Un nuevo 8 de marzo seguimos reivindicando el hilo rojo de la historia de las mujeres andaluzas de clase trabajadora y de todas las mujeres combativas que a lo largo y ancho del mundo han aportado a las revoluciones y procesos populares y de resistencia frente al capitalismo, el patriarcado y el imperialismo. Hoy, sigue recayendo en nosotras la triple opresión de ser de clase trabajadora, mujeres y andaluzas, abocándonos a una situación de precariedad y violencia, que las trabajadoras migrantes sufren especialmente. Hoy toca responder ante esta situación, organizándonos y señalando la necesidad de construir otra Andalucía, una Andalucía socialista. Para ello, los 365 días del año debemos tomar el ejemplo de las que nos precedieron y predicar alto y claro que sin las mujeres trabajadores no habrá revolución.
¡Feminismo y soberanía para construir matria andaluza!