obtienen gigantescos beneficios con la venta de armas, con las guerras y con una expoliación gigantesca de todo el planeta.
Y junto al desconcierto de las elites también se ha producido el desconcierto de las socialdemocracias, de las izquierdas ni-ni, de las pseudoizquierdas e «izquierdas» pro-imperialistas que han perdido hace tiempo el sentido de la realidad y de la orientación, que no saben ni donde están, que no entienden nada de lo que sucede y/o que tienen la cabeza absorta y empapada de los discursos de los grandes poderes, de los centros del poder mundial. Y ha producido, cómo no, la exasperación de un medio como GARA, siempre en defensa del imperialismo, siempre intoxicando, justificando y enalteciendo de hecho los terrorismos islámicos asesinos impulsados por los EEUU y sus aliados en contra de los países que lucharon y que luchan por su soberanía como Libia, Siria, Yemen y tantos otros.
La derrota de Hillary Clinton, ha sido la denuncia de la política de Barack Obama de quien se pretende continuadora, que llegó a la Casa Blanca con grandes promesas de las que no ha cumplido ninguna, quien no ha cerrado Guantánamo, ha asesinado cinco veces más que el ya asesino Bush, está manteniendo nada menos que siete guerras, ha dado e intentado golpes de Estado en Ucrania, Honduras, Paraguay, Ecuador, Brasil, Argentina, Venezuela…, ha practicado una política tremendamente armamentista y agresiva por todo el mundo, ha impulsado el terrorismo de una manera brutal, ha deportado más de 2,8 millones de inmigrantes, ha matado con total impunidad más de 120 afroamericanos, matado otros muchos miles de personas civiles con su deporte favorito, el de los drones asesinos, y ha deteriorado enormemente las condiciones económicas y de vida de la población norteamericana. La derrota de Clinton ha sido la expresión de la rebeldía de grandes sectores de la población contra las elites políticas y económicas norteamericanas.
De hecho la derrota de Clinton ha sido el mal menor, siendo Trump, el que a pesar de su racismo, xenofobia, y misoginia, ha sido el receptor de un masivo voto de descontento. El voto masivo a Trump –como antes el del Brexit y como el auge de las llamadas extremas derechas en Europa – , son expresión de una profunda crisis del neoliberalismo, de una profunda critica del imperialismo y sus nefastas políticas, de una denuncia de los grandes montajes que el gran capital financiero y monopolista ha construido, desde la misma UE, la OTAN, los proyectos del TTIP, del TIP, etc.
Se está conformando una derecha nacionalista, de valores reaccionarios, pero mucho más ligada a las necesidades de los sectores más desfavorecidos, que está actuando a la defensiva y como válvula de escape frente a la verdadera derecha, a la gran derecha, a la extremísima derecha o a la derecha extrema –habrá que repensar estos conceptos– que constituyen el vértice de la pirámide de la explotación mundial, a la que pertenecen Obama, Hillary Clinton y todos los conglomerados económicos, políticos, ideológicos, militares y mediáticos que les han apoyado y les apoyan.
Hay que ser conscientes por otra parte, que esa nueva derecha ha surgido cubriendo el vacío que deja la ausencia de una auténtica política de izquierda, antiimperialista y anticapitalista, de una izquierda que se encuentra anestesiada y perdida. La presencia de una izquierda consecuente hubiera impedido que sucedan fenómenos como Trump –no hay más que ver la imperdonable renuncia que hizo Sanders en favor de Clinton– y harían que se produzcan Brexits en todos los países, que desapareciese la OTAN, etc.
No sabemos lo que hará en el futuro Trump. Lo que parece cierto, es que al menos de momento nos hemos librado de la III Guerra Mundial a la que nos abocaba con toda certeza una descerebrada beligerante hasta el delirio como la Hillary Clinton, y si Trump cumple lo que promete, menguará al menos el brutal acoso del imperialismo sobre los pueblos reinante hasta ahora, lo cual facilitará siempre las luchas de los pueblos por su soberanía y las luchas de las clases oprimidas por su emancipación.
Otra cosa es ciertamente que las fuerzas fácticas le permitan hacer, pero eso habrá que ver. El Plan A, que era Hillary Clinton, les ha fallado. Ahora intentarán modular a Trump, y veremos lo que sucede. De momento, en lo que se refiere a Siria, aparecen al menos unas pequeñas llamas de esperanza, de que las cosas puedan solucionarse o al menos que no vayan a peor como iba a suceder con la criminal Clinton.
Iñaki Urrestarazu
Euskal Herria, 2016ko azaroaren 13an
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