En junio de 2018, hace dos años y medio, publique en medios alternativos el artículo, Una organización (https://www.boltxe.eus/2018/06/08/una-organizacion/) escrito en medio de una terrible frustración ante la carencia en Euskal Herria de un colectivo o partido que aglutinase en términos revolucionarios, comunistas a las personas que no renunciábamos a la herencia de aquello que se llamó MLNV y que no estaba dispuesta a aceptar el giro hacia la socialdemocracia y la institucionalidad del movimiento que ilusionó a miles de personas en Euskal Herria y que teníamos como horizonte una patria socialista, solidaria, internacionalista, ecologista y feminista.
Dos años y medio después las condiciones objetivas de explotación, de militarización de nuestro pueblo, de represión se han recrudecido. El ecologismo sigue siendo necesario en una tierra y en un planeta que va derecho hacia el desastre. El sindicalismo cada vez más preciso en unos términos diferentes al actual, el machismo es cada vez más osado y no para en su ofensiva para mantener a las mujeres oprimidas…
Este cuadro, solo nos puede llevar a una conclusión. La necesidad de una organización, partido o movimiento es más acuciante que hace dos años y medio. La lucha de clases sigue, la sigue ganando la burguesía y el proletariado vasco, seguimos sin herramienta para hacer frente a este estado de las cosas.
El futuro inmediato y que cada vez se divisa con más claridad es el de un pueblo cada vez más dependiente de un capitalismo que nos ha designado unas tareas de servicios, con unas condiciones laborales paupérrimas y en lo nacional, cada vez más integrados en los Estados francés y español. Frente a eso una Izquierda Abertzale Oficial que de boca de sus propios dirigentes, está cada vez más en la centralidad. O sea, cada vez más en la institucionalidad española o francesa. La pasada semana lo dijo Oskar Matutes sin arrugarse pero nadie del antiguo MLNV salió a corregirle. Nadie, y no salió nadie porque las palabras de Matutes explicaban bien a las claras que el camino que recorre EH Bildu es exactamente el que se diseñó con el visto bueno de la dirigencia del MLNV. Camino que puede ir a muchos sitios, pero a la independencia y al socialismo, no.
Lo cierto es que si Bandrés y Onaindia, dirigentes de Euskadiko Ezkerra levantasen la cabeza, sin duda pedirían derechos de autor. Ese mismo camino, lo recorrieron ellos en los 80. Pero desde luego ni fueron tan deprisa ni tan audaces como se está recorriendo ahora. De hecho no se recorre camino, se galopa camino, camino que insisto, lo abrieron los Bandres y Onainda.
Estudiar y comprender la Euskal Herria de hoy exige llegar a unas conclusiones clara que si no son tenidas en cuenta, todo lo que se haga está condenado al fracaso.
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Todas las revoluciones socialistas, todos los procesos liberadores tienen como sujeto al proletariado.
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El proletariado vasco es radicalmente diferente y parecido al de los años 70 y 80 del siglo pasado.
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Radicalmente diferente en que se han incorporado nuevas generaciones de trabajadoras que no tienen el típico mono azul, ni trabajan en un astillero o un taller, que no tienen asegurado el empleo más allá de lo que diga el contrato, que sus sueldos son miserables, que están hipotecados por la vivienda, que entre ellas hay decenas de inmigrantes que, siendo como son también proletariado carecen de conciencia nacional. Que muchos de ellos trabajan en nuevas tecnologías… Radicalmente parecidos en que la explotación capitalista es la misma que en los años 70 y 80. Es más esa explotación se ha incrementado. Y con ella la represión.
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La politización y la conciencia social y nacional ha descendido hasta niveles insoportables. A la gente no parece importarle demasiado la política y menos en términos de organizarse. El «no te metas en líos» «no vives de la política» y el «son todos iguales» se ha impuesto, para fomentar el individualismo. Es muy complicado hablar de política, de derechos sin que te señalen como «el pesado de turno» «el chapas rojo»… definitivamente los medios de comunicación y de información han hecho su trabajo.
Frente a esto… ¿Qué hacer?
Organizarse.
La respuesta que escuetamente dió Lenin hace más de un siglo, sigue llena de actualidad.
Pero para organizarse en la Euskal Herria de hoy es imprescindible reconocer que:
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Nadie tiene el monopolio del término Izquierda Abertzale.
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Nadie tiene el monopolio acerca de qué tipo de marxismo precisa Euskal Herria, el tipo de Estado socialista que se construya en este país debe ser sobre todo un marxismo original, no exportado. Que recoja aportaciones de todos los clásicos que a lo largo del movimiento obrero han aportado, pero también que recoja las aportaciones hechas desde la praxis por cientos de militantes vascos que nos dejaron sus reflexiones, aportaciones hechas desde la lucha.
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El marxismo vasco no puede ni debe tener dependencias ideológicas de otro país. Este país es un marco autónomo de lucha de clases y no debemos ni podemos esperar nada de repúblicas federales ni confederales. Nuestro norte siempre debe ser patria socialista vasca.
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La prepotencia no es una buena credencial para crear organización. Ya sea esta de jóvenes que quieren enseñar a personas con más de treinta años de militancia como se milita, ya sea esta de personas con cierta edad (como yo) que trate de enseñar a los jóvenes como se hace una revolución, máxime cuando mi generación hemos fracasado y hemos sido derrotados. Repito por si no se ha entendido. Somos una generación que ha sufrido una derrota sin paliativos. Prepotencias las justas.
Dicho todo esto, que no ha sido poco y pienso que para nada es con la pretensión de sentar cátedra, más bien con la de aportar, pienso que las condiciones para crear una organización revolucionaria que organice al proletariado vasco están dadas, falta ponerse al tema y preparase para una nueva derrota. O victoria. Se cae quien se levanta. Los comunistas abertzales vascos y vascas solo tenemos un camino. Levantarnos, quizás caernos, pero si nos caemos y nos vuelven a derrotar, nos tocara levantarnos de nuevo. Nos va la vida en ellos, la nuestras y la de las próximas generaciones.
Parafraseando a Marx: Solo podemos perder nuestras cadenas sociales y naciones. Pero tenemos un mundo, una patria socialista por ganar.
Euskal Herriak merezi du! Borrokatzeak merezi du!
Andoni Baserrigorri
4 de enero de 2021