Los Char: Las Ratas de Barran­qui­lla y de Colombia

Los Char son into­ca­bles por­que han logra­do levan­tar a su alre­de­dor unas mura­llas de impu­ni­dad más fuer­tes que las his­tó­ri­cas de Car­ta­ge­na. Por eso se pasean tran­qui­los en medio de la tem­pes­tad de la corrup­ción y siem­pre salen ile­sos. Ni siquie­ra los rayos de la denun­cia de Aida Mer­lano que los vin­cu­la con los dóla­res de nar­co­trá­fi­co del Ñeñe Her­nán­dez en finan­cia­ción de cam­pa­ñas, com­pra votos y el pago de frau­des elec­to­ra­les, pudie­ron tocarlos.

Si tuvié­se­mos jue­ces inta­cha­bles ya se habrían inves­ti­ga­do los nexos de la pros­pe­ri­dad de gran­des cade­nas de alma­ce­nes y de los deli­tos elec­to­ra­les, con el lava­do de acti­vos. Pero casi todos sucum­ben ante el cos­qui­lleo pla­cen­te­ro del fajo de bille­tes sobre la mano. El vér­ti­ce del enor­me ice­berg, que son los con­tra­tos de la minis­tra Abu­di­nen, no son apro­ve­cha­dos por nin­gu­na auto­ri­dad judi­cial para pro­cu­rar cas­ti­go judi­cial a los ladro­nes del Esta­do. Las ratas han des­trui­do y siguen des­tru­yen­do nues­tro futu­ro de vida dig­na en medio de una impu­ni­dad cri­mi­nal que lesio­na el alma nacio­nal. Con lo que se roban todos los días podría­mos dar los pri­me­ros pasos de un plan de cho­que social para salir de la pobreza.

La jus­ti­cia en este caso solo apli­ca a los “roba galli­nas” de la corrup­ción como alcal­des y uno que otro gober­na­dor sin ángel de la guar­da en la Fis­ca­lía, en la Pro­cu­ra­du­ría, en la Cor­te Supre­ma, o en la Con­tra­lo­ría. A esos pobres “pela­ga­tos”, son los fun­cio­na­rios de pro­vin­cia, sí se les apli­ca todo el peso de la ley, y son man­da­dos a la cár­cel, expro­pia­do sus bie­nes o extra­di­ta­dos a los Esta­do Unidos.

Si se es del clan Char, no pro­blem. Si la minis­tra Abu­di­nen es cuo­ta de los Char, no hay pro­ble­ma. La pro­cu­ra­do­ra gene­ral Mar­ga­ri­ta Cabe­llo, que tam­bién es cuo­ta de los Char en el gobierno ‑y has­ta hace poco magis­tra­da de la Cor­te- será garan­tía de impu­ni­dad, lo mis­mo que el pre­si­den­te Duque quien no solo man­tie­ne en el car­go a la corrup­ta, sino que ha sali­do a decir en defen­sa de la fun­cio­na­ria que, en agos­to del 2022, el país ten­drá conec­ti­vi­dad del 70%, como si ya hubié­se­mos olvi­da­do que pro­me­tió recons­truir en tres meses a San Andrés y Pro­vi­den­cia, des­trui­das por un Hura­cán; y ya vamos para un año, y nada. Este país no mere­ce ser diri­gi­do por dema­go­gos indolentes.

Sin­to­ni­cé­mo­nos: A los jue­ces y magis­tra­dos, pro­cu­ra­do­res, con­tra­lo­res y fis­ca­les que actúen como garan­tes de la impu­ni­dad de las ratas del Esta­do, debe apli­cár­se­les la mis­ma pena judi­cial, que debie­ran reci­bir los ladro­nes que defien­den. Luche­mos todos por un nue­vo gobierno de manos limpias.

FARC-EP

Segun­da Mar­que­ta­liaSep­tiem­bre 6 de 2021

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