Cuba, por Luis Toledo Sande, Resumen Latinoamericano, 26 de marzo del 2020
El Departamento de Estado de EE. UU. no cesa en sus operaciones de hostilidad contra Cuba. Ahora refuerza las calumnias contra este país y sus servicios médicos, con el fin de denigrarlos ante la colaboración prestada a Italia, por solicitud de esta, especialmente de Lombardía, para hacer frente a la epidemia del coronavirus.
Además del valor humano intrínseco que tiene, esa colaboración
representa un nuevo fracaso del imperio en sus planes contra Cuba y su
marcha revolucionaria. Y no es una derrota cualquiera, sino una que
propicia especialmente juzgar las deficiencias del sistema médico de la
gran potencia, visto en sí mismo y, sobre todo, en comparación con el
que Cuba ha creado y mantiene, con reconocimiento internacional, a pesar
del bloqueo que la poderosa nación le ha impuesto durante seis décadas.
Para restar valor a lo que Cuba hace, lo que falta es que la potencia
agresora, y quienes le sirven, nieguen la existencia del bloqueo,
reforzado con maniobras aún más ostensiblemente criminales por el actual
César, tan capaz de auspiciar y generar horrores en el mundo, como
incapaz de buscar el bien de su propio pueblo ante la pandemia que
amenaza con tener allí su epicentro.
No sería la primera vez que se negara aviesamente la palmaria existencia del genocida bloqueo con que el imperio intenta asfixiar a la Isla por hambre, penurias y enfermedades. Pero Cuba continúa su marcha, y lo ratifica –tampoco es la primera vez que lo hace, ni será la última– defendiendo a su pueblo, y a otros, en la lucha contra una plaga que asola al planeta
Tomado de Granma