La vic­to­ria de Líbano en 2006 demo­lió la «capa­ci­dad de disua­sión» de «Israel» y con­du­jo a la Resis­ten­cia actual

La vic­to­ria del Líbano, al obli­gar al ejér­ci­to de ocu­pa­ción israe­lí a reti­rar­se y huir del terri­to­rio liba­nés, en la gue­rra de 2006, no sólo repre­sen­tó la pri­me­ra derro­ta infli­gi­da a la Enti­dad Sio­nis­ta por una fuer­za ára­be, sino que tam­bién creó una capa­ci­dad de disua­sión con­tra el régi­men de ocu­pa­ción. Esto lle­vó al ejér­ci­to israe­lí a cen­trar­se en las fuer­zas de la Resis­ten­cia en la Fran­ja de Gaza, que aca­ba­rían desa­rro­llan­do sus pro­pias capa­ci­da­des para com­ba­tir efi­caz­men­te al enemigo.

En 2006 se cum­plen die­ci­sie­te años de la Gue­rra de Julio con­tra el Líbano, en la que una agre­sión israe­lí de 33 días con­tra terri­to­rio liba­nés fue final­men­te derro­ta­da y, por pri­me­ra vez, el régi­men sio­nis­ta per­dió una gue­rra. Entre el 12 de julio y el 14 de agos­to, la embes­ti­da israe­lí resul­tó desas­tro­sa para la pobla­ción civil liba­ne­sa, con cer­ca de un millón de per­so­nas des­pla­za­das; mien­tras que las fuer­zas sio­nis­tas ata­ca­ron infra­es­truc­tu­ras civi­les como vivien­das, escue­las, hos­pi­ta­les e ins­ta­la­cio­nes de la ONU, con el resul­ta­do final de unos 1.500 millo­nes de dóla­res en daños. En total, murie­ron unas 1.200 per­so­nas, la gran mayo­ría civi­les inocentes.

A pesar de los inmen­sos sacri­fi­cios del pue­blo liba­nés, injus­ta­men­te ata­ca­do por el ejér­ci­to y la avia­ción israe­líes, la Resis­ten­cia liba­ne­sa con­si­guió no solo defen­der con éxi­to a la pobla­ción de la nación de sopor­tar nue­vos ata­ques, sino tam­bién frus­trar los inten­tos de con­tro­lar gran­des par­tes del terri­to­rio del país. Has­ta la gue­rra de 2006, a pesar de haber con­se­gui­do expul­sar a la ocu­pa­ción israe­lí del sur de Líbano en 2000, libe­ran­do el terri­to­rio de los cola­bo­ra­cio­nis­tas y las fuer­zas sio­nis­tas, era impen­sa­ble que una fuer­za de la Resis­ten­cia local pudie­ra supe­rar el «pode­río» del régi­men israelí.

Lo que la Resis­ten­cia liba­ne­sa con­si­guió con­tra el ejér­ci­to de ocu­pa­ción, infli­gien­do un alto núme­ro de bajas entre los sol­da­dos, superan­do a sus tan­ques Mer­ka­va ‑de los que se decía que eran impa­ra­bles en aquel momen­to- y obli­gan­do al régi­men sio­nis­ta a reti­rar­se sin lograr sus obje­ti­vos, era algo inau­di­to. La prue­ba de ello han sido die­ci­sie­te años sin cam­pa­ñas ni inva­sio­nes israe­líes, y un rela­ti­vo esta­do de cal­ma que ha logra­do pre­va­le­cer a lo lar­go de la fron­te­ra sur de Líbano, a pesar de las diver­sas pro­vo­ca­cio­nes israe­líes a las que la Resis­ten­cia ha hecho fren­te en cada ocasión.

La vic­to­ria de 2006 des­tru­yó el bar­niz de «inven­ci­bi­li­dad» israe­lí y des­mo­ro­nó su pre­cia­da «capa­ci­dad de disua­sión», que rápi­da­men­te actua­ría para tra­tar de recu­pe­rar median­te sus ata­ques con­tra la Fran­ja de Gaza. En diciem­bre de 2008, las fuer­zas de resis­ten­cia de la Fran­ja de Gaza habían comen­za­do a desa­rro­llar su arse­nal de cohe­tes has­ta el pun­to de poder ata­car obje­ti­vos israe­líes con mayor capa­ci­dad que antes. La enti­dad sio­nis­ta uti­li­zó esto como excu­sa para lan­zar una demos­tra­ción de fuer­za con­tra una Resis­ten­cia mucho menos capaz que la que habían encon­tra­do en Líbano, adop­tan­do la idea de que su gue­rra de 2008 – 2009 con­tra Gaza sería una espe­cie de ven­gan­za por lo ocu­rri­do en 2006. Al menos 1.400 pales­ti­nos, en su mayo­ría civi­les, fue­ron masa­cra­dos por el régi­men sio­nis­ta y la can­ti­dad de fuer­za emplea­da fue una cla­ra mues­tra que pre­ten­día res­tau­rar la ima­gen de la entidad.

Des­de enton­ces, todas las gue­rras lan­za­das por la enti­dad sio­nis­ta han teni­do como obje­ti­vo la Fran­ja de Gaza, con otras dos gue­rras impor­tan­tes en 2012 y de nue­vo en 2014. Sin embar­go, a medi­da que pasa­ba el tiem­po, la Resis­ten­cia en el Líbano se desa­rro­lla­ba en tama­ño y fuer­za, hacién­do­la cada vez menos un obje­ti­vo via­ble. Es pro­ba­ble que los israe­líes cre­ye­ran que la gue­rra con­tra Siria debi­li­ta­ría y/​o des­man­te­la­ría sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te a Hiz­bu­llah, una teo­ría que se demos­tró erró­nea. Y así, como con­se­cuen­cia de ello, los esfuer­zos de los sio­nis­tas se fija­rían en la Fran­ja de Gaza.

Curio­sa­men­te, sin embar­go, la Resis­ten­cia en Gaza, apo­yán­do­se en Hiz­bu­llah y otros alia­dos, ade­más de ins­pi­rar­se en la vic­to­ria de 2006 con­tra los israe­líes, siguió desa­rro­llan­do sus pro­pias capa­ci­da­des. Aun­que las gue­rras de 2012 fue­ron horri­bles para la pobla­ción civil de Gaza, hubo una sen­sa­ción de vic­to­ria en el sen­ti­do de que la Resis­ten­cia pales­ti­na había desa­rro­lla­do su capa­ci­dad para enfren­tar­se a las fuer­zas sio­nis­tas sobre el terreno e infli­gir bajas sig­ni­fi­ca­ti­vas a las fuer­zas enemi­gas. Cuan­do los israe­líes lan­za­ron su ata­que en 2014, era impor­tan­te seña­lar que lo que tenían como obje­ti­vo y la for­ma en que se com­por­ta­ban era dife­ren­te de las agre­sio­nes anteriores.

La estra­te­gia se había orien­ta­do aún más hacia los civi­les, con el fin de que lo que se cono­ce como la cla­se media gaza­tí pre­sio­na­ra a Hamas, ya que tenían un peso sig­ni­fi­ca­ti­vo den­tro de la ase­dia­da Fran­ja cos­te­ra, por lo que se diri­gie­ron direc­ta­men­te con­tra ellos. La Resis­ten­cia pales­ti­na con­si­guió infli­gir impor­tan­tes bajas de com­ba­tien­tes a las fuer­zas sio­nis­tas, lo que tuvo gran­des con­se­cuen­cias socia­les y polí­ti­cas para la coa­li­ción israe­lí gober­nan­te en aquel momento.

En 2018, el régi­men sio­nis­ta reci­bió un gol­pe impor­tan­te, cuan­do las fac­cio­nes uni­das de la Resis­ten­cia en Gaza frus­tra­ron una incur­sión israe­lí, lo que pro­vo­có un bochorno en la cúpu­la de la ocu­pa­ción e inclu­so la dimi­sión de Avig­dor Lie­ber­man, que ocu­pa­ba el car­go de minis­tro de Gue­rra israe­lí. Cuan­do el régi­men sio­nis­ta lan­za­ría su siguien­te ata­que con­tra Gaza en 2019, enton­ces se reple­gó a una nue­va estra­te­gia de seña­lar a la Yihad Islá­mi­ca Pales­ti­na (YIP), man­te­nién­do­se ale­ja­do del gru­po de Resis­ten­cia más pode­ro­so que gobier­na la Fran­ja de Gaza: Hamas. Lle­ga­do 2021, las fac­cio­nes uni­das de la Resis­ten­cia lan­za­ron su pro­pio ata­que en defen­sa de Al-Quds, la bata­lla de Seif al-Quds, que melló gra­ve­men­te la ima­gen del régi­men sio­nis­ta, y esta vic­to­ria de la Resis­ten­cia pales­ti­na se logró con la ayu­da de Hizbullah.

Des­de 2021, la enti­dad sio­nis­ta ha lan­za­do otros dos ata­ques con­tra la YIP, pero se ha vis­to disua­di­da de un asal­to a gran esca­la con­tra Gaza y le petri­fi­ca com­pro­me­ter­se a una inva­sión terres­tre. Aho­ra se encuen­tra rodea­da por una Resis­ten­cia uni­da al nor­te y al sur, mien­tras que no logra impe­dir el desa­rro­llo de un nue­vo bas­tión de la Resis­ten­cia den­tro de la Cis­jor­da­nia ocu­pa­da. La enti­dad sio­nis­ta es aho­ra la que se ve disua­di­da de ata­car el Líbano, cono­cien­do las con­se­cuen­cias de tales accio­nes, mien­tras que no tie­ne nin­gu­na ecua­ción de disua­sión con la Resis­ten­cia pales­ti­na, ni siquie­ra en Cis­jor­da­nia, don­de su inva­sión de Yenín no había logra­do pene­trar siquie­ra en el cora­zón del cam­po de refu­gia­dos de Yenín. Nin­gu­na de las ecua­cio­nes actua­les con­tra la enti­dad ocu­pan­te israe­lí exis­ti­ría sin la vic­to­ria de la Resis­ten­cia liba­ne­sa en 2006.

Robert Inla­kesh

17 de julio de 2023

Fuen­te: https://espanol.almayadeen.net/articles/1721014/la-victoria-de‑l%c3%adbano-en-2006-demoli%c3%b3-la – capacidad-de-disua

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