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La Segun­da Bata­lla de Boyacá

No tene­mos otro camino. Si que­re­mos salir de la horri­ble noche de la opre­sión de cla­se, tene­mos que pelear, tene­mos que luchar impul­sa­dos por el deco­ro, como lo hicie­ra hace 202 años el Ejér­ci­to Liber­ta­dor en el Puen­te de Boya­cá, levan­tan­do el estan­dar­te de la insu­mi­sión, de la liber­tad y la inde­pen­den­cia. Decla­ré­mo­nos en pri­mer gra­do de alis­ta­mien­to, y jun­to al movi­mien­to social y su lide­raz­go, sea­mos noso­tros mis­mos los nue­vos capi­ta­nes de la jus­ti­cia social, la demo­cra­cia ver­da­de­ra, y el anhe­lo de huma­ni­dad. Nada cam­bia­rá si deja­mos que los de arri­ba hagan lo que quie­ran y sigan atro­pe­lla­do a los de aba­jo como les ven­ga en gana. Debe­mos for­zar una segun­da Bata­lla de Boya­cá que extien­da su pode­ro­so gri­to de com­ba­te a todo el terri­to­rio, a todos los rin­co­nes de la patria. Todos pode­mos ser liber­ta­do­res, y lo sere­mos los hom­bres y muje­res de Colom­bia, que desea­mos con todas las fuer­zas de nues­tro cora­zón un nue­vo país. No más gobier­nos de oli­gar­quías des­ca­ra­das e indo­len­tes que han piso­tea­do la dig­ni­dad huma­na y siguen tra­tan­do a los ciu­da­da­nos como parias a los que solo se les dan palo y garro­te con sus injus­tas polí­ti­cas eco­nó­mi­cas y de exclu­sión social.

Cuan­do en Boya­cá, el ejér­ci­to liber­ta­dor derro­tó 300 años de opre­sión colo­nial no lo hizo para que la oli­gar­quía crio­lla reem­pla­za­ra en el des­po­tis­mo a los opre­so­res espa­ño­les. No.

Tam­po­co lo hizo para que cayé­ra­mos en las garras de un nue­vo colo­nia­lis­mo como el de los Esta­dos Uni­dos que nos azo­ta des­de enton­ces, sino para que fué­se­mos libres e inde­pen­dien­tes y fun­dá­ra­mos una nue­va era de gobier­nos garan­tes de la feli­ci­dad del pueblo.

Nece­si­ta­mos ‑como el aire para res­pi­rar- la Bata­lla de Boya­cá del siglo XXI para libe­rar a Colom­bia de los malos gobier­nos, del nar­co­Es­ta­do de Uri­be, de la Ñeñe Polí­ti­ca de Duque, de la corrup­ción y la impu­ni­dad que como un cán­cer nos está matan­do. Cas­ti­gue­mos al autor detrás del autor del para­mi­li­ta­ris­mo de Esta­do, del des­po­jo vio­len­to de tie­rras, de los fal­sos posi­ti­vos, y del mon­ta­je de esa fábri­ca asque­ro­sa de mer­ce­na­rios ase­si­nos. Derro­te­mos con movi­li­za­ción y lucha esa tira­nía del capi­tal que ha empo­bre­ci­do con sus polí­ti­cas eco­nó­mi­cas a las mayo­rías nacio­na­les. Des­ha­gá­mo­nos para siem­pre de gobier­nos repre­so­res del pue­blo que orde­nan a la Fuer­za Públi­ca dis­pa­rar con­tra la pobla­ción civil por recla­mar sus dere­chos. No más gobier­nos arro­di­lla­dos a Washington.

Cons­tru­ya­mos entre todos, median­te acuer­do polí­ti­co un nue­vo gobierno que sea amo­ro­so con su pue­blo y que pro­cu­re la feli­ci­dad de todos.

FARC-EP

Segun­da Mar­que­ta­liaAgos­to 7 de 2021

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