Dos días después de que el conflicto militar ruso-ucraniano superara la barrera de los 100 días, 14 países de la OTAN iniciaron el domingo el ejercicio BALTOPS en el Mar Báltico, con la participación de los miembros potenciales Suecia y Finlandia, cuya participación «no tiene precedentes», pero que los observadores consideran que tiene un significado diferente dado el dramático cambio del panorama de seguridad en Europa.
La expansión de la OTAN hacia el norte ha ahondado la división en Europa y corre el riesgo de convertir el continente en un polvorín de nuevo, mientras que los observadores chinos han observado una fuerte tendencia a la asiatización y globalización de la OTAN liderada por Estados Unidos, que podría poner en entredicho el estatus de la ONU, que debería desempeñar un papel principal en la seguridad mundial.
Unos 40 buques de guerra de los países miembros de la OTAN llegaron el sábado a Estocolmo, la capital sueca, para los ejercicios del domingo. El ministro de Defensa sueco, Peter Hultqvist, declaró a los periodistas que lo que estaba ocurriendo en la región era una «nueva Guerra Fría» o «nuevo Telón de Acero», y que los países de la OTAN estaban enviando una señal sobre la seguridad de la región a través de los barcos reunidos en Estocolmo, según la Agencia Anadolu.
Unos 45 barcos, 75 aviones y unos 7.000 militares participarán en el ejercicio del 5 al 17 de junio. El ejercicio BALTOPS de este año está dirigido por la Sexta Flota estadounidense.
El general estadounidense Mark Milley declaró el sábado que Estados Unidos se comprometía a apoyar a Suecia y Finlandia en su camino hacia la adhesión a la OTAN, mientras visitaba el USS Kearsarge, el mayor buque de guerra estadounidense que ha atracado en Estocolmo, informó France24.
Estados Unidos ha participado activamente en la siembra de conflictos y en el aumento de las divisiones en Europa, porque cuando haya más riesgo de crisis, Europa dependerá más de la OTAN. El curso del conflicto demuestra plenamente cómo Estados Unidos está consolidando e impulsando la expansión de la OTAN, declaró al Global Times un experto en relaciones internacionales con sede en Pekín bajo condición de anonimato.
La línea divisoria en Europa se ha desplazado hacia el este en las últimas décadas y hacia el norte con las solicitudes de ingreso en la OTAN de Suecia y Finlandia, lo que ha reducido aún más el espacio estratégico de Rusia, dijo el experto.
Finlandia comparte una frontera de 1.300 kilómetros con Rusia, mientras que la situación geográfica de Suecia le permite coger por el cuello a la flota rusa del Báltico e impedir que entre en el Atlántico.
El experto anónimo también señaló que, después de Suecia y Finlandia, más países con una posición intermedia podrían reconsiderar sus políticas de seguridad y hacer lo mismo, rompiendo así el panorama pasado en Europa de miembros de la OTAN, socios y Estados neutrales.
Suecia y Finlandia no supondrán el fin de la expansión de la OTAN, sino un nuevo comienzo, pronostican los observadores, que señalan que es preocupante que la alianza militar pueda implicarse más con Asia-Pacífico y convertirse en un bloque global.
Corea del Sur, que está lejos del alcance de la OTAN en el sentido tradicional, acaba de incorporarse a un brazo de inteligencia de la OTAN. Japón, junto con Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur, está invitado a la cumbre de la OTAN de finales de junio como socio de la región Asia-Pacífico.
El experto de Pekín pidió cautela, ya que la situación plantea muchos interrogantes: ¿se convertirá la OTAN en un gigante que desafíe el orden mundial centrado en la ONU? ¿Qué significa este escenario para el desarrollo y el crecimiento de China? ¿Cómo debe afrontar China la creciente presencia de la OTAN y la posible presión sobre ella?
El experto advirtió que hay muchas incertidumbres por delante.
Zhang Han
6 de junio de 2022