Pales­ti­na, el sis­te­ma colo­nial y el des­po­jo de la huma­ni­dad si no es asi­mi­la­ble a un euro­peo blanco

El pue­blo pales­tino no se encuen­tra en un con­flic­to o dispu­ta terri­to­rial, se encuen­tra bajo una enti­dad colo­nial y colo­ni­za­do­ra de la que tie­ne la nece­si­dad vital de des­pren­der­se. No lucha por mover tem­po­ral­men­te una fron­te­ra colo­nial, si no por des­co­lo­ni­zar com­ple­ta­men­te su tie­rra y su vida.

Des­cri­be Frantz Fanon en una de las obras más impor­tan­tes que jamás se hayan escri­to sobre los opri­mi­dos en el sis­te­ma colo­nial que la vio­len­cia que des­tru­ye las for­mas socia­les, que ha demo­li­do la eco­no­mía, los modos de apa­rien­cia e inclu­so la ropa de los nati­vos, esa vio­len­cia, será rei­vin­di­ca­da y asu­mi­da por las masas colo­ni­za­das des­de el momen­to en que deci­dan con­ver­tir­se en his­to­ria en acción. El revo­lu­cio­na­rio afro­ca­ri­be­ño des­cri­be que ser his­to­ria en acción para los pue­blos colo­ni­za­dos es pene­trar en las ciu­da­des prohi­bi­das: pro­vo­car un esta­lli­do del mun­do colo­nial. Un esta­lli­do que para el pue­blo colo­ni­za­do será «una ima­gen de acción muy cla­ra, muy com­pren­si­ble, capaz de ser asu­mi­da por cada uno de los indi­vi­duos que lo constituye».

Frantz Fanon es médi­co y psi­quia­tra, naci­do en la Mar­ti­ni­ca colo­ni­za­da por Euro­pa, vete­rano de la Segun­da Gue­rra Mun­dial, es cono­ce­dor de la Ilus­tra­ción, del Uni­ver­sa­lis­mo «huma­nis­ta» euro­peo, y de que, si bien toda la huma­ni­dad es mere­ce­do­ra a prio­ri de los dere­chos lla­ma­dos huma­nos, en la prác­ti­ca uno se des­po­ja de su huma­ni­dad si se empe­ña en no ser asi­mi­la­ble a un euro­peo blan­co. La par­te más extre­ma de lo que sería la dere­cha en tér­mi­nos euro­peos, así como la deno­mi­na­da par­te mode­ra­da de este plan­tea­mien­to, pen­sa­rán que por ser comu­nis­ta y/​o inde­pen­den­tis­ta una per­so­na tam­bién se des­po­ja de esta huma­ni­dad con los dere­chos lla­ma­dos huma­nos adjun­tos. Lamen­ta­ble­men­te y con fre­cuen­cia tam­bién este comu­nis­ta, o inde­pen­den­tis­ta «rum­bo a la uto­pía» se reves­ti­rá de esta sen­sa­tez huma­nis­ta a la hora de seña­lar a los pue­blos colo­ni­za­dos cuan­do se con­vier­ten en his­to­ria en acción. Ame­na­zan con reti­rar el apo­yo a las nobles cau­sas si se pier­de la razón por las for­mas, si no se acep­tan sus con­se­jos, si no se quie­re enten­der el momen­to his­tó­ri­co en el cen­tro impe­ria­lis­ta como úni­co o prin­ci­pal y advier­ten que renun­cia­rán a mos­trar nues­tras ban­de­ras si estas dejan de repre­sen­tar a un pue­blo que aspi­ra a la civilización.

Este cama­ra­da ejem­plar en teo­ría y pra­xis encon­tró des­de su metró­po­li colo­ni­za­do­ra a sus igua­les jus­to al otro lado del mar medi­te­rrá­neo: en la Arge­lia insur­gen­te y revo­lu­cio­na­ria. Esa Arge­lia que el colo­nia­lis­mo civi­li­za­do y huma­nis­ta saqueó y colo­ni­zó a san­gre y fue­go des­de el siglo XIX. Colo­ni­za­ción que se hizo con la Enci­clo­pae­dia a cues­tas, con la Bas­ti­lla toma­da, y con un feu­da­lis­mo ven­ci­do, ampu­tado y sepa­ra­do de su cuer­po por el arte­fac­to del doc­tor Gui­llo­tin. Una colo­ni­za­ción com­ba­ti­da tenaz­men­te por un pue­blo que se nega­ba a ser obje­to. Fac­tor. Fau­na. Segre­ga­dos con fron­te­ras colo­nia­les, con cam­po para colo­nos y cam­po para nati­vos colo­ni­za­dos. Con ciu­da­des prohi­bi­das ‑colonias‑, asen­ta­das por los años o los siglos, así como por otro tipo de colo­nias más iden­ti­fi­ca­bles para el euro pro­gre­sis­mo como algo exógeno, qui­zá no tan­to como rever­si­ble. No sería rea­lis­ta con­tar nece­sa­ria­men­te con su fin pero qui­zás, al con­tra­rio que con las ciu­da­des prohi­bi­das, pudie­ra exis­tir una posi­bi­li­dad hipo­té­ti­ca en el labo­ra­to­rio de la espe­cu­la­ción, en la que los nati­vos pudie­ran recu­pe­rar­las par­cial­men­te para vol­ver a ele­var­se en suje­tos. Por supues­to siem­pre que demues­tren haber­se civi­li­za­do, siem­pre que prue­ben haber recu­pe­ra­do la huma­ni­dad que el dere­cho natu­ral otor­ga a los natu­ral­men­te universalizables.

Expo­ne nues­tro entra­ña­ble revo­lu­cio­na­rio en su obra que dis­lo­car el mun­do colo­nial no sig­ni­fi­ca que se arre­gla­rá la comu­ni­ca­ción entre las dos zonas, ni tan siquie­ra des­pués de la abo­li­ción for­mal de las fron­te­ras. La expe­rien­cia his­tó­ri­ca es cla­ra: «Des­truir el mun­do colo­nial es, ni más ni menos, abo­lir una zona, ente­rrar­la en lo más pro­fun­do de la tie­rra o expul­sar­la del territorio».

Tras la vic­to­ria anti­co­lo­nial, los res­tos mor­ta­les de nues­tro inter­na­cio­na­lis­ta fue­ron a des­can­sar a la Arge­lia inde­pen­dien­te. En el Áfri­ca de sus ances­tros. Mucho más cer­ca de la tie­rra que le vio nacer, pero más lejos en el tiem­po, por ser ante­rior en siglo y medio, se pro­du­jo una gran revo­lu­ción. A pesar de ser poco men­cio­na­da, cuan­do se hace a menu­do se la reco­no­ce como la pri­me­ra revo­lu­ción real con­tem­po­rá­nea. Eclip­sa­da por las revo­lu­cio­nes bur­gue­sas para la his­to­rio­gra­fía ofi­cial, ni aún hoy se per­do­na el haber pues­to patas arri­ba la del sis­te­ma colo­nial y racis­ta, ele­men­to estruc­tu­ral y orde­na­dor de la evo­lu­ción del capi­ta­lis­mo glo­bal. Escla­vos afri­ca­nos en el Cari­be rom­pie­ron sus cade­nas e hicie­ron la revo­lu­ción con­tra los pro­pie­ta­rios «ilus­tra­dos y huma­nis­tas». Ante­pu­sie­ron sus ideas «pri­mi­ti­vas e inci­vi­li­za­das» de liber­tad y las con­tra­pu­sie­ron a las liber­ta­des de los mer­ca­de­res que habían conec­ta­do los extre­mos del pla­ne­ta por pri­me­ra vez en la His­to­ria. No con­for­mes con eso, pusie­ron a su patria el vetus­to nom­bre que le daban los exter­mi­na­dos nati­vos: Hatí. Ese espí­ri­tu de la liber­tad incí­vi­ca, bár­ba­ra, lle­gó a calar en muchos de los mer­ce­na­rios ale­ma­nes y pola­cos blan­cos que lucha­ban en prin­ci­pio del lado de los amos, y que des­pués entra­ron con sus armas al ser­vi­cio de la revo­lu­ción de los escla­vos negros, arries­gan­do sus cuer­pos y sus anhelos.

Mal­di­tos revo­lu­cio­na­rios negros. Aun hoy sufren el bíbli­co cas­ti­go los hijos de sus hijos mien­tras se les sigue omi­tien­do no solo de la his­to­rio­gra­fía bur­gue­sa, sino tam­bién fre­cuen­te­men­te por la que se pre­cia de seguir el Hilo Rojo. La revo­lu­ción fue cabal­ga­da por el capi­ta­lis­mo, y final­men­te frus­tra­da. Pero igual que bro­tó de sus pro­pias raí­ces revo­lu­cio­na­rias, dejó para la huma­ni­dad des­he­re­da­da nutrien­tes de futu­ro. Estan­do ya en deca­den­cia se pro­mul­gó una cons­ti­tu­ción de intere­san­tes aspec­tos, pues­to que para tra­tar de poner coto al colo­nia­lis­mo y el capi­ta­lis­mo, hicie­ron el inten­to de des­po­seer a los colo­ni­za­do­res blan­cos impi­dien­do que lle­ga­ran al país como pro­pie­ta­rios, o que adqui­rie­ran pro­pie­da­des. Fra­ca­sa­ron por­que aun sien­do el capi­ta­lis­mo un modo de pro­duc­ción que nació des­de Euro­pa sobre la acu­mu­la­ción ori­gi­na­ria, se desa­rro­lló con el lla­ma­do comer­cio trian­gu­lar, y que esta­ble­ció el racis­mo como prin­ci­pio orde­na­dor del sis­te­ma, lo cier­to es que lle­ga­do a un pun­to no pre­ci­sa que todos los pro­pie­ta­rios sean blancos.

Esta cons­ti­tu­ción, que en el artícu­lo 13 nacio­na­li­za a las fami­lias blan­cas de los revo­lu­cio­na­rios negros al igual que a los blan­cos extran­je­ros que cam­bia­ron de ban­do y lucha­ron por la revo­lu­ción, con­ti­núa así:

Artícu­lo 14. Nece­sa­ria­men­te debe cesar toda acep­ción de color entre los hijos de una y sola mis­ma fami­lia don­de el Jefe del Esta­do es el padre; a par­tir de aho­ra todos los hai­tia­nos solo serán cono­ci­dos bajo la deno­mi­na­ción gené­ri­ca de negros.

Todos los gru­pos izquier­dis­tas más o menos euro­cén­tri­cos, des­de lo defi­ni­do roji­par­do, lo que se sue­le deno­mi­nar con el oxí­mo­ron orto­do­xia mar­xis­ta, la lla­ma­da izquier­da trans­for­ma­do­ra y en fin todas las corrien­tes de neo­so­cia­lis­mos utó­pi­cos con los prin­ci­pios, aca­ba­dos, y reto­ques pos­mo­der­nos que se quie­ran coin­ci­den en denos­tar la lucha anti­co­lo­nial real. Este des­pre­cio ade­más se expre­sa des­de pará­me­tros y con voca­bu­la­rio sor­pren­den­te­men­te coincidentes.

Las fuer­zas revo­lu­cio­na­rias pales­ti­nas, son muy cla­ras en sus planteamientos:

  • Defen­sa de la lucha del pue­blo pales­tino por todos los medios a su alcan­ce, prin­ci­pal­men­te la lucha armada.
  • Retorno de los refu­gia­dos a sus luga­res de origen.
  • Libe­ra­ción de toda Pales­ti­na, des­de el río Jor­dán has­ta el mar Mediterráneo.

Por estos prin­ci­pios lucha el pue­blo pales­tino, estas son sus ban­de­ras: el úni­co repre­sen­tan­te legí­ti­mo de un pue­blo colo­ni­za­do lo cons­ti­tu­yen las fuer­zas que luchan con­tra la colonización.

En los lla­ma­dos Acuer­dos de Oslo, se pro­du­jo la usur­pa­ción de esta legí­ti­ma repre­sen­ta­ción por par­te de una pode­ro­sa frac­ción de la bur­gue­sía sos­te­ni­da por el impe­ria­lis­mo. Con este acuer­do la bur­gue­sía com­pra­do­ra pac­tó el esta­ble­ci­mien­to de la ofi­ci­na de asun­tos indí­ge­nas de «Israel» con el nom­bre de Auto­ri­dad Nacio­nal Palestina.

El pue­blo pales­tino ha veni­do empeo­ran­do des­de enton­ces sus con­di­cio­nes de vida y sub­sis­ten­cia. Ha sido más des­po­seí­do, más bom­bar­dea­do, dis­pa­ra­do, más pri­va­do del agua, de la ener­gía, de la pes­ca, de la agri­cul­tu­ra, del comer­cio, del movi­mien­to. Más pri­va­do de liber­tad, más nin­gu­nea­do, dis­cri­mi­na­do y ase­si­na­do: más colo­ni­za­do. Y por eso el apo­yo a los feda­yi­nes que siem­bran liber­tad con sus fusi­les y que ense­ñan a cul­ti­var­la des­de Movi­mien­to de pre­sas y pre­sos es cada vez más uná­ni­me. El desa­rro­llo de las con­tra­dic­cio­nes de la colo­ni­za­ción sio­nis­ta no deja de con­fir­mar los pos­tu­la­dos de Fanon. Sin embar­go, ante esta reafir­ma­ción en nues­tros prin­ci­pios y nues­tro camino, y a pesar de la expe­rien­cia his­tó­ri­ca de las revo­lu­cio­nes nacio­na­les en los pue­blos some­ti­dos por el colo­nia­lis­mo y el impe­ria­lis­mo, nues­tros supues­tos alia­dos ‑o poten­cia­les alia­dos si apre­cia­mos el vaso medio lleno‑, des­pre­cian nues­tra lucha de des­co­lo­ni­za­ción. La lla­man esen­cia­lis­ta, iden­ti­ta­ria. Nos acu­san de dejar de lado la lucha de cla­ses y de no enten­der que nues­tra opre­sión par­te del capi­ta­lis­mo por no encon­trar cla­se obre­ra entre los colo­nos y así echar peli­llos a la mar acer­ca de lo que el sis­te­ma les hace per­pe­trar. Nos seña­lan por res­pon­sa­bi­li­zar al colono de edi­fi­car su vida sobre nues­tra des­po­se­sión en nues­tra tie­rra arre­ba­ta­da; de beber el agua de nues­tros ríos arre­ba­ta­dos de sus cur­sos arti­fi­cial­men­te des­via­dos, de nues­tros acuí­fe­ros expo­lia­dos. Es un sis­te­ma pro­duc­ti­vo que se nutre de la acu­mu­la­ción ori­gi­na­ria a cos­ta de nues­tro futu­ro, con la pro­duc­ción y dis­tri­bu­ción de unas mer­can­cías desa­rro­lla­das con las mate­rias pri­mas, el tra­ba­jo muer­to y la expe­rien­cia de esta colo­ni­za­ción. Dáti­les de nues­tras pal­me­ras, vino de nues­tras uvas, sis­te­mas sofis­ti­ca­dos de repre­sión pro­ba­das sobre nues­tra liber­tad y dig­ni­dad, armas muti­la­do­ras y mor­ta­les pro­ba­das en la con­sis­ten­cia de los teji­dos de nues­tra carne.

Nos acu­san de no enten­der el sis­te­ma del capi­tal a pesar de haber sido ven­di­dos por los seño­res feu­da­les y bur­gue­ses que com­par­ten nues­tros nom­bres, a pesar de ser colo­ni­za­dos, a pesar de sufrir el geno­ci­dio y el apartheid para que los inva­so­res pudie­ran ins­ta­lar el para­dig­ma de las bases impe­ria­lis­tas. Nos acu­san de menos­pre­ciar la lucha de cla­ses, a noso­tras: las masas des­he­re­da­das, famé­li­ca legión. Nos acu­san a pesar de luchar con­tra el capi­ta­lis­mo y sus con­se­cuen­cias, pese a luchar a la vez con­tra su fase supe­rior y su fase pri­mi­ge­nia. Pue­blo pales­tino: pro­le­ta­ria­do en el sen­ti­do más lite­ral del tér­mino. Qui­zás una lite­ra­li­dad plus ultra pues­to que los pro­le­ta­rios roma­nos tenían una ciu­da­da­nía for­mal, algo de pan y en oca­sio­nes circo.

El pue­blo pales­tino segui­rá luchan­do por sus medios para libe­rar­se a sí mis­mo, para con­tri­buir a la libe­ra­ción de los pue­blos opri­mi­dos fre­nan­do con sus cuer­pos la expan­sión mili­tar del colo­ni­za­dor. Demos­tran­do al pre­cio de su vida que el sis­te­ma pro­duc­ti­vo impe­ran­te es la indus­tria de la matan­za de seres huma­nos a todas las masas opri­mi­das del mun­do, inclu­so a las del cen­tro impe­ria­lis­ta, y demos­tran­do que la sub­ver­sión y la rebe­lión es posi­ble. Oja­lá nues­tros alia­dos occi­den­ta­les entien­dan que el capi­ta­lis­mo tal y como se ha dado, tal y como se repro­du­ce des­de la pers­pec­ti­va de la mayo­ría del pro­le­ta­ria­do mun­dial no es la civi­li­za­ción expan­dién­do­se por el mun­do, sino el mode­lo de civi­li­za­ción capi­ta­lis­ta de Euro­pa lle­gan­do al mun­do. La des­co­lo­ni­za­ción es una nece­si­dad reco­no­ci­da y ansia­da, y mien­tras se refle­xio­na estos plan­tea­mien­tos des­de las ciu­da­des prohi­bi­das de la Pales­ti­na colo­ni­za­da, el colono, inclu­so el lla­ma­do pro­gre­sis­ta, ten­drá que enten­der que el esta­lli­do que para el pue­blo colo­ni­za­do es una ima­gen de acción, será para él la vio­len­cia que vuel­ve. Y con fre­cuen­cia será un esta­lli­do literal.

Abu Watan

Eus­kal Herria, abril de 2023

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