Un lector del blog me escribe preguntando cómo analizar el precio negativo del petróleo desde la perspectiva marxista. Y agrega: «he visto cómo los liberales dicen que esto prueba que el valor es subjetivo».
En lo que sigue propongo una explicación desde el enfoque de la ley del valor trabajo.
Como han informado los medios, en el día de ayer, lunes 20 de abril, los futuros a mayo del petróleo WTI (West Texas Intermediate) cayeron a terreno negativo (sobre derivados, ver aquí, aquí y siguientes). Tengamos presente que cada mes los contratos del WTI, que se comercializan en Nueva York, necesitan ser saldados con entrega física del crudo. La misma ocurre en Cushing, Oklahoma, donde las empresas poseen tanques de almacenamiento. Se considera que es el corazón de la red de oleoductos de EEUU. El tema es que el martes 21 de abril era el último día para comerciar los futuros de mayo, y el lunes 20 los traders y empresas intentaron deshacerse de sus contratos a cualquier precio, antes de verse obligados a recibir el petróleo. ¿Por qué no querían, o quieren, recibirlo? Pues porque no tienen dónde almacenarlo. Ya el 10 de abril la Energy Information Administration calculaba que la capacidad de almacenamiento en Cushing estaba cubierta en un 72% (55 millones de barriles, siendo la capacidad total de 76,1 millones). Desde entonces el stock siguió en ascenso. De manera que al cerrar el mercado del lunes el contrato mayo del WTI cotizaba a ‑37,6 dólares. Esto significa que aquel que vende el petróleo debe entregar 37 dólares por barril para que el comprador lo reciba físicamente. El mundo del revés.