Estados Unidos, la Unión Europea y diferentes países ya han «donado» a Ucrania unos 100 000 millones de euros en material de guerra, dinero que directa o indirectamente siempre sale de nuestros bolsillos.
Ese monto se mantiene en constante aumento y ahora nos anuncian que la Unión Europea entrenará 15 000 militares ucranianos en dos campamentos, en Polonia y en otro país miembro de la Unión Europea.
En la reunión de los ministros de Defensa de la OTAN, el secretario general de ese bloque bélico, Jens Stoltenberg, informó:
Después del sabotaje contra los gasoductos Nord Stream hemos multiplicado por dos nuestra presencia en el Mar Báltico y en el Mar del Norte con más de 30 navíos.
Mientras tanto, el origen del ataque se ve confirmado por el hecho que ahora se impide la participación de la empresa rusa Gazprom russe, copropietaria de los gasoductos Nord-Stream y Nord Stream 2, en las investigaciones sobre las explosiones submarinas.
Moscú tiene pruebas de que, además del sabotaje contra los gasoductos Nord-Stream y Nord Stream 2, también hubo un intento de volar el gasoducto Turkstream, el único que queda intacto para enviar el gas ruso a Europa.
Aunque Stoltenberg asegura que «la OTAN no es parte del conflicto», también hay pruebas de que las más de 22 toneladas de explosivo utilizadas en el atentado contra el puente de Crimea salieron de Ucrania y transitaron por Bulgaria, país miembro de la OTAN.
A pesar de todo, Rusia se declara dispuesta a iniciar negociaciones para alcanzar una solución política. Pero el G7 cierra toda posibilidad de negociación al plantear como condición previa «la retirada total e incondicional» de Rusia.
Simultáneamente, en la semana del 17 al 23 de octubre, la OTAN realiza en Europa el ejercicio de guerra nuclear Steadfast Noon, justo al borde del territorio ruso. Y en ese ejercicio participa Polonia, que está pidiendo que Estados Unidos despliegue armas nucleares en suelo polaco.
La guerra avanza según el plan elaborado –desde 2019– por la RAND Corporation por cuenta del Pentágono, o sea:
Atacar a Rusia por su flanco más vulnerable, el de su economía dependiente de la exportación de gas y petróleo. Operar para que los países europeos de la OTAN incrementen sus propias fuerzas en una función anti-Rusia. Aportar a Ucrania ayudas letales explotando el punto más importante de vulnerabilidad exterior de Rusia.
Manlio Dinucci
14 de octubre de 2022
Fuente: Este artículo es un breve resumen de la revista internacional de prensa Grandangolo presentada el 14 de octubre de 2022 à 20h30 en el canal italiano nacional Byoblu.
Traducido al español por Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange Patrizio.