Hace 62 años Cuba fue estremecida por una gran explosión de alegría y esperanza activada por el triunfo de los barbudos rebeldes que, comandados por Fidel, el Che, Camilo, Raúl, Almeida y otros héroes de la Sierra Maestra, habían derrotado al gobierno del tirano Batista. Su vislumbre iluminó todos los connes de la tierra. Los barbudos habían alcanzado un sueño, que solo era un primer paso hacia la estrella de Martí que no deja de irradiar patria y humanidad.
Ese triunfo de las ideas y las armas guerrilleras fusionadas con el pueblo como mar y ola, es desde entonces una espina clavada en la garganta de los gobiernos republicanos y demócratas que han deslado por la Casa Blanca. Aun les tiembla por dentro la instauración de un nuevo orden social justo a pocas millas de su territorio. Por eso su política hacia la isla está enfocada de tiempo completo en la destrucción de la revolución. Quieren matar la revolución cubana, pero ella sigue viva porque está blindada con esa hermosa testarudez de su amor por la humanidad.
Humanidad, solidaridad y decoro, es el gran triunfo del sentimiento de Martí y de Fidel, que debiera propagarse por el mundo entero. En ellos reside la fuerza de la revolución respaldada por la unidad monolítica de un pueblo de ciudadanos libres.
No permitamos que Cuba enfrente sola al «terrible monstruo del norte», como llamó Bolívar al gobierno de los Estados Unidos. Que se escuchen las voces solidarias del mundo reclamando el fin del bloqueo económico, comercial y nanciero de Washington contra La Habana. Ese bloqueo inhumano lleno de crueldad, y esa absurda pretensión de darle extraterritorialidad a las leyes de un imperio decadente, no solo afectan los derechos humanos de una nación, sino que lesionan gravemente la soberanía de otros Estados.
Globalicemos la solidaridad hacia Cuba y exijamos se respete su sagrado derecho a la autodeterminación.
Cuba, la hermana solidaria que reparte su corazón a los que sufren en estos tiempos de pandemia y de injusticia social, sigue en pie señalando el camino hacia un nuevo mundo, a pesar de la hostilidad de la Casa Blanca. Declaremos a Cuba potencia mundial de humanidad, solidaridad y decoro.
¡Viva Cuba, Viva Fidel!
FARC-EP
Segunda MarquetaliaEnero 1 de 2021