Este 23 de marzo ha sido la novena gran movilización en el Estado francés de la lucha de la clase trabajadora en contra de la reforma de las pensiones.
El miércoles 22, Macron en una entrevista televisada continuó defendiendo la ley que, sin pasar por la aprobación del Parlamento, ha impuesto al pueblo trabajador del Estado francés, criticando a los sindicatos y atacando a la juventud, haciendo un paralelismo entre las movilizaciones contra la reforma de con la ocupación del Capitolio.
Esta mañana los sindicatos pensaban que las movilizaciones de hoy serían las más mayoritarias desde que empezó la lucha contra la reforma de las pensiones. La intervención presidencial de ayer (martes) fue considerada unánimemente como un insulto y la intersindical pensaba que posiblemente ayudaría a «reforzar la determinación de lucha» de las y los trabajadores.
Más de 80 universidades están bloqueadas u ocupadas, sobre todo en París, Lyon, Lille, Grenoble, Estrasburgo, Rennes, Clermont-Ferrand y Saint-Etienne, según el sindicato Alternative. Incluso la universidad de Assas ha vivido esta mañana su primer bloqueo desde hace 50 años.
Por parte de los estibadores, esta jornada nacional se inscribe en la operación «puertos muertos» iniciada por la CGT Portuaria y Portuaria desde el 21 de marzo, y que debería durar tres días. Varios puertos están bloqueados, en Boulogne-sur-Mer, Caen o Calais. En Marsella, dieciséis petroleros siguen a la espera de ser descargados desde el 14 de marzo. En Dunkerque, más de 600 estibadores se declararon en huelga. Esto no ocurría desde 1992. En Le Havre, 500 estibadores se unieron a la manifestación.
Grandes manifestaciones han tenido lugar en las ciudades más importantes del Estado francés. Según la prensa: 800.000 en París, 280.000 en Marsella, 30.000 en Brest, 20.000en Avignon, 40.000 en Nantes, 18.000 en Pau. Selon les syndicats : 35.000 en Rennes, 45.000 en Montpellier, 110.000 en Burdeos, 24.000 en Baiona, 23.000 en Rouen, etc. Han habido movilizaciones en, más o menos, 240 puntos.
En Baiona se han manifestado 24.000 personas según la intersindical, siendo una de las más numerosas desde el inicio de la lucha en contra de la reforma de las pensiones. La jornada de movilización había comenzado a primera hora de la mañana, con los huelguistas bloqueando con barricadas incendiarias la cochera de autobuses de Kéolis. El tráfico por carretera, ferroviario y aéreo se ha visto gravemente afectado. Los vuelos de Transavia a París han tenido que ser cancelados y la SNCF ha anunciado interrupciones del tráfico ferroviario durante todo el día 23 y 24 de marzo. La policía ha atacado a los manifestantes con gases lacrimógenos.
Los enfrentamientos han sido muy numerosos, la policía ha atacado las manifestaciones brutalmente en la mayoría de las ciudades: Rennes, Nantes, Lyon, Lorient. París, Burdeos, Marsella, etc.
En Lorient (Bretaña), manifestantes y policías se enfrentaron cerca del puerto. Sobrepasada por el número de manifestantes, la policía se vio obligada a retirarse tras disparar gases lacrimógenos. La multitud se dirigió entonces hacia la comisaría, donde se encendió una hoguera. El lanzamiento de proyectiles desencadenó un nuevo incendio en el patio de la comisaría.
Para la CGT, la presencia masiva de jóvenes en la manifestación parisina era una «apuesta ganadora», se felicita por la presencia masiva de jóvenes, que podría hacer de esta jornada la mayor desde el inicio del movimiento social. No le sorprende: «El 49,3 fue un electroshock que hizo cambiar de opinión a mucha gente».
Los basureros parisinos se han unido a sus colegas detrás del camión negro del sindicato de limpieza CGT. Llevan 18 días en huelga. «Es duro, pero no tenemos elección, sabemos que si Macron aprueba esta reforma de las pensiones, desmantelará todo, el sistema de seguridad social, destruirá todos los servicios públicos, todo lo construido por el Consejo Nacional de la Resistencia». «El problema es que los sindicatos han sido extremadamente responsables, se han asegurado de que las cosas no se radicalicen demasiado, consideran que la lucha se debe radicalizar más». Recuerdan que todas la promesas hechas a los trabajadores de primera línea durante la pandemia no se han cumplido y todo continúa como antes.
Antes de acudir a la manifestación de París, unas 150 personas han conseguido bloquear durante varias horas una de las terminales del aeropuerto de Roissy.
En Niza los manifestantes, unos 40.000, han conseguido bloquear el acceso a uno de los parkings del aeropuerto. Además se ha realizado una manifestación relámpago en una de las pistas del aeropuerto. Más de un centenar de manifestantes consiguieron burlar a la policía y agitar banderas y eslóganes frente a la terminal 1 del aeropuerto. «Estamos muy enfadadas. ¿Cómo expresar esta rabia? Tenemos que golpear más fuerte. Falta violencia» ha expresado una manifestante.
EMientras se desarrolla una manifestación este jueves en Rouen una manifestante perdió el conocimiento después de que le arrancaran un dedo tras el disparo de una granada. Otros siete manifestantes resultaron heridos por la policía, de los cuales cuatro fueron trasladados al hospital. La CGT ha convocado una concentración contra la violencia policial ante el Palacio de Justicia a las 18.00 horas. En su comunicado, el sindicato denuncia «el uso desproporcionado de las balas flash y las granadas disuasorias».
De cada cuatro refinerías de TotalEnergie solo funciona una, pero las salidas de todas están bloqueadas por los huelguistas.
«Bloquear la economía». En la zona industrial de Amiens norte, entre 300 y 400 huelguistas se levantaron a las 2 o 3 de la madrugada para bloquear varias rotondas, solo tienen estas palabras en la boca. «Comprendimos que las manifestaciones en la calle no harían doblegarse a Macron» dice el secretario general de los ferroviarios de la FO Hauts-de-France. Desde el anuncio del 49 – 3, y después del monólogo de Emmanuel Macron el 22 de marzo en TF1, los bloqueos se han intensificado en el Estado francés. A veces duran unas horas, a menudo varios días, incluso semanas cuando van acompañados de huelgas masivas, como en el sector de los residuos.
En la mañana del 23 de marzo, los bloqueos que han tenido lugar son demasiado numerosos para contarlos. Bloqueo del centro de almacenamiento de residuos de Romainville, del depósito de los basureros de Aubervilliers, bloqueo de los centros de Amazon en Boves y Montélimar, bloqueo del depósito de autobuses de la RATP en Pantin, ocupaciones de vías férreas en Marsella, Saint-Malo o incluso en París… Y cuando no son las empresas las que están bloqueadas, son las carreteras y las autopistas. En Amiens, el bloqueo debería durar al menos 48 horas, «luego ya veremos», sugiere otro sindicalista de FO. Si son difíciles de medir, no cabe duda de que los bloqueos son efectivos. En Marsella, la Cámara de Industria y Comercio ya da la voz de alarma: «la actividad económica ya no funciona».
Según la CGT se han movilizado unos 3,5 millones de personas este 23 de marzo.
Los sindicatos han anunciado una décima jornada de huelgas y manifestaciones el 28 de marzo, y concentraciones sindicales locales este fin de semana, para protestar contra la reforma de las pensiones. «Mientras el ejecutivo intenta pasar página, este movimiento social y sindical duradero y responsable confirma la determinación del mundo del trabajo y de la juventud para obtener la retirada de la reforma», han declarado.
Debemos tener en cuenta que, a parte de las convocatorias que hace la intersindical, todas las noches se convocan manifestaciones espontáneas en París. La represión de este movimiento se lleva a cabo por la fuerza, pero también mediante detenciones masivas, una «instrumentalización» de la justicia, según el Sindicato de la Magistratura, de tendencia izquierdista, que denuncia un «uso abusivo de la custodia policial». De hecho, la mayoría de estas medidas de privación de libertad han terminado, en los últimos días, sin procedimiento judicial. Es lo que se desprende de las cifras de la fiscalía de París: entre el miércoles y el sábado (es decir, los tres primeros días de las manifestaciones espontáneas), se pusieron 425 personas bajo custodia policial y 42 fueron trasladadas a los tribunales.
Y no solo en París, en todo el Estado francés hay bloqueos y manifestaciones que son reprimidas fuertemente par la policía y los enfrentamientos son cada vez más duros. Aunque los sindicatos están en contra de utilizar la violencia, cada vez más trabajadores y trabajadoras ven claro que no basta con desfilar en una manifestación, el nivel de lucha debe elevarse.
23 de marzo de 2023
Artículo realizado por Boltxe recogiendo información de diferentes medios de información.