MENSAJE AL ÑEÑE DUQUE, ALIAS “EL PRESIDENTE”
“Memento mori”, Duque
Es cierto, puede ser que nuestros días estén contados. Lo ha dicho la Revista Semana repitiendo fuentes gubernamentales del Ñeñe Duque mientras despliega con ruido de burro alborotado (jarocho, dirían en el Caribe) “imágenes de los guerrilleros en sus asentamientos” en Venezuela.
La verdad es que desde que nacemos todos tenemos nuestros días contados en semanas, en meses, en años y algunos afortunados hasta suelen sobrepasar el siglo. Y claro, unos pueden durar más que otros. Y, por eso, más allá de las muertes ordenadas por el régimen de terror que impera en nuestro país, o de las “decretadas” recientemente por el señor Rafael Guarín y por el tontivano nuevo ministro de defensa Diego Molano, con aquello de que la fuerza pública nos está esperando para “darnos de baja”, tarde o temprano alguien caerá. Porque es que como dice el dicho popular: “al final todos moriremos”; o si se quiere más jocosamente y para no dramatizar, como dicen en Curramba la Bella, “el que no muere cuando chiquito, cuando viejo no se salva”. Y eso creemos que le calza a Raimundo y a todo el mundo. Entonces, digamos que lo que repite con tono odebrechtiano el Gobierno del Ñeñe Duque y ese pasquín al que llaman Semana lo hace rebuznando; son perogrulladas, que no por tales dejan de ser infames. Pero, por favor, sean un poquito serios y no engañen a la gente diciendo que tienen grabaciones de Romaña negociando con narcos, porque seguramente son tan “reales” como las que montó el Fiscal Néstor Humberto Martínez contra Santrich para torpedear el proceso de paz.
No defrauden más a los crédulos mostrando imágenes de la presencia de los dirigentes de las FARC-EP (Segunda Marquetalia) en Venezuela, que son más chimbas que las que llevó el gobierno de Duque contra el ELN para hacer el ridículo en la ONU. Mejor dicho, más falsas que la descontinuada, torpe e inútil consigna del Ñeñe Duque de que “el que la hace la paga”; esto considerando que con el super paraco Álvaro Uribe, el rey de los falsos positivos y los falsos testigos suelto, el asunto ya es de burla. Ji, ji, ji, ji, ji…
¡No jodan!, por lo menos gánense el sueldo creando alguna imagen pasable con Photoshop. Es más, si quieren, cuando podamos pasar por algún punto de la frontera nos haremos algunas “selfis” y se las enviamos para que pulan el archivo, pero no insulten la inteligencia de sus lectores con esa basura de pasquín mediocre que están divulgando para confundir incautos.
Para ser francos, nada de lo publicado vale cinco centavos, pero fotos prueba sí lo son las de Iván Duque posando con el fallecido narco “pura sangre” Ñeñe Hernández (financiador de su campaña presidencial, además). O las del mismo chanchito malandrín dándole recibimiento de Jefe de Estado al “interino” Juan Guaidó, el mismo sujeto marioneta de los gringos que posó abrazado con dos reconocidos paramilitares del grupo Los Rastrojos (específicamente con Albeiro Lobo Quintero, alias «el Brother», y con John Jairo Durán, alias «el Menor»).
Por otro lado, qué “avioneta usada para mover cocaína” y para transportarnos ni qué ocho cuartos; de verdad, no jodan, no se las tiren de inocentes y censores. Narcoavionetas son las que volaban hacia todas partes incluyendo Tranquilandia cuando Varito, seudónimo de mafioso de Álvaro Uribe Vélez (así lo llamaba su padrino Pablo Escobar), fungía como jefe de la Aeronáutica Civil. ¿Pistas?, las 18 que encontraron en ese complejo cocainero del Cartel de Medellín, protegido por la élite colombiana. ¿O es que se les olvidó de quién era el helicóptero Hughes 500, de matrícula colombiana HK 2704 X, que las mismas autoridades encontraron en aquel lugar de la selva. ¿No recuerdan acaso qué era del “prohombre” de negocios turbios Alberto Uribe Sierra, padre de Álvaro Uribe?
Entonces, no se hagan los pendejos queriendo utilizar a la insurgencia como taparrabo de un asunto que todo el mundo sabe que es un macronegocio capitalista del que no solo el sector financiero saca pingües ganancias, sino que una inmensa franja de sus pupilos, falsos personajes mojigatos de la “clase alta” que condenan al campesino cultivador y raspachín, es consumidora de cuanta porquería hay en el mercado.
Y esto es tan cierto como los raudales de cocaína que han pasado por las manos y narices de personajes como Pacho y Enrique Santos en parranda, por ejemplo. O, Incluso, por las narices y manos del mismísimo Ñeñe Duque y de Marta Lucía Fantasma (sí, la que se reunía y pernoctaba con los paracos en El Nogal). Y estos, acaso no saben a quien le compra la perica el cocainómano Fiscal Barbosa. Pero para que no digan que es mentira, los retamos a que se hagan una prueba especializada que los deje en limpio frente al país, y si no quieren la aguja, que se sometan a la prueba del polígrafo, para que los vean sudando sus mentiras. ¡Hipócritas!
Nosotros somos insurgentes, no narcos. Y seguro es que luchamos por derrocar al Bloque de Poder Dominante que tiene padeciendo miseria y guerra a las mayorías en Colombia. Eso ni es mentira ni es novedoso, así que no se pongan a descubrir el agua tibia, o que el agua moja, porque aunque las brujas no existan, de que las hay las hay. Igual ocurre con los fantasmas. Así que amanecerá y veremos, dijo el ciego. Je, je, je, je… Sin pasar por alto, claro está, que estos sagaces sabiondos ya tienen ubicado al paisa Oscar en ese pequeño sector que hay entre el Pato y la frontera con Venezuela (¡!).
Por lo demás, eso de que nos están “respirando en la nuca”, parece más una ficción erótica que una realidad militar. Los de la revista Semana debieran no olvidar el “In dubiis, abstine” y dejar de comerle tanta carreta al gobierno. Ese es también un principio de la buena prensa. No sean tan lameculos de los poderosos.
Por las FARC-EP (Segunda Marquetalia)
Edinson Romaña, Oscar Montero y Jesús Santrich, El Disidente
¡Juramos vencer y venceremos!
Febrero 8 de 2021