Desde Nación Andaluza agradecemos a las 4988 andaluzas que han optado por apoyar nuestras candidaturas, las únicas que apostaban por una Andalucía independiente, socialista y feminista.
Valoramos positivamente los resultados conseguidos que superan los resultados de 2004 (entonces en una coalición junto con otras organizaciones). Más aún cuando dichos votos reflejan el estado de la izquierda independentista andaluza en 7 de las 8 provincias. Entendemos que los 4988 votos (según resultados provisionales) recibidos a nuestras candidaturas son una base más que suficiente a partir de la cual hay que continuar construyendo y ampliando la base militante de Nación Andaluza y de las organizaciones sociales soberanistas y revolucionarias que lleven la lucha por la liberación de Andalucía hasta sus últimas consecuencias.
A nivel general los resultados manifiestan una evidente derechización social que nos parece alarmante. Los recortes sociales continuos, la gestión catastrófica continuada de los servicios públicos por parte de los distintos gobiernos del PSOE(y sus acompañantes ocasionales), la ausencia de una perspectiva de cambio para el Pueblo Trabajador Andaluz desde el reformismo (que ya anunció en plena campaña un posible pacto con el PSOE), la desmovilización así como el gran chovinismo españolista compartido por los cuatros grandes partidos en distintas formas y grados, ha puesto las condiciones para la irrupción de la ultraderecha en el Parlamento andaluz con 12 escaños.
Hemos de anotar que el regionalismo encarnado en Andalucía por Sí se vuelve a hundirse con un resultado que alcanza solo un tercio del conseguido por su anterior marca ‑el Partido Andalucista- en 2015 quedándose en 22000 votos. Sin proyecto nacional propio ni proyecto social emancipador, continúa así en una vía muerta que lo llevará a una disolución orgánica cercana o lejana.
En cuanto a Vox, es un producto del trabajo que el PSOE ‑con sus distintos socios de gobierno- lleva haciendo en Andalucía durante 40 años. De la involución política que han promovido entre la clase trabajadora andaluza, su fascistización creciente y la legitimación de su sobreexplotación bajo parámetros abiertamente xenófobos (como el caso de El Ejido municipio andaluz en el que Vox es primera fuerza). Una manifestación agresiva del españolismo del que Susana Díaz ‑pero también los presidentes anteriores como Griñan o Chaves- ha hecho gala en los últimos 4 años. Pero también lo es de la impotencia del reformismo y el regionalismo para ofrecer perspectivas de cambio al Pueblo Trabajador Andaluz, empleados en acaparar espacios institucionales y alimentar a su abundante cohorte de liberadas antes que en mejorar la vida del Pueblo Andaluz. Es fruto de la renuncia por parte de la “izquierda” española y de sus sucursales en Andalucía de enfrentar al capitalismo, desmovilizando a la población ante las promesas de cambio a través de las instituciones, el asumir las posiciones del españolismo en Catalunya, negándose a enfrentar al fascismo instrumentalizado por el capital en las calles de Catalunya por priorizar la unidad de España y su marco jurídico, han allanado el camino para que el capital reorganice sus peones y nos muestre sus intenciones de nuevos recortes en derechos y libertades ante el repunte de la crisis económica que está por llegar. Y por supuesto, es el ala derecha de un Partido Popular en el que se ha desarrollado y crecido hasta desgajarse ante la descomposición del bipartidismo español.
A partir de mañana 3 de diciembre la lucha contra el fascismo va a ser una prioridad para Nación Andaluza como lo ha sido siempre. Sin ir más lejos dentro de un mes ‑el próximo 2 de enero- estaremos de nuevo en las calles de Granada rechazando la celebración de la conquista de nuestra última ciudad andalusí, por ejemplo. Pero la lucha contra el fascismo no va a ser excusa para transigir con el reformismo ni con el chovinismo español “moderado” que puede representar el PSOE y sus adláteres. La unidad ha de ser una unidad revolucionaria, desde la base, en las calles y para echar al fascismo y al españolismo de Andalucía. El problema no es Vox sino los que durante tantos años han trabajado para que Vox sea una realidad. Los que han trabajado para mantener el sometimiento y la dependencia de una Andalucía alienada, para españolizar Andalucía. Esa alienación se ha manifestado hoy en toda su extensión. Por eso se hace necesario seguir luchando con más fuerza y determinación contra ella en cualquiera de sus formas.
¡Por una Andalucía libre del españolismo y el fascismo !
¡Por la República Andaluza de Trabajadoras !
Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.
Andalucía, 2 de diciembre de 2018.