La pregunta que hoy (fines de 2018) se deben estar haciendo los demócratas y progresistas de Colombia, y quizás de toda nuestramérica es simple: ¿Después de dos años de haberse firmado el Acuerdo de la Habana entre el Estado colombiano y las guerrillas de las Farc-EP, estamos más cerca trasformaciones estructurales básicas de la sociedad que permitan o posibiliten su marcha democrática normal, dentro de la comunidad mundial?
Nadie que analice, por ejemplo, durante el año 2018, los más destacados hechos sociales y políticos colombianos dispersos, desconectados y enmarañados, unos con otros por acción de los poderosos medios de comunicación de que dispone el Bloque de Poder Contrainsurgente dominante1; podrá llegar honestamente a dar o darse una repuesta positiva.
Lo que salta a la vista es la tendencia paulatina al blindaje y reforzamiento de la Hegemonía y la Coerción de dicho Bloque de Poder dominante, que a pesar del desplome de la imagen favorable del presidente Duque en el inicio de su gobernanza; del enrollado culebrón y la interminable telenovela de corrupción e impunidad de Odebrecht Sarmiento Angulo, su desalmado Fiscal Martínez con su fiscal ad hoc, su cándido médico legista Valdez y la eliminación sistemática de testigos.
De la perfidia y el estruendoso fracaso en la implementación oficial de los Acuerdos de la Habana que finalmente logró darle la vuelta al calcetín y cambiar armas por votos, en lugar del inicial «armas por reformas».
Y a pesar del increíble cuento del post conflicto pacífico y angelical, las disidencias, los arrepentimientos, las divisiones, los grupos post-farc y clandestinos, los GAO, Bacrim, etc, los que según los últimos y más recientes reportes (Valencia-Peña) crecen clandestinamente como espuma; y, a pesar de los 226 líderes sociales y cívicos sistemáticamente ejecutados gota a gota durante este año 2018 por los narco paramilitares oficiales que funcionan aceitadamente como rueda dentada fundamental del engranaje del Bloque de Poder Contrainsurgente; ante la falta de credibilidad del cenizo Duque, han tenido que poner a hablar a los que tienen el poder real, sacando a escena una nueva cúpula militar cuidadosamente seleccionada (ya se sabe dónde) para que con su característico lenguaje amenazante de «Task Force» (Fuerza de Tarea) aclare de una vez por todas las tareas mayores que tiene en preparación contra la Venezuela Bolivariana el año venidero; contra la movilización estudiantil que por poco llega a convertirse en un paro cívico nacional; contra la resistencias regionales y las consultas municipales sobre minería y los páramos; y, especialmente contra cualquier movilización social.
En una palabra: blindaje para la acción reaccionaria y fascista, que cada vez deja menos espacio a la posibilidad de trasformaciones estructurales, base de cualquier cosmovisión trasformadora de la sociedad.
Invito encarecidamente a todo aquel que se haya hecho la pregunta con la que inicio este escrito, a que mire y escuche con suma atención el video de este enlace. https://www.youtube.com/watch?v=6tTh8meI4Nc
Si lo anterior, lo contextualizamos en un todo con la marcha contradictoria y critica de los procesos globales, es decir, del desorden del orden capitalista globalizado por el que atravesamos actualmente, la respuesta es más sombría aún: Estamos ante una evidente perdida de la hegemonía política del Hegemón capitalista mayor, Estados Unidos, frente a la irrupción de otros hegemones mundiales, que si bien todavía no son tan poderosos económicamente, si lo han alcanzado e incluso sobrepasado desde el punto de vista militar (la derrota en Siria así lo muestra) a la vez que empiezan a disputarle una gruesa tajada económica. Es decir, lentamente se ve como se erosiona el poder del policía del mundo y se insinúa un nuevo sistema mundial globalizado en un orden multipolar, lo que, sin lugar a dudas, va a ser rechazado con todas sus fuerzas por el Hegemón dominante incluso recurriendo a una guerra atómica, como lo ha advertido recientemente el presidente Putin.
En paralelo, vemos también el cómo del proceso contradictorio de la quiebra definitiva de los partidos «socialdemócratas y cristianodemócratas» en la mayoría de los países de la muy civilizada y politizada Europa, y cómo dicho colapso va siendo cada vez mejor utilizado por los partidos neo nazis y fascistas para ocupar mejores posiciones de dominación social. Lo ocurrido recientemente en Andalucía, España no es sino el inicio de la entrada de ese país al torrente general de Europa, torrente mantenido a distancia y durante cerca de 40 años por los partidos herederos del franquismo.
En nuestramérica, la oleada neonazi y fascista cada vez más va acortando territorio y recuperando países que estaban ensayando vías democráticas propias. Está en el turno Nicaragua sandinista, pero aún queda en pie el proceso bolivariano del bravo pueblo venezolano declarado desde su inicio como «amenaza a la seguridad nacional de los EEUU», a lo que hay que agregar «y amenaza a la seguridad del Bloque de Poder Contrainsurgente dominante en Colombia», contra el cual se han intentado todas las maniobras destructoras posibles excepto la guerra convencional abierta, con al que ya se empieza a especular, como se ve en el video de la cúpula militar colombiana a pesar de los cortes y la edición que se hizo en los estudios de Caracol.
La contradicción USA-Colombia contra Venezuela se ha ido tornando cada vez más antagónica a pesar de todos los múltiples intentos políticos y diplomáticos del gobierno venezolano con quienes pretenden derrocarlo a toda costa. Sin embargo, existen serios indicios de que este tensionante proceso irá en aumento generando un ambiente demasiado desapacible e incierto en toda la región suramericana, pero en especial en Colombia. Y, no es descabellado pensar que todo ese blindaje reaccionario con que se está cubriendo y protegiendo el poder dominante colombiano, tenga como centro la búsqueda de una solución violenta en Venezuela.
Así las cosas, no es muy difícil pensar que un año nuevo 2019 vendrá cargado de nubes negras de intranquilidad e incertidumbre, que alejan aún más al pueblo colombiano de su objetivo democrático y progresista de trasformar la espantosa realidad social que lo atenaza y oprime.
Alberto Pinzón Sánchez
Diciembre de 2018
- Boque de Poder Contrainsurgente, es un novedoso concepto académico de ruptura en las ciencias sociales en Colombia, sustentado ampliamente por la investigadora y docente universitaria Vilma Liliana Franco en su libro Orden Contrainsurgente y Dominación, IPC. Bogotá. 2009, 500 páginas y se estructura como un todo de once piezas engranadas y perfectamente coordinadas, que me he permitido esquematizar así: 1) Gobierno de los EEUU con sus 7 bases militares en Colombia, asesores oficiales más los privados (mercenarios) de Dynacorp, Aerospace, North Grumman, etc., respaldada por las misiones de los gobiernos de Israel y Gran Bretaña. 2) FFMM de Colombia, con cerca de 400 mil hombres armados y 5,5% del PIB Nacional. 3) Narco paramilitares oficiales (actualmente operando en red con innumerables nombres) 4) Grupos económicos (llamados «cacaos» entre los cuales encabeza Sarmiento Angulo jefe del Fiscal Martínez) 5) Gremios económicos (aglutinados en el consejo gremial nacional con 22 mega gremios económicos) 6) Compañías multinacionales con inversiones estratégicas en Colombia y que apoyaron financieramente las acciones contrainsurgente durante la confrontación con las farc-ep entre las que se destacan Coca-Cola, Monsanto, Chiquita, Repsol, BP, Oxy, Mund Mining, Drummond, Unión Fenosa Cemex, etc. 7) Agentes principales de la economía subterránea, narcotráfico, lavado de divisas y contrabando. 8) Oligopolio mediático. 9) Otras tres ramas del Estado nacional diferentes a las FFMM como la rama ejecutiva; la rama Judicial especialmente la máquina de la Fiscalía, y, la rama legislativa con sus para políticos. 10) Los sectores de las clases subalternas a nivel regional cooptados, como pej empresarios de trasporte, comerciantes e intermediarios, dueños de gasolineras, lumpen proletariado regional, campesinos ricos extorsionados, empresarios mineros, narcotraficantes medianos, rebuscadores de todo tipo, y pequeños burócratas y políticos municipales y regionales, etc. Ver especialmente páginas 221 y siguientes del libro en mención.