Desde lo más profundo de nuestra conciencia revolucionaria, levantamos nuevamente la voz, a nombre de las FARC-EP, Segunda Marquetalia, para pedir el fin de la barbarie en el Cauca, un departamento de gente mayoritariamente buena, con un proyecto de vida que palpita humanidad bajo el color de una piel. Nuestro aprecio y consideración para los pueblos indígenas, las comunidades negras, y para la población blanca y mestiza del Suroccidente.
Nos duelen todos los muertos acribillados por la irracionalidad de unos intereses económicos oscuros que piensan que todo se debe resolver a tiros. Nos duelen los indígenas, los líderes y lideresas sociales y los excombatientes del partido de la Rosa, muertos por actores armados. Y nos duelen también las muertes de estos, ya vistan el uniforme insurgente, ya el uniforme militar. Disparar contra indígenas desarmados que solo tienen un bastón, no tiene presentación, ni justificación. Eso debe parar. Toda muerte injusta es una siembra de discordias y resentimientos. Exigimos al Estado y a sus organismos de inteligencia frenar el asesinato y su absurda estrategia de estimular los enfrentamientos en la región.
Los guerrilleros de la Segunda Marquetalia proponemos el diálogo y el entendimiento como el recurso más inteligente para devolverle la normalidad y la tranquilidad al Cauca. Inspirados en el histórico acuerdo firmado por los líderes indígenas y los comandantes de las FARC, Manuel Marulanda Vélez y Jacobo Arenas, estamos dispuestos a aportar experiencias en la construcción de un nuevo pacto para la convivencia con la dirigencia indígena, extendiendo sus beneficios a las comunidades negras del litoral pacífico.
Sugerimos promover en Popayán un gran evento de paz, un foro de reencuentro, que en sus conclusiones consigne el compromiso de conformar en el suroccidente colombiano una potencia, una fuerza de sentimientos humanos, una energía de paz y vida digna, que con su sola presencia disuada las intenciones de los enemigos de los concordia, y se convierta en un factor muy activo en la búsqueda de un gran acuerdo político nacional para la instauración de un nuevo gobierno de coalición democrática, que le garantice a Colombia la paz completa, la reforma política y la justicia social.
FARC-EP, Segunda Marquetalia
Abril 20 de 2020