En unas declaraciones a Europa Press Diego Chávez, presidente de la Federación de Empresas del Metal de Cádiz (FEMCA), ha calificado de “terroristas sindicales” a los trabajadores y trabajadoras organizados en la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) a raíz de las movilizaciones y paros que sostienen contra los despidos y por el cumplimiento del convenio en las empresas subcontratas del metal.
Se pueden escuchar en el podcast Andalucía Informa (a partir del minuto 01:25):
Despidos para implantar el terror en las subcontratas
A la vista de los hechos es la patronal la que pretende implantar el terror entre los trabajadores. Desde finales de junio se están produciendo despidos en la subcontratas (cuatro en Mecamensol que motivaron paros y plantones de los trabajadores durante varios días a los que han seguido nuevos despidos esta misma semana) en lo que parece una nueva campaña de ataques al personal de la industria auxiliar.
La patronal echa de menos a CCOO y UGT
No deja de ser paradójico que mientras la patronal utiliza semejante denominación contra un sindicato con una trayectoria combativa y de clase demostrada como la CTM, en las mismas declaraciones se dirija a los sindicatos miembros del comité de empresa (CCOO y UGT) como “sindicatos de clase”. Una calificación que en nada se corresponde a la trayectoria e intereses de CCOO y UGT, cuya falta de seguimiento en los trabajadores del sector del metal es lamentada por Diego Chávez. Sin duda, la patronal quiere presentar una imagen alterada de la realidad que vive el proletariado gaditano del metal.
Por su parte, la CTM ya afeó un comunicado conjunto del comité de empresa de Navantia-Cádiz con la patronal. CTM denuncia que este comité está obligado a “mirar porque cada empresa auxiliar que trabaje en ellos cumplan con el correspondiente convenio colectivo” en virtud del propio estatuto de constitución del comité intercentros, cosa que no está ocurriendo.
Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.