El 9 de mayo se recuerda el Día de la Victoria contra el fascismo, la rendición de la Alemania nazi frente al ejército soviético, y es una más de las conmemoraciones que nos quieren arrebatar. Y es que no son pocas las fechas que construyen nuestra memoria a lo largo de la historia. Fechas que la maquinaria capitalista trata de borrar y de ocultar para eliminar los hechos que demuestran que vencer al fascismo es posible. Esto es lo que trató de hacer Robert Schuman, ministro de Asuntos Exteriores francés, que, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y 5 años después del Día de la Victoria, eligió el mismo 9 de mayo para hacer su famosa declaración impulsando la creación de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA). La CECA, que se presentaba como la vía para unir y fortalecer Europa, fue la precursora de lo que hoy en día es la Unión Europea. Así, desde los años 80 quieren ocultar la memoria antifascista tras el nombre del Día de Europa. Es nuestra responsabilidad que esto no sea así.
Dicen que el Día de Europa es un día para celebrar la paz y la unidad de Europa. Dicen que, sin embargo, esa paz se ha visto amenaza en el último mes. Dicen también que la vida sosegada y apacible de los europeos y europeas está siendo atacada. Y dicen que, ahora, estamos en guerra. Sí, claro que estamos en guerra, pero la guerra no acaba de estallar en Europa, por mucho que nos quieran convencer de ello. Se empeñan en repetir que han atacado a una Europa unida, metiendonoslo hasta en los intestinos, hasta hacernos sentir con vehemencia que están agrediendo nuestra identidad común europea, metiendonos hasta los huesos la idea de que para proteger Europa son necesarias estructuras como la OTAN. Sin embargo, la guerra se declaró hace mucho tiempo. Y, de hecho, en Euskal Herria también estamos en guerra, una guerra que cada vez va a peor. La ofensiva capitalista e imperialista de la Unión Europea nos ataca en todos los sentidos: la ola mediática de mentiras para imponer medidas sociales y económicas bajo el pretexto de la pandemia y la guerra de Ucrania, el discurso atlantista militar en nombre de la seguridad, las reformas y la estafa de los fondos Next Generation Europe que axfisiarán a las trabajadoras y trabajadores endeudados, las intervenciones fuera de la UE y las políticas racistas y clasistas contra las personas refugiadas… Todos estos movimientos se hacen a conciencia, están conscientemente calculados y articulados para seguir sacando beneficios, para hinchar a los empresarios y exprimir lo máximo posible las vidas de la clase obrera y de los pueblos.
Pero no. No es la situación de Ucrania la que empobrece nuestras condiciones de vida; no ha sido la pandemia la que nos ha hecho perder el trabajo; no son los rusos los que amenazan “la paz”; no es la OTAN la que protege la paz en Europa; y no, los fondos Next Generation no van a asegurarnos la salud ni la luz, ni a dignificarnos la vida. Quien se encarga de empobrecernos, de precarizar el trabajo, de condenarnos a empleos miserables, quien amenaza la paz y lleva la guerra a todos los lugares, es la burguesía.
No podemos dejar que todo esto se legitime. Todo lo contrario, además de organizarnos para luchar contra los causantes de la miseria, tenemos que manifestar nuestro rechazo a este blanqueamiento. Porque estos discursos, al justificar y blanquear las agresiones capitalistas, las fomentan y facilitan su perpetuación.
En este 9 de mayo, una vez más, queremos traer a primera línea del Día de la Victoria, queremos poner en primera línea a los trabajadores y las trabajadoras. Desde Euskal Herria, teniendo como base las alianzas internacionalistas, y con el objetivo de la liberación de Euskal Herria y el resto de pueblos trabajadores, nos toca acabar con la Unión Europea y las estructuras capitalistas que nos llevan a la miseria. Mirando hacia atrás, sin enquistarnos en el pasado, recuperaremos la mejor tradición de lucha de la clase obrera y los pueblos. Y mirando hacia delante, sin olvidar las enseñanzas recibidias, desde la memoria de las victorias y las derrotas, avanzaremos en el camino que nos llevara a una Euskal Herria socialista.
Frente a la ofensiva imperialista, ¡destruyamos la Europa del capital!
Gora Euskal Herria antifaxista eta internazionalista!