Por Laura V. Mor/Fotos: Syara Salado Massip/Resumen Latinoamericano Corresponsalía Cuba, 13 de noviembre de 2021.
Un informe que evidencia el impacto socioeconómico de las medidas restrictivas de Estados Unidos desde las voces de cubanos y cubanas
El informe «Un bloqueo que niega derechos, los cubanos y cubanas hablan» fue presentado este viernes en el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM) de la capital cubana.
Este informe, que surgió de la colaboración del Centro con la confederación internacional Oxfam, cuenta con la particularidad de que visibiliza a los cubanos y cubanas directamente afectados con esa política hostil hacia Cuba, desde sus propias voces y experiencias.
Enriquecido con el informe «Derecho a vivir sin bloqueo» presentado en mayo pasado, este documento resulta de la investigación realizada desde abril de 2019 hasta marzo de 2020 y evidencia el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero en la sociedad cubana, especialmente en las mujeres, por medio de los criterios y experiencias de miles de cubanos y cubanas que en diferentes sectores deben enfrentar el asedio estadounidense día a día.
El Doctor en Ciencias Económicas Ramón Pichs Madruga, director del CIEM, destacó la participación en el estudio de la Asociación Cubana de Naciones y Unidas (ACNU) y de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (ANEC) que aportaron su trabajo para esta nueva denuncia contra “el sistema de medidas coercitivas unilaterales de más larga data que haya conocido la humanidad” .
Pichs Madruga dejó en evidencia que de las 243 medidas restrictivas establecidas por el Gobierno de Donald Trump y mantenidas por Joe Biden, 55 fueron adoptadas durante el año 2020 cuando el mundo se encontraba ya en inmerso en la crisis sanitaria generada por la Covid-19; lo que ha significado para un pequeño país como Cuba, un encarecimiento del orden del 50 y 60% en los costos de producción de las vacunas y candidatos vacunales.
Siguiendo esa línea de denuncia, Elena Gentili, representante de Oxfam en Cuba, explicó que esta política de Estados Unidos contra Cuba obstaculiza la implementación de transformaciones socio-económicas en el país e impide el ejercicio de los derechos de la población.
Por su parte, Johana Tablada, Subdirectora General para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, enfatizó la “máxima presión” ejercida por las administraciones estadounidenses contra el país al referirse al recrudecimiento de las sanciones económicas y a lo relacionado con el informe sobre la trata de personas para sabotear los esfuerzos de los médicos cubanos en misiones de colaboración, la aplicación de tácticas de guerra psicológica y asedio a pesar de su condena por la comunidad internacional, la inclusión de Cuba en la lista de “países patrocinadores del terrorismo”, las barreras para las operaciones bancarias y la contribución científica, las campañas de descrédito y muchas más acciones destinadas a socavar la Revolución Cubana.
La prohibición mundial de intercambio con Cuba con el sistema interbancario Swift, la exclusión única de la orden federal de alivio de sanciones que afecten las respuestas nacionales a la pandemia, las amenazas del Secretario de Estado Anthony Blinken a aquellos países que colaboren con Cuba en el sector sanitario, el boicot al turismo y las sanciones, solo a los cubanos, por los supuestos “ataques sónicos” fueron algunas de las represalias estadounidenses mencionadas por la diplomática, que denunció el “inmovilismo criminal de Joe Biden”, quien en diez meses de ejercicio no ha eliminado una sola de las 243 medidas de reforzamiento del bloqueo establecidas por la gestión anterior. “Ningún Gobierno demócrata se había comportado así”, sentenció., rechazando enérgicamente una vez más las diferentes herramientas utilizadas para la subversión interna y la injerencia de Estados Unidos en asuntos internos de Cuba.