Movi­mien­to Boli­va­riano por la Nue­va Colom­bia – 21 Años

El 29 de abril del 2000, des­de la tri­bu­na de San Vicen­te del Caguán, con el Liber­ta­dor rena­cien­do en el fon­do ama­ri­llo, azul y rojo de la patria, el coman­dan­te Alfon­so Cano en com­pa­ñía de Manuel Maru­lan­da Vélez y su Esta­do Mayor, anun­ció el sur­gi­mien­to del Movi­mien­to Boli­va­riano por la Nue­va Colom­bia, espa­cio de encuen­tro de la incon­for­mi­dad nacio­nal, de reu­nión de nues­tros sue­ños de patria nue­va, y de uni­dad y lucha por un gobierno alter­na­ti­vo que lle­ne de huma­ni­dad nues­tro provenir.

21 años des­pués, la lucha sigue, por­que nada ha cam­bia­do a favor de las mayo­rías empo­bre­ci­das y mal­tra­ta­das. No hay demo­cra­cia ver­da­de­ra; el pue­blo no tie­ne voz, ni tie­ne voto a la hora de defi­nir las estra­te­gias eco­nó­mi­cas y socia­les que impac­ta­rán su futu­ro. El sis­te­ma elec­to­ral no es con­fia­ble, tole­ra el frau­de de los tibu­ro­nes de la polí­ti­ca y no cas­ti­ga la com­pra de votos y con­cien­cias. El Con­se­jo Nacio­nal Elec­to­ral (CNE) no es una ins­ti­tu­ción impar­cial; es una ins­tan­cia subal­ter­na del par­ti­do de gobierno. Es una ver­güen­za que Iván Duque haya lle­ga­do a la pri­me­ra magis­tra­tu­ra finan­cia­do con dine­ros del nar­co­trá­fi­co y que no haya sido san­cio­na­do ni revo­ca­do su man­da­to. Defi­ni­ti­va­men­te la Ñeñe-polí­ti­ca fue ele­va­da a los alta­res de la impu­ni­dad y se con­vir­tió para la Fis­ca­lía en asun­to innom­bra­ble. Esta­mos vivien­do los colom­bia­nos la pesa­di­lla del nar­co Esta­do fun­da­do por Álva­ro Uri­be Vélez.

La lucha sigue por­que esta oli­gar­quía, indo­len­te, que no sien­te el sufri­mien­to de los de aba­jo, sigue en el poder impo­nien­do más y más impues­tos a los pobres, y más y más exen­cio­nes para los gran­des ricos. ¿Por qué todas las veces cuan­do se nego­cia el sala­rio míni­mo de los tra­ba­ja­do­res, esa oli­gar­quía que cogo­bier­na con la mafia, ter­mi­na ali­nea­da con la ava­ri­cia y la cica­te­ría de los empre­sa­rios? No nos enga­ñe­mos más. El gobierno de Colom­bia es un gobierno de la oli­gar­quía y para la oli­gar­quía. No es el gobierno de todos los colom­bia­nos, no. Fren­te a las angus­tias del pue­blo, es sor­do y no tie­ne oídos, pero sí es veloz para satis­fa­cer la des­me­di­da ambi­ción de los cacaos empre­sa­ria­les. Sólo la ley del embu­do col­ma su codi­cia. Este gobierno es la pan­de­mia que está matan­do a los pobres e hirien­do de muer­te a las capas medias de la socie­dad. Con­vir­tie­ron la salud, la edu­ca­ción, en un nego­cio pri­va­do, capi­ta­lis­ta, y no en una obli­ga­ción del Esta­do con sus ciu­da­da­nos. El dere­cho a la tie­rra, a la vivien­da, al empleo, al ves­ti­do, al agua pota­ble, al mer­ca­deo, a bue­nas carre­te­ras, a la conec­ti­vi­dad, está cada vez más lejos del alcan­ce de los humil­des. No solo tene­mos que pagar­les impues­tos por uti­li­zar las carre­te­ras, sino que hora pre­ten­den que les pague­mos por tran­si­tar en las ciu­da­des. Has­ta la fuer­za públi­ca que fue ins­ti­tui­da por su fun­da­dor el Liber­ta­dor Simón Bolí­var con la misión de defen­der la inde­pen­den­cia y las garan­tías socia­les pre­ten­de ser uti­li­za­da hoy como un ejér­ci­to pri­va­do de la oli­gar­quía para la defen­sa de sus intere­ses eco­nó­mi­cos y su per­ma­nen­cia en el poder. Tene­mos que corre­gir esta situa­ción anómala.

Como decía el líder de las gran­des mul­ti­tu­des Jor­ge Elié­cer Gai­tán, las oli­gar­quías plu­to­crá­ti­cas del país, solo bus­can colo­car los intere­ses de los menos, por enci­ma de la vida de los más. Su polí­ti­ca no sir­ve para nada por­que no se enfo­ca en la dig­ni­fi­ca­ción de la vida la huma­na. Y en este son y en este atro­pe­llo, lle­van más de dos siglos a pesar de que repi­ta­mos el refrán popu­lar de que, «no hay mal que dure 100 años ni cuer­po que lo resis­ta». Bas­ta ya. No sere­mos a per­pe­tui­dad un país de parias doble­ga­dos y sumi­sos fren­te a los atro­pe­llos de la oli­gar­quía. El pue­blo colom­biano no debe ser más el polí­gono de tiro de la tira­nía del capi­tal. Lle­gó la hora de escu­char al pue­blo y de obe­de­cer a la volun­tad popular.

Lla­ma­mos a los mili­tan­tes clan­des­ti­nos del Movi­mien­to Boli­va­riano por la Nue­va Colom­bia fun­da­do en abril del 2000 por Alfon­so Cano, a redo­blar sus esfuer­zos en la estra­te­gia de ganar con­cien­cias para la uni­dad popu­lar y la lucha por un nue­vo gobierno. Un nue­vo gobierno de coa­li­ción demo­crá­ti­ca, sur­gi­do de un acuer­do o pac­to polí­ti­co que le res­ti­tu­ya ple­na­men­te al pue­blo sus dere­chos, empe­zan­do por el más impor­tan­te de todos: el de la paz esta­ble y dura­de­ra. Un gobierno que pague ya la deu­da his­tó­ri­ca con el agro colom­biano y no le mame más gallo a la refor­ma agra­ria y la titu­la­ción de tie­rras a los cam­pe­si­nos. Un gobierno que bus­que siem­pre la dig­ni­fi­ca­ción de la vida de todos los colom­bia­nos y no solo de un puña­do de oli­gar­cas egoís­tas que no han sen­ti­do ni un ápi­ce de huma­ni­dad ni amor por el pue­blo llano de Colom­bia al que des­pre­cian. Un nue­vo gobierno que garan­ti­ce matrí­cu­la cero para los estu­dian­tes y edu­ca­ción gra­tui­ta y de cali­dad en todos los nive­les, que en los pri­me­ros 100 días de su admi­nis­tra­ción pon­ga en mar­cha un plan de cho­que social con­tra la pobre­za y for­ma­li­ce una ren­ta bási­ca que le de la mano a los olvi­da­dos de la patria.

Es aho­ra o nun­ca. Tra­ba­je­mos uni­dos por una Nue­va Colom­bia, des­de el movi­mien­to social y polí­ti­co, des­de los par­ti­dos, des­de los cuar­te­les o don­de quie­ra que este­mos, el obje­ti­vo es movi­li­za­ción y lucha y el res­pal­do a la coa­li­ción demo­crá­ti­ca por un nue­vo gobierno que inau­gu­re una lar­ga era de paz, jus­ti­cia social, demo­cra­cia y soberanía.

¡Viva el 29 de abril!

¡Viva el Movi­mien­to Boli­va­riano por la Nue­va Colombia!

FARC-EP

Segun­da Marquetalia

Abril 29 de 2021

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