¡RESISTENCIA COLOMBIA! – farc​-ep​.net

En este 57 ani­ver­sa­rio de las FARC, «como que hay fies­ta en el cie­lo por­que está tro­nan­do», y aquí en Colom­bia des­de hace 30 días no cesan de tro­nar los tam­bo­res de la lucha con­vo­can­do las con­cien­cias, des­per­tan­do el con­ti­nen­te. Asis­ti­mos al rena­cer de la esperanza.

Colom­bia no quie­re más un gobierno que pien­se que solo los ricos tie­nen dere­chos, y que no le impor­ta la suer­te de los pobres. Lo que esta­mos vivien­do es una ver­da­de­ra lucha de cla­ses. Y las inmen­sas mul­ti­tu­des des­pre­cia­das y exclui­das empie­zan a enten­der que la lucha tie­ne que ser por un nue­vo orden social que garan­ti­ce el dere­cho a la paz y el dere­cho a la vida dig­na. Que nadie aflo­je. No tene­mos nada que per­der que no sean las cade­nas que nos opri­men. El momen­to deci­si­vo es aho­ra. ¡A la car­ga!, como en el gri­to de Gai­tán fun­di­do con la ron­ca voz del pueblo.

El pue­blo que pue­de, está en las calles recla­man­do sus dere­chos, mien­tras que el gobierno se hun­de cada vez más y más en el pan­tano de su des­pres­ti­gio. El 82 por cien­to del país recha­za a Duque y a Uri­be, los cabe­ci­llas de la tira­nía. Obje­ti­va­men­te el pue­blo movi­li­za­do, pue­de tum­bar y hacer que rue­de por el sue­lo la cabe­za del peor gobierno de la his­to­ria de Colom­bia. Para ello cuen­ta con la fuer­za arro­lla­do­ra de la juven­tud rebel­de, el ejem­plo de lucha per­sis­ten­te y de soli­da­ri­dad de la min­ga indí­ge­na, la ira y gran indig­na­ción de los estra­tos bajos can­sa­dos ya del ham­bre y la exclu­sión, y cuen­ta tam­bién con la con­duc­ción de líde­res y lide­re­sas del movi­mien­to social y polí­ti­co con mucho deco­ro y dis­pues­tos a jugár­se­la toda por Colom­bia y su gente.

Exi­ja­mos la renun­cia de Duque a la pre­si­den­cia, por­que físi­ca­men­te el país no podría sopor­tar un año más de mal gobierno y de inep­ti­tud. Hay que con­vo­car urgen­te­men­te a nue­vas elec­cio­nes. Duque debe enten­der que su man­da­to ya fue revo­ca­do por el pue­blo vol­ca­do en las calles, por las mar­chas y por los cace­ro­la­zos del repu­dio nacio­nal. Que se vaya para que no estor­be el vue­lo del país hacia un nue­vo hori­zon­te de humanidad.

Esto comen­zó con el abu­so de la refor­ma tri­bu­ta­ria, y hoy Colom­bia se pare­ce a Manue­la Bel­trán arran­can­do en El Soco­rro los pape­les que anun­cia­ban nue­vos impues­tos colo­nia­les. Esa fue la chis­pa que acti­vó la his­tó­ri­ca insu­rrec­ción de los comu­ne­ros, capi­ta­nea­da por el héroe popu­lar, José Anto­nio Galán.

El gobierno está uti­li­zan­do el diá­lo­go como una estra­ta­ge­ma de enga­ño para que nada cam­bie, y así no sir­ve para nada. El dia­lo­go está estan­ca­do por la tác­ti­ca dila­to­ria de los voce­ros de Duque, que espe­ra que el pue­blo se can­se y se replie­gue, mien­tras des­ata la arti­lle­ría mediá­ti­ca diri­gi­da a des­mo­ra­li­zar y des­es­ta­bi­li­zar la pro­tes­ta. Qué equi­vo­ca­do está. No nos ven­gan a divi­dir entre pací­fi­cos y ván­da­los, por­que no hay peo­res ván­da­los que los del gobierno. Y si los pobres pro­tes­tan con vio­len­cia es por el deses­pe­ro que les pro­du­ce la injus­ti­cia. El pro­ble­ma no se arre­gla con estra­ta­ge­mas maquia­vé­li­cas de nego­cia­ción que bus­can nego­ciar sin ceder o ceder para no cum­plir. Que se aca­be el enga­ño. Defi­ni­ti­va­men­te el diá­lo­go debe comen­zar con el cum­pli­mien­to por par­te del Esta­do, de la obli­ga­ción cons­ti­tu­cio­nal de garan­ti­zar la pro­tes­ta ciu­da­da­na, sin repre­sión de la Fuer­za Públi­ca, y en este caso, con vee­du­ría internacional.

Ten­dre­mos que pen­sar en la gran mar­cha nacio­nal de los exclui­dos, de los mal­tra­ta­dos, en la gran mar­cha de los colom­bia­nos por el esta­ble­ci­mien­to de un nue­vo gobierno que escu­che sus angus­tias y tra­ce polí­ti­cas efec­ti­vas para aten­der las recla­ma­cio­nes de las pobre­rías. El pue­blo con­ver­ti­do en fuer­za atro­na­do­ra de rau­dal, para ser efi­caz, debe mar­char con una sola ban­de­ra que uni­fi­que los sue­ños de todos por un mejor por­ve­nir. Que el obje­ti­vo sea la toma del poder, ini­cian­do con la ins­ta­la­ción de un nue­vo gobierno del pue­blo y para el pueblo.

Qué mara­vi­llo­so es cele­brar el 57 ani­ver­sa­rio de las FARC bajo el trueno del esta­lli­do social que bus­ca una sali­da polí­ti­ca a la cri­sis con la ins­tau­ra­ción de un nue­vo gobierno de coa­li­ción demo­crá­ti­ca que nos con­duz­ca a las cos­tas del futu­ro, de la feli­ci­dad del pue­blo. Y que bueno es recor­dar en estas cir­cuns­tan­cias a nues­tros padres fun­da­do­res Manuel Maru­lan­da Vélez y Jaco­bo Are­nas, y recor­dar tam­bién a todas las gue­rri­lle­ras y gue­rri­lle­ros caí­dos en com­ba­te, des­de Isaías Par­do en 1964 has­ta Jesús San­trich en 2021. Ellos siguen vivos en la lucha del pue­blo. Salud Colombia.

Uni­dad y Resis­ten­cia, VENCEREMOS.

FARC-EP

Segun­da Mar­que­ta­liaMayo 27 de 2021

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