Estos hechos –concluyó la Sala de Reconocimiento de la JEP- no hubieran ocurrido sin la política institucional del Ejército de conteo de cuerpos, sin la política de incentivos y la constante presión que ejercieron los comandantes sobre sus subordinados para obtener muertos ‘en combate’, y sin la estigmatización de la población civil. No se trataba de hechos aislados o de una repetición accidental. Los asesinatos fueron cometidos en estado indefensión y los incentivos, como las felicitaciones, medallas, permisos y planes vacacionales, tuvieron un papel importante en las motivaciones de los perpetradores de los crímenes, precisa la JEP.
El primer auto de imputación de la JEP a militares en Norte de Santander por el Caso 03 “asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate por agentes del Estado», conocidos como Falsos Positivos, es el primer paso para llegar al autor detrás del autor, al determinador desde la más alta instancia del Estado, de tales crímenes de lesa humanidad.
Solo una mente pervertida, un monstruo desalmado, pudo ordenar el asesinato de jóvenes para medir con litros de sangre el éxito de su política de seguridad democrática, y ese monstruo se llama ÁLVARO URIBE VÉLEZ. Solo un desquiciado como él, podía celebrar la muerte de 6.042 inocentes que soñaban con un futuro mejor.
¿Y por qué ese matarife sin hígados, ese ser asqueroso, sigue aleteando impune en la política colombiana? Porque hasta ahora ha mantenido chantajeada a la justicia y porque los fiscales generales designados por el uribismo actuaron como cómplices sinvergüenzas de estos crímenes. La Directiva 029 de 2005 del Ministerio de Defensa del cobarde asesino, firmada por Camilo Ospina, constituía suficiente y contundente prueba para iniciar una persecución judicial al genocida de Estado. Hasta la CPI ha actuado con una distraída actitud que ha reforzado la impunidad.
Los colombianos debemos rodear a las valerosas madres de Soacha y a las madres de todos los jóvenes sacrificados por la bestia sanguinaria.
La conciencia nacional debe erguirse y no abandonar nunca la idea de que unidos podemos construir un nuevo país.
FARC-EP
Segunda MarquetaliaJulio 12 de 2021