Pienso sin temor a equivocarme, que si hablamos de Iroel Sánchez, hablamos de uno de los periodistas más importantes e influyentes en la actualidad de Cuba, la niña de los ojos de todas y todos los revolucionarios y comunistas del mundo.
Hijo de Santa Clara, ciudad héroe, ingeniero y autor del blog «La Pupila Insomne» referencia absoluta para conocer la realidad de Cuba en este mismo momento, he mantenido una conversación en la que le cuestiono sobre el próximo plebiscito sobre la Constitución Cubana, que se celebra el próximo día 24 y alguna cosa más de Nuestra América.
Andoni Baserrigorri: Lo primero Iroel, eskerrik asko, en idioma euskera de mi patria, Euskal Herria muchas gracias por concederme este ratito… soy consciente de lo ocupado que siempre estas… pero al grano… mucha gente pensaba que tras la marcha de Fidel, y el final de la dirección del Estado por parte de Raúl, la caída de la revolución era cosa de poco, pero tras un primer vistazo, la constitución es socialista plenamente…
Iroel Sánchez: Según los analistas con acceso a los grandes medios de comunicación, el fin del socialismo cubano era inevitable después del derrumbe de la Unión Soviética, pero no ocurrió así, a pesar de que se llegaron a publicar libros sobre La hora final de Fidel Castro. Luego repitieron el mismo augurio con la salida de Fidel del gobierno y con su fallecimiento, para más tarde trasladarlo al término del mandato de Raúl al frente de la dirección del Estado y tampoco ocurrió.
Precisamente el debate del proyecto de nueva Constitución lo que ha hecho es renovar el consenso sobre el socialismo, en el momento en que una nueva generación asume la dirección del país.
¿Qué grado de participación ha tenido el pueblo en la redacción de la Constitución? ¿De qué mecanismos legales dispone para hacerlo?
La Constitución cubana dota a la Asamblea Nacional, compuesta por diputados electos directamente por el pueblo, de capacidad constituyente. Esta eligió de su seno una comisión redactora que presentó un anteproyecto a la Asamblea que lo discutió y presentó a debate popular el documento, y este se divulgó ampliamente por varias vías. De agosto a noviembre de 2018 se efectuaron más de 133.000 reuniones en comunidades de vecinos, centros laborales y estudiantiles en las que participaron más de nueve millones de personas y también se habilitó un sitio web para las opiniones de los cubanos residentes en el exterior.
Se realizaron más de 700.000 propuestas que modificaron el 60% del proyecto presentado nuevamente a la Asamblea Nacional y que se votará en referendo el próximo 24 de febrero. O sea, que el pueblo, además de la participación de sus representantes electos, que es como suele hacerse en otros países, participó directa, libre y ampliamente en la elaboración del documento en un proceso inédito en muchas otras naciones, y ahora decidirá con su voto para refrendar el documento.
Ante determinados cambios económicos en la isla muchos hablan de retorno al capitalismo… ¿Qué les dirías?
En Cuba, los Lineamientos que guían las transformaciones económicas después de ser también debatidos por el pueblo y cuyo espíritu se ha incorporado a la nueva Constitución reconocen el papel del mercado pero establecen la prevalencia de la planificación sobre este, así como reconocen la pequeña y mediana empresa privadas, se otorga gran importancia la inversión extranjera pero se define a la empresa estatal socialista como el sujeto principal de la economía
No sé cómo una Constitución que establece la redistribución «cada vez más justa» de la riqueza pueda retornarnos al capitalismo, más cuando dice explícitamente en su preámbulo «Convencidos de que Cuba no volverá jamás al capitalismo como régimen sustentado en la explotación del hombre por el hombre, y que solo en el socialismo y en el comunismo el ser humano alcanza su dignidad plena».
Pero hablemos de la economía concreta: En Cuba los bancos son propiedad estatal, no hay especulación del suelo y hay una cultura de justicia social a nivel popular asentada por sesenta años de Revolución que ha estado muy presente en todos los debates. Los cubanos somos muy críticos pero no queremos perder el socialismo, cambios sí pero dentro del socialismo que es garantía de soberanía y justicia.
En un reciente artículo leído en medios digitales, se comenta la diferenciación que se hace abandonando el término «marxismo-leninismo» por el de «marxismo y leninismo» Quizás podrías explicarnos un poquito el motivo del cambio
Marxismo-lenismo es un término que acuñó el estalinismo y varios compañeros, sobre todo del mundo académico, alertaron en el debate del proyecto constitucional al respecto.
Las ideas de Marx y Lenin, junto a las de Martí y Fidel se declaran explícitamente en la Constitución como guía del socialismo cubano y base ideológica del Partido Comunista de Cuba.
En todo caso y por petición popular mayoritaria sigue vigente en la Constitución el hecho de que la sociedad cubana aspira a la consecución del comunismo, cosa que en Europa nos ha alegrado bastante… ¿Sigue entonces el cubano firme en el carácter socialista de la revolución?
Imagino que a ti y a muchos compañeros y compañeras de Europa les alegre, a otros imagino no, pero es una decisión de los cubanos que expresa cómo a pesar de la hegemonía cultural del capitalismo a escala global que también influye en Cuba de manera no despreciable, prevalece una aspiración de conquistar toda la justicia y, aunque eso esté hoy muy distante del mundo en que vivimos no se ha querido renunciar a explicitar esa aspiración por lejana que parezca hoy.
¿Qué está haciendo la contrarrevolución ante este plebiscito, me refiero a la conocida como «gusanera»?
Estados Unidos dedica decenas de millones de dólares a financiar personas y medios de comunicación que expresan los intereses norteamericanos contra la Revolución cubana.
Alrededor del referendo esa maquinaria primero intentó deslegitimar el proceso constituyente pero cuando se percataron de la intensa participación popular dijeron que no se tendrían en cuenta los planteamientos del pueblo y se ocultarían las opiniones, cuando se publicaron los datos de los planteamientos sobre cada tema entonces quisieron usarlos para dividirnos…
Así han ido, de fracaso en fracaso y ahora llaman, sobre todo desde internet, porque no tienen peso en la realidad cubana, a boicotear la consulta o a votar No. A la vez, constantemente fabrican noticias falsas, sin ningún escrúpulo, aprovechando hasta un reciente tornado que golpeó duramente La Habana a fines de enero.
Y como tienen que vivir y mantener su negocio, el 25 de febrero inventarán nuevas mentiras para justificar lo que hasta ellos mismos saben será una victoria contundente del Sí.
Una última pregunta Iroel, ¿Cómo ves el futuro inmediato de Nuestra América, con la brutal ofensiva de Trump… la resistencia y dignidad de Venezuela…?
La situación actual en Latinoamérica es el fruto de una estrategia que comenzó antes de la llegada de Trump a la Casa blanca, desde que la administración Obama apoyó los golpes de distinta factura –militar o parlamentaria– contra gobiernos que le resultaban inconvenientes, comenzando por Honduras y siguiendo por Paraguay y Brasil, y declarando a Venezuela «amenaza inusual y extraordinaria» a la Seguridad Nacional de los Estados Unidos, acompañçándolo con una guerra económica brutal.
Trump, que desprecia todo multilateralismo y ha entregado, por conveniencias politiqueras, la política hacia América Latina a la mafia que en Miami vive obsesionada con el fin de la Revolución cubana le ha quitado toda máscara a esa estrategia.
Hay una amenaza creciente y palpable de intervenir militarmente en Venezuela, a la que se le ha querido imponer la falacia de un presidente designado por Washington y así volver a apoderarse de los grandes recursos energéticos que hay en su subsuelo. No han podido quebrar la unidad cívico militar que legó Chávez al pueblo venezolano y eso los desespera.
El futuro es de lucha por preservar la paz, primero que todo en Venezuela, incrementando la solidaridad y logrando se abra paso la verdad, además de hacer conciencia de que una aventura militar yanqui contra Venezuela, incendiaría la región, y eso no conviene a Estados Unidos y mucho menos a sus aliados latinoamericanos, por irresponsables que sean sus dirigentes actuales.
Nada más, Iroel, un gusto haber podido charlar con tigo, quienes seguimos tu trabajo sabemos de la inmensa valía de lo que haces y solo terminar saludando al hermano y héroe pueblo cubano, desde aquí, desde Euskal Herria.
17 de febrero de 2019