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La «juga­di­ta» de la inte­li­gen­cia mili­tar – farc​-ep​.net

La “juga­di­ta” de la 

inte­li­gen­cia militar

La deno­mi­na­da inte­li­gen­cia del ejér­ci­to ha sol­ta­do una cata­ra­ta de comu­ni­ca­dos apó­cri­fos y fal­sos inten­tan­do azu­zar el enfren­ta­mien­to arma­do entre gru­pos gue­rri­lle­ros con el pro­pó­si­to de impe­dir su uni­dad en la lucha por una Nue­va Colom­bia, regan­do al mis­mo tiem­po con­fu­sión en el movi­mien­to social y polí­ti­co y en la gen­te del común.

Reto­za feliz esa “inte­li­gen­cia” en la cres­ta de la nue­va ola de los fake news, difun­dien­do sus noti­cias fal­sas, cre­yén­do­se muy lis­ta, y pen­san­do que los colom­bia­nos son solo un reba­ño de ignorantes. 

Están en “la juga­di­ta”. Los estra­te­gas ilu­sos de la mani­pu­la­ción le apues­tan a que el pue­blo colom­biano movi­li­za­do en las calles, cam­bie su deco­ro­sa ban­de­ra del cam­bio social y polí­ti­co, de nue­vo gobierno y paz com­ple­ta, del fin de la corrup­ción y la impu­ni­dad, por una ban­de­ra hara­pien­ta zur­ci­da con sucios hilos de engaño.

Se ha vuel­to loca la “inte­li­gen­cia mili­tar” ela­bo­ran­do a dies­tra y sinies­tra comu­ni­ca­dos a nom­bre de una fuer­za gue­rri­lle­ra con­tra otra, fal­si­fi­can­do sellos, decla­ran­do como obje­ti­vos mili­ta­res a quie­nes nun­ca lo serán, impo­nien­do nor­mas arbi­tra­rias y absur­das a la pobla­ción, espe­ran­do inci­tar con sus dis­pa­ra­tes el enfren­ta­mien­to arma­do entre gue­rri­lle­ros y el repu­dio de la pobla­ción a la insurgencia.

Las movi­li­za­cio­nes y mar­chas, los blo­queos de vías, los plan­to­nes y los cace­ro­la­zos con los cua­les la gen­te del común está mani­fes­tan­do su incon­for­mi­dad con­tra el mal gobierno, no se pue­den dis­traer con arti­fi­cios bara­tos, sin ins­pi­ra­ción. Tapar el sol con una sola mano no será posi­ble. No podrán apa­ci­guar la rabia que gene­ra la impo­si­ción del injus­to paque­ta­zo neo­li­be­ral. No podrán enga­ñar el pro­fun­do dolor en el cora­zón de los humil­des tiro­tea­do por los fal­sos posi­ti­vos y por el ase­si­na­to de cen­te­na­res de líde­res y lide­re­sas socia­les y de her­ma­nos excom­ba­tien­tes. Los días de la corrup­ción y la impu­ni­dad están con­ta­dos, por­que ven­drá una gran lucha de toda la nación para aca­bar con todo lo malo.

Debie­ran dar­se cuen­ta que una auro­ra reden­to­ra está des­pun­tan­do des­de las cor­di­lle­ras: la auro­ra de la movi­li­za­ción social. El pue­blo colom­biano es hoy un vol­cán de sue­ños de paz y de jus­ti­cia, de patria nue­va. Ya no quie­re más los men­dru­gos que le tiran, ni seguir vivien­do como has­ta ahora.

Que­re­mos com­par­tir esta cer­te­za con nues­tros her­ma­nos de armas y de ideas, con los alza­dos en rebel­día y con todos los colom­bia­nos, para decir­les que nues­tros comu­ni­ca­dos, los autén­ti­cos, están dis­po­ni­bles, sin sellos alte­ra­dos, en la pági­na vir­tual farc​-ep​.net, don­de pue­den obser­var­se las líneas de acción de nues­tra estra­te­gia y visión de país. 

Pier­de su tiem­po la inte­li­gen­cia mili­tar al azu­zar con rumo­res fal­sos, desa­fíos e inju­rias, el enfren­ta­mien­to entre los que regre­sa­mos al mon­te ‑tras la infa­me trai­ción del Esta­do al Acuer­do de Paz- y nues­tros anti­guos com­pa­ñe­ros y cama­ra­das que no se vin­cu­la­ron al pro­ce­so, ni entre­ga­ron sus armas. Con tan­to cono­ci­mien­to y expe­rien­cia acu­mu­la­da sobre las actua­cio­nes vene­no­sas del adver­sa­rio, eso no va ser posi­ble. No lo vamos a permitir.

Con las orga­ni­za­cio­nes gue­rri­lle­ras: el diá­lo­go, el acuer­do y el sen­ti­mien­to fra­ter­nal. Y para el pue­blo: nues­tra vida por su feli­ci­dad y liber­tad. Nada con­tra él. Así habla la éti­ca revolucionaria.

La per­sua­sión de Bolí­var sigue viva: Uni­dos sere­mos fuer­tes y mere­ce­re­mos res­pe­to; divi­di­dos y ais­la­dos, pereceremos.

FARC-EP Segun­da Marquetalia

Mar­zo 5 de 2020

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