Muchos presos me han comentado su temor a que Rusia nos agreda militarmente. Es una preocupación compartida por parte de la población como consecuencia de la guerra sucia desinformativa. Este bombardeo constante de manipulación bien planificada, tiene como objetivo blanquear a la OTAN y a la UE, además de desviar la atención de los culpables directos de nuestra falta de derechos y libertades. Si se percibe a Rusia como una gran potencia que anhela invadirnos y arrasarnos, es mucho más fácil que se conciba a la OTAN como nuestros protectores. El exministro de exteriores del PP, Josep Piqué, apuntaba en esa dirección comentando que el apoyo popular a la OTAN había aumentado. Tanto es así que el terrorismo mediático ha logrado que numerosas personas pidan una intervención más directa de la OTAN en Ucrania. Así muchos que supuestamente se oponen a la guerra, quieren avanzar hacia una tercera guerra mundial como el sicario de la OTAN, Zelenski. Sin embargo, Rusia, como ha dicho y demuestra, lleva a cabo esta operación para evitarla. Hay que recordar que Ucrania pretendía instalar armas nucleares en la frontera de Rusia junto a la OTAN, que podrían aniquilar ciudades rusas en escasos minutos. Un salto cualitativo en el expansionismo y cerco militar amenazante, que Rusia lleva soportando años con enorme paciencia y con el imperialismo haciendo caso omiso a sus reiteradas advertencias. Conociendo el historial y modus operandi de la OTAN, es lógico que vean en serio peligro su seguridad.
Basta observar un mapa con todas las numerosas bases militares de USA y de la OTAN para cerciorarse del acoso. Como basta con echar un ojo a la larguísima lista de Estados masacrados por estos genocidas para tener claro quienes suponen una amenaza. No es Rusia quien se dedica a las guerras imperialistas de rapiña por todo el globo. Solo USA está presente en casi 300 instalaciones militares a lo largo y ancho del mundo, sin contar las clandestinas. Ninguno de los Estados de la OTAN permitiría que Rusia hiciera lo que llevan haciendo años en sus fronteras, incumpliendo el compromiso adquirido de no inmiscuirse en las exrepúblicas soviéticas. Como nadie se quedaría de brazos cruzados si le vienen a amenazar y a agredir constantemente a la puerta de su casa. Quienes condenan a la OTAN y también la legítima autodefensa de Rusia, están diciendo que por lo tanto hay que dejar vía libre para la OTAN para que se expanda y pueda destruir países como Libia -arrasada en 2011 con el apoyo de tantos medios– sin que nadie le pare los pies.
Esta posición ‑la de quienes también condenan la autodefensa aquí contra la violencia del Estado español- suele partir del «No se puede apoyar a Rusia porque Putin es…». Como si porque Putin no sea ejemplar, Rusia entera tuviera que dejarse agredir por la OTAN. ¿A caso Hussein en Iraq era el mejor modelo? Y bien que se condenó la agresión imperialista y se defendió la legitimidad de la autodefensa de Iraq, sin que fuera ayudado militarmente por quienes arman a los fascistas ucranianos y a sus colaboradores. Desde luego que los comunistas no sentimos una gran simpatía por Putin, que contribuyó a la destrucción de la URSS y no se opone al capitalismo. Pero entre todo lo que se le puede reprochar, no está la defensa de Rusia frente a la OTAN. También está en juego que Ucrania deje de masacrar a las repúblicas del Donbass, donde han asesinado, con la ayuda de USA y la UE, a más de 14.000 civiles en 8 años y han atacado los suministros de agua, comida y la ayuda humanitaria. Mientras tanto, Rusia facilita corredores humanitarios que el estado ucraniano rechaza. Incumpliendo incluso los acuerdos de paz de Minsk. Con razón en Serbia y Siria se han producido las manifestaciones más potentes de apoyo a Rusia, pues conocen demasiado bien las bombas del imperialismo. En 1999 la OTAN ‑dirigida por Solana del PSOE- masacró a los serbios y durante los años más recientes los yihadistas fueron apoyados para tomar el control de Siria, algo que los rusos ayudaron a evitar. Un ejemplo más de cómo está totalmente fuera de lugar poner en el mismo plano a Rusia y a la OTAN.
En Siria el imperialismo empleó métodos de propaganda muy similares a los desarrollados en Ucrania con montajes de todo tipo. La simulación de masacres contra civiles es uno de los ejes principales para desacreditar. Lo que sí cometían los yihadistas en Siria (llamados cariñosamente «rebeldes sirios» por los medios) y comete el Estado ucraniano incluso contra su propia población antifascista. La farsa es tan descarada que el propio Zelenski aseguró que los hospitales de Mariupol habían sido desalojados, contradiciéndose luego al acusar a Rusia de haber atacado la maternidad que ya sólo servía de base del batallón nazi Azov. En el teatro ni siquiera se molestaban en fingir las decenas de cadáveres de mujeres y bebés que decían acumularse. Tamaña patraña no fue puesta ni en duda por los medios que apoyan el cierre de medios que desmontan estos bulos y ofrecen, con pruebas, una versión mucho más objetiva. No dirán que si Rusia tuviera la intención de cometer un genocidio de civiles ‑a los que Ucrania a menudo no deja escapar- ya hubieran arrasado el país entero con su capacidad militar. El Gobierno ucraniano emplea el mismo patrón que en el golpe de Estado del Maidán, cuando los fascistas disparaban a gente de su propio bando para caldear el ambiente y justificar el golpe armado diseñado por USA-UE. Están utilizando los civiles como escudos humanos y culpando a los rusos de las consecuencias de sus acciones. Si quisieran paz se comprometerían a cesar las amenazas a la seguridad de Rusia junto a la OTAN, dejarían de masacrar al Donbass y de pretender hacer lo mismo con Crimea.
La mentira compulsiva de los medios del imperialismo es tan escandalosa que incluso el coronel del ejército español, Pedro Baños, denunció indignado en televisión que no hay libertad de expresión para discrepar y poner en cuestión el relato oficial. Lo calificó de «falsa democracia» hasta él que se opone a la operación rusa y ha servido a la OTAN. También dijo que «la propaganda ucraniana es de manual de inteligencia de USA» y que «Borrell no es nada progresista». Lógicamente, por negar la veracidad de semejantes campañas, no ha vuelto a aparecer por TV hablando del tema. Las habituales lecciones de democracia del régimen español a otros Estados, ahora Rusia, están al nivel de hipocresía de los que piden refugiados ucranianos mientras rechazan o maltratan a quienes vienen de otros lugares saqueados por Europa. Cuando las bombas si apuntan a civiles intencionadamente como en Palestina, Libia, Siria etc., no hay campañas masivas de ayuda porque no lo dictan los medios. Esos medios que urge recordar a tantas personas que aún los creen, han demostrado engañar en cualquier cuestión política porque son mercenarios de la oligarquía. Sí, los que solo hablan de oligarcas rusos mostrando sus lujos como si los de aquí no vivieran a cuerpo de rey a nuestra costa. Defienden sus intereses y manipularán cualquier cosa que los perjudique como se ensañaron recientemente contra la lucha obrera en Cádiz.
Ponen especial empeño en ridiculizar la desnazificación, negando la evidencia contrastable de que en Ucrania los nazis campan a sus anchas ejerciendo actos criminales. También desde el Ejército y la policía. Su mayor argumento es que Zelenski es judío. ¡Como si no hubieran habido judíos que colaboraron con los nazis a lo largo de la historia! Es un disparate, como decir que Obama no perjudicó a África y a la población afroamericana de Estados Unidos por ser negro. Nada más lejos de la realidad, pero su agresión a la africana Libia, entre otras, fue premiada con el Nobel de la Paz gracias a los mismos que pintan, cual héroe a Zelenski. Tras el golpe del Maidan en 2014, el hijo de su colega Joe Biden se colocaba al frente del negocio del gas natural en Ucrania. Hoy Estados Unidos vende el gas un 40% más caro que Rusia a Europa. Clave que se ocultan en sus constantes programas especiales de televisión, como que Zelenski nombró gobernador de Odessa a Maxim Martchenko, comandante del batallón nazi Aidar. O que incluso eurodiputados denunciaron que el capitán nazi del Ejército español, Antonio Meroño, ejerce una Jefatura del Negociado de Inteligencia de la OTAN. Tampoco que una diputada ucraniana denunció el hallazgo de videos de violaciones a menores y a bebés por parte del batallón nazi ucraniano «Tornado». La lista de atrocidades es interminable. Con el añadido del peligroso programa biológico militar que el Ministerio de Defensa ruso dijo haber descubierto en Ucrania, financiado por USA. Conociendo el bagaje yanqui, como para dudar…
El envío de armas del Gobierno español ‑que ha cerrado filas con PP, VOX y C’s una vez más- no sorprende, conociendo cómo facilitan armas a Arabia Saudí para cometer un auténtico genocidio contra Yemen. Ya son más de 377.000 los asesinados sin que los medios señalen a los culpables. Yolanda Díaz y sus secuaces han vuelto a demostrar que son esbirros de la OTAN. El «progresismo» de armar a fascistas. Ni rastro de solidaridad con todos los miles de antifascistas asesinados, agredidos, desaparecidos, ilegalizados y encarcelados en Ucrania. No les darán voz para defender la operación rusa, ni hablarán de crímenes como los 50 que fueron quemados vivos por los nazis en la casa de los sindicatos de Odessa. Ellos, que tanto hablan de los «bulos de la ultraderecha», no desmontarán la falacia de que Rusia invadió Crimea. ¡Que decidió con un referéndum democrático su anexión y en el que el 95% de las personas votaron a favor! Menuda «agresión imperialista». Tampoco explicarán que las repúblicas de Donetsk y de Lugansk también decidieron masivamente no formar parte de Ucrania. El respeto al derecho a la autodeterminación del por parte del Gobierno español, es el que es. Sienten más afinidad con el Estado ucraniano que persigue el idioma ruso que con repúblicas que se defienden de ataques nazis. Ni en el Donbass ni en Crimea ha habido imposición alguna por parte de Rusia para separarse de la Ucrania que tiene como héroe nacional al nazi Stepan Bandera. Actualmente, Ucrania sigue asesinando en las repúblicas sin que tantos medios se hagan eco. Para colmo, el Gobierno culpa a Rusia de la grave inflación que viene de largo. Claro, porque los oligarcas de aquí son unos santitos y no se lucran con la subida de los precios. Si alguien protesta desde el Palacio de la Moncloa se le acusa de servir a Putin. Lo «demócrata» es sumarse a la rusofobia que provoca que comercios rusos sean atacados. Ya tienen otro comodín para echar balones fuera e intentar retrasar revueltas por sus políticas de miseria.
La rusofobia tiene una carga de rencor por la revolución rusa que conquistó tantos años de socialismo. Por ello, aunque Rusia ya no sea socialista, aprovechan toda ocasión para verter más basura anticomunista. USA y sus aliados ya apoyaron a los nazis ucranianos para combatir a la URSS hace muchas décadas. Stepan Bandera, trabajó para el servicio de inteligencia británico antes de ser ejecutado por la KGB en 1959. Que al Estado español no le horroricen las masacres de los nazis a los que envía armas, es previsible cuando ya muerto Franco han acogido a criminales de guerra nazis, siguen los homenajes a la División Azul que combatió junto a éstos, su Ejército, policía y tribunales están repletos de fascistas, etc. El dirigente militar de la Alemania nazi, el general Heusinger, más tarde fue presidente del Comité Militar de la OTAN, el rango más elevado de la rama militar de la organización. ¿Hace falta decir más? Una vez más, la OTAN ha provocado un conflicto bélico por sus intereses económicos y geoestratégicos, valga la redundancia. No poner el foco en su culpa contribuye al blanqueo que buscan. La denuncia sin medias tintas del imperialismo, los peores enemigos de la humanidad, es una cuestión de mínimos urgente. La cumbre de la OTAN, que se desarrollará en Madrid este verano, es una oportunidad para profundizar en campañas que expliquen por qué debemos abandonar la Unión Europea y la OTAN. Las tropas españolas desplegadas en numerosos países ‑también cercando a Rusia mucho antes de su reacción militar- aparte de ejercer un rol deleznable, suponen un derroche multimillonario que el Gobierno aumentó y pretende aumentar aún más. Así que la barbarie imperialista no sólo atenta contra otros pueblos, también desangra al nuestro económicamente sin que se inviertan esas millonadas en sanidad, vivienda, educación, etc. Algo que, si se da a conocer, contrarrestando el terrorismo desinformativo aumentará el rechazo a la OTAN y a la UE.
20 de marzo de 2022.
Pablo Hasél,
preso político comunista.